VOLEIBOL

Cuáles son los remates en voleibol

El remate es la acción ofensiva por excelencia del voleibol, aquella con la que se logran la mayoría de puntos.

Acción de remate durante un partido de voleibol entre Italia y Estados Unidos./REUTERS
Acción de remate durante un partido de voleibol entre Italia y Estados Unidos. REUTERS
Javier Mercadal

Javier Mercadal

El voleibol es un deporte fundamentado en tres toques. Se trata del número de veces que un equipo puede golpear el balón antes de pasarlo por encima de la red. La secuencia es conocida por todos los aficionados: recepción, colocación y remate. Las herramientas de todo equipo para intentar conseguir un punto en el campo contrario. Nombrado en último lugar, el remate es la acción ofensiva por excelencia del voleibol. También la más espectacular y el movimiento a través del cual se consiguen la mayoría de puntos durante un partido de voleibol.

Se podría definir el remate del voleibol como el movimiento que culmina una jugada de ataque en busca de lograr un punto. El objetivo no es solo pasar la pelota por encima de la red o esquivar la defensa rival, sino que la pelota impacte en el suelo del rival. Generalmente, un remate es una acción muy vistosa. El rematador se eleva por encima de la red e impacta el balón con virulencia, con la intención que salga despedido lo más fuerte posible. Sin embargo, existen varios tipos de remate que se pueden realizar, siempre con la intención de marcar.

Tipos de remate en el voleibol

El remate llega siempre precedido por la acción del colocador. Por ello, los tipos de remate que existen vienen determinados por el pase recibido previamente. De esta manera, se puede distinguir entre: remate de balón alto, remate en corta, remate en semicorta y remate en tensa. Todos ellos tienen como terreno común el gesto técnico que ha de realizar el rematador previo a impactar el balón. Esto es, la carrera y el salto necesario para, una vez en el aire, ejecutar el golpeo. La idea es golpear en la parte superior del balón con el brazo totalmente extendido.

Remate de balón alto

El remate de balón alto se produce cuando el colocador ha realizado un pase con una gran parábola. Es decir, el balón va tan alto que el rematador buscará impactar con él una vez ya se encuentre en trayectoria descendente. En este caso, lo más complicado para el rematador es calcular el momento de la batida para, así, poder llegar a la altura del esférico en un momento que este vaya hacia abajo, pero cuya altura de encuentro esté situado todavía por encima de la red.

Remate en corta

El remate a la corta supone justamente la situación opuesta al remate de balón alto. Es decir, en esta ocasión, a la hora de ser golpeado, el balón irá todavía en trayectoria ascendente. Por tanto, aquí es preciso que exista una gran coordinación entre el colocador y el rematador, pues este último deberá comenzar a saltar, prácticamente, en el momento que el esférico abandone los dedos del colocador.

Remate en semicorta

El remate en semicorta es un híbrido entre el balón alto y el remate corto. Se podría decir que la idea es golpear la pelota en el momento álgido de su vuelo, sin la inmediatez del remate en corta pero tampoco la espera prolongada que se realiza en el remate a la larga.

Remate en tensa

Finalmente, el remate en tensa es aquel en el pase previo no describe una parábola, como en los tres anteriores, sino que posee una trayectoria que podemos identificar como horizontal. Es por ello que se trata del remate más complicado de realizar, ya que requiere de una gran coordinación entre el colocador y el rematador. Igualmente, si se ejecuta a la perfección supone un remate muy efectivo ya que apenas da tiempo a la defensa para colocar una pantalla.