El voley estalla contra la homofobia ante el silencio de la Federación: "No es normal que te llamen maricón de mierda en pleno siglo XXI"
Raúl Muñoz, capitán del Marbella Costa del Vóley, de segunda división, denuncia insultos homófobos en el duelo de Superliga 2 ante el Universidad de Granada.
Sábado, siete y cuarto de la tarde. El Universidad de Granada, penúltimo clasificado, recibe en el pabellón de Fuentenueva al Marbella Costa del Vóley, octavo de la tabla, en el duelo correspondiente a la novena jornada del Grupo C de la Superliga 2, la segunda división del voleibol español. El partido, eso sí, comienza con algo de retraso, pues en la misma pista se está jugando un encuentro femenino de Primera Nacional.
Hasta ahí todo normal. Lo excepcional, lo surrealista incluso, habida cuenta del año que marca el calendario, llega pocos minutos después, cuando, ya con el partido masculino en juego, la afición local comienza a proferir una ristra de insultos homófobos hacia los jugadores del equipo visitante. "¡Maricón de mierda!" es, sin duda, el más repetido. Y con un objetivo claro: Raúl Muñoz, capitán del conjunto marbellí.
"Me decían, venga, que eres el capitán de los maricones, que en Marbella sois todos una panda de maricones", denuncia Muñoz a este medio pocas horas después del choque. "Luego, al animar a un compañero, que bien le puedes dar una palmada en la espalda, en el culo o donde sea, me gritaban: ¡Eso, eso! ¡Dale en el culo que es lo que os gusta, maricones!".
Es increíble que en pleno siglo XXI y, en una pista universitaria, tengamos que recibir insultos al grito de “MARICÓN DE MIERDA” … la triste realidad del voleibol español … 😞 @RFEVB
— Raúl Muñoz (@raul_mg91) November 30, 2024
El acta indica que al partido asistieron 250 espectadores. "Pues te aseguro que los insultos venían de una amplia mayoría", lamenta Muñoz a Relevo. "Claro, llegado el tercer set, yo decidí ir a la colegiada a decirle que no íbamos a consentir aquello, y que si ella no ponía límites, nos negaríamos a seguir jugando".
Patricia Rius Iglesias, árbitra principal del encuentro, aseguró no estar al tanto de la situación. "Me dijo que ella no estaba escuchando nada", señala el capitán del cuadro marbellí. "Tuve que reproducirle los insultos que nos estaban gritando desde la grada y solo ahí optaron por tomar medidas".
"Lo de ayer no lo había vivido en mis 17 temporadas en la élite"
Capitán del MarbellaLa solución, eso sí, no fue todo lo efectiva que se podía esperar. "Movieron de posición al delegado de campo, situándole justo entre nuestro banquillo y la grada", explica Muñoz. "Los insultos no cesaron, incluso había jugadores del equipo rival que alentaban a la grada... Quiero pensar que porque no escuchaban lo que nos estaban diciendo".
Otros oponentes, sin embargo, sí tendieron la mano al finalizar el encuentro, que cayó del lado visitante (1-3). "Algunos se acercaron a decirnos que no se sentían representados ni compartían nada de lo que nos estaban diciendo", añade el capitán de los visitantes, de 33 años. "¡Es que teníamos familiares en la grada que se habían desplazado solo para vernos!".
Tras el partido, Muñoz, con 17 temporadas en la élite del voleibol español, decidió denunciar lo ocurrido en su cuenta de X. "Lo hice porque no es la primera vez que pasa esto", cuenta al otro lado del teléfono. "Lo de ayer, eso sí, rozó el límite. Nunca había presenciado algo así. Sentimos miedo, hasta el punto de que nuestra directora deportiva nos prohibió salir del vestuario por temor a que nos agredieran".
La Federación Española de Voleibol, mientras tanto, sigue sin pronunciarse. "Digo yo que si os ha llegado a vosotros, que habláis de muchísimos deportes y no solo de voley, a la Federación le habrá llegado algo... ¡Quiero pensar!", añade. "Solo les pido que tomen medidas, y que sean contundentes"
"Esto tiene que acabar ya", sentencia Muñoz a este medio. "No solo por nosotros, por los que estamos, sino sobre todo por los que vendrán en los próximos años. ¿Qué estamos haciendo mal como sociedad para que esté ocurriendo algo tan denigrante como esto? ¿Debe una persona sentirse aislada por su orientación sexual? Basta ya".