ATLETISMO

El 'boom' de 'Dinamita' Attaoui, el corredor al que se agarra España: "Puede ser medallista olímpico"

Relevo habla del talentoso ochocentista cántabro con grandes nombres del tartán: Hicham El Guerrouj, Marco Arop y Emmanuel Wanyonyi.

Mohamed Attaoui (23), en los Juegos de París 2024./JEWEL SAMAD / AFP
Mohamed Attaoui (23), en los Juegos de París 2024. JEWEL SAMAD / AFP
Andrés G. Armero
José M. Amorós

Andrés G. Armero y José M. Amorós

El 2024 en el tartán español es el año de Mohamed Attaoui. El ochocentista torrelaveguense había dado muestras de que en sus piernas cargaba una dinamita capaz de derribar los mejores augurios sobre su carrera profesional. Y en la campaña olímpica, en una disciplina con un nivel desorbitado, el cántabro explotó.

Subcampeón de Europa en junio en Roma, Attaoui se subió al tren más rápido de su distancia en la Diamond League de Mónaco. Su registro de 1:42.04 borraba del libro de los récords de España el sobresaliente crono de Saúl Ordóñez (1:43.65), cosechado también en el Stade Louis II en 2018. Pero lo de Attaoui era otra historia.

"Es muy bueno, tiene un gran futuro por delante y si no tienen problemas de lesiones, estará ahí los próximos años", comenta a Relevo Marco Arop, campeón del mundo en Budapest 2023 y subcampeón olímpico en los Juegos de París 2024. "A Attaoui hay que tenerlo muy en cuenta, ya empezando por el próximo Mundial", que se disputará en Tokio entre el 13 y el 21 de septiembre de 2025.

Attaoui se ganó el respeto de sus rivales con aquella exhibición en Mónaco y lo refrendó con un extraordinario quinto puesto en la final olímpica más cara de siempre. Emmanuel Wanyonyi (1:41.19), Marco Arop (1:41.20), Djamel Sedjati (1:41.50), Bryce Hoppel (1:41.67), Mohamed Attaoui (1:42.08)... "Yo quiero ganar siempre, pero con estos tíos es muy complicado", enfatiza un Arop convencido de que el récord del mundo de David Rudisha (1:40.91) caerá en 2025.

Arop, que también echa de menos a su "amigo Mariano", al que le desea que vuelva pronto a las grandes finales ("es muy muy duro, lo conseguirá"), analiza la irrupción de Attaoui en la élite del 800. "Creo que tiene potencial para ser medallista olímpico. Ya ha sido quinto, ha hecho 1:42, lo que es muy difícil; por lo que hay que darle el mérito que se merece a él, a su equipo y a su entrenador.

El campeón olímpico Emmanuel Wanyonyi, enfocado en mejorar en 2025 su marca personal (1:41.11, tercero del ranking de todos los tiempos, igualado con el danés Wilson Kipketer), está convencido de que esa mentalidad de medirse contra sí mismo le llevará a batir el récord mundial de su compatriota Rudisha. El keniano también es consciente de que Attaoui ya es un rival a vigilar muy de cerca. "Tiene mucho talento, es muy difícil competir contra él", reconocía a Relevo tras la final de la Diamond League en septiembre.

El atleta de On, que se ha profesionalizado mucho en el último año, también está en el radar de Hicham El Guerrouj, para muchos el mejor mediofondista de la historia. "Attaoui lo está haciendo muy bien. Hizo un gran trabajo en los últimos Juegos", decía el recordman de 1.500 (3:26.00) a Relevo en los II Juegos Inclusivos impulsados por la Fundación Sanitas en Madrid en octubre.

El Guerrouj regalaba un consejo a Attaoui para el futuro: "Tiene que estar más centrado aún, entrenar duro y llevar a cabo un buen plan en los siguientes campeonatos". El legendario corredor de 1.500 y 5.000 m habla desde la experiencia de ver a muchos talentos no alcanzar su mejor versión: "El deporte no sólo es la competición, va de gestionarse. Si no gestionamos bien y cometemos errores, perdemos mucho. Si gestionamos bien y estamos centrados, cometemos menos errores".

El niño originario de Marruecos que se hizo mayor viendo vídeos de El Guerrouj ha crecido de manera exponencial hasta estar en boca de su ídolo. La progresión de sus marcas en los 800 metros ha sido estratosférica en los últimos años. 1:56.70 en el 2000, 1:52.90 en 2021, 1:46.94 en 2022, 1:44.35 en 2023, 1:42.02 en 2024... La serie numérica invita a soñar con los ojos abiertos, conscientes de que a partir de aquí le costará un riñón bajar cada milésima. Pero si alguien tiene un cartucho de dinamita extra ese es Moha Attaoui, el orgullo de la Cantabria infinita.