La vía de escape de Mo Katir para evitar la sanción
Casos como el de Adel Mechaal o Rafa Muñoz alimentan las esperanzas del atleta de recurrir y librarse de la sanción.
Mo Katir ha incumplido el sistema ADAMS de Athletics Integrity Unite (AIU) y está suspendido provisionalmente y se expone a una sanción al faltar a tres controles antidoping por no comunicar de manera certera su paradero. Pero el atleta, doble medallista mundial, tiene una salida. Hay vía de escape al laberinto en el que se ha metido ya que la sanción puede ser grave. Hay dos casos recientes en el deporte español que, en su misma situación, lograron que el procedimiento sancionador quedara anulado.
El primero de ellos fue Rafa Muñoz, nadador doble medallista en los Mundiales de Roma de 2009, quien después de aquella cita vivió lo que ahora se conoce como un 'burn out'. Alquiló una caravana con sus amigos, se marchó a Francia y no regresó hasta febrero a sus entrenamientos al CAR de Sant Cugat. En ese tiempo, llegó su tercer incumplimiento del paradero en un año, lo que es equivalente a un positivo por doping y a una sanción de dos temporadas. Así se lo notificaron.
Muñoz se puso en manos del psicólogo José Carlos Jaenes quien le diagnóstico el síndrome que alegó en el tribunal de la FINA (Federación Internacional de Natación) para juzgar su caso, apenas seis días antes de la celebración del Europeo de Budapest. La FINA entendió que no estaba en las condiciones mentales óptimas para considerar activo, por lo que quedó absuelto y después ganó el oro en los 50 mariposa.
Años después vivió lo mismo Adel Mechaal, que incumplió de nuevo en tres ocasiones las reglas de este sistema entre 2016 y 2017. Al atleta lo sancionaron 15 meses pero recurrió ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) y recibió la cautelar, por lo que pudo competir durante el periodo en el que se caviló la decisión. Finalmente, el TAS anuló la sanción al considerar que dos de las tres infracciones fueron culpa del propio sistema ADAMS.
Hay otros casos, en cambio, que no encontraron esta vía de escape. Algunos de ellos porque no la buscaron, como el nadador Sergio García, quien llegó a ser sexto de Europa en 2008 y después incumplió por despistes el recién inaugurado sistema ADAMS. Como tampoco conocía si exactamente podía recurrir o no, no lo hizo y se retiró antes de los Juegos Olímpicos de 2012. Era el comienzo de un sistema que cambiaría el día a día de los deportistas.
Más grave fue, y a quien le acarreó una sanción de dos años y 7.500 euros, fue lo del atleta Ángel Mullera, quien ya tenía un historial de incidencias a su espalda y en un control antidoping se marchó de su casa cuando fueron a hacerle un control. Recurrió pero el TAD no le dio la razón en un comunicado bastante esperpéntico: "No es que Mullera haya dado positivo en un control. Eso es demasiado normal. No es ni siquiera que, al ir a buscarle, no le encontrasen, lo que, en caso de doble reincidencia, ya supondría una infracción grave (entre uno y dos años de suspensión). Eso le pasa a muchos. Es, y no es sólo eso, que cuando le encontraron en casa, Mullera se negó a someterse al control, lo que supone una infracción muy grave, y le acarrea dos años de sanción. Y es, además, que Mullera se marchó del domicilio, para que su aventura tuviese un desenlace acorde a sí mismo".