La 'embajada' española en Texas donde se forjan las medallas olímpicas del futuro
La Universidad Cristiana de Texas es el lugar elegido por la mayoría de promesas del voley playa español para su formación académica y deportiva.

Gritan "Frogs, One Team", pero el cántico de motivación del equipo femenino de voley playa de la Universidad Cristiana de Texas (TCU) podría ya transformarse, aunque no sé si despertaría tanto respeto, en un "¡Ranas, un equipo!". Porque el campus de este centro universitario, a más de 7.500 kilómetros de suelo peninsular, tiene cada vez más color español y ya se ha 'bautizado' como una embajada del voley playa patrio, donde crecen, se forman y dan que hablar las joyas españolas de este deporte.
Solo hace falta mirar el roster de esta universidad situada en Fort Worth, a las afueras de Dallas. En la lista aparecen un total de cinco españolas entre las 26 integrantes, llegadas desde varios lugares del mundo, compiten habitualmente con su clásica camiseta de color morado en el circuito universitario: las cuartofinalistas en los Juegos de París y subcampeonas europeas Daniela Álvarez y Tania Moreno lideran un miniequipo nacional desplazado a tierras americanas donde también están presentes la cántabra Ana Vergara, la malagueña Luana Araco y una de las grandes promesas de futuro del voley español, Sofía Izuzquiza.
La TCU se ha convertido en uno de los lugares preferidos para formarse tanto académica como deportivamente para las promesas españolas por contar con una fuerte apuesta por este deporte de arena, a pesar de que su sede está a más de 500 kilómetros del mar más cercano. Al ser una competición por equipos entre universidades, las jugadoras pueden jugar muchos partidos contra rivales de alto nivel dentro de un horario y calendarios preparados para compatibilizar con los estudios a lo largo de la primavera. "Esto es algo que, en periodo de formación, en España no podríamos", señalan las españolas a Relevo sobre las bondades del sistema que las ha acogido,

Daniela, que "soñaba con ir a Estados Unidos desde que tenía nueve años y jugaba al tenis [con Carlos Alcaraz]", abrió el camino en 2020 y no tardó en convencer a Tania para dar el paso al año siguiente. El crecimiento internacional y los éxitos de ambas hicieron que, en 2022, se sumaran Ana Vergara y Luana Araco, y que ahora, la joven Izuzquiza no se lo piense dos veces para cruzar el océano en busca de su sueño. La campeona de Europa Sub18 y subcampeona mundial Sub19 en 2024 hizo las maletas el pasado verano y se marchó a seguir los pasos de sus referentes.
Tenía por seguro que llegaba a un lugar donde la iban a recibir con los brazos abiertos porque las españolas son queridas y requeridas porque se han convertido en las grandes protagonistas, como confirman los premios de la temporada regular de este 2025 que se han otorgado en los últimos días. Sin lugar a dudas, la gran estrella es Daniela, elegida como mejor jugadora de todo el circuito americano y, como no podía ser de otra forma, está presente en el equipo ideal del año. Pero también su pareja habitual, Tania, ha sido incluida en el segundo mejor equipo del país. Y es que juntas ya han sumado más de 100 victorias para su equipo en el circuito en los últimos años.
Pero como la pareja estrella recibió el permiso de la universidad a principios de año para ausentarse durante una parte de la temporada para poder jugar en competiciones internacionales — como hicieron ya en 2024 para que confirmaran su plaza olímpica —, ha sido otra española quien ha ocupado su potencial para tapar ese agujero e ir cimentando la clasificación de las Frogs para las finales nacionales de la NCAA que se disputan este fin de semana: La cántabra Ana Vergara ha sido premiada en la mejor pareja del año de la TCU junto a la ucraniana Anhelina Khmil. Para redondear el palmarés español, la 'novata' Izuzquiza parece que ha caído de pie en su primer año en suelo estadounidense y ha sido votada como la mejor debutante de la conferencia BigXII.
Pero no solo a nivel individual. Entre victoria y victoria, celebradas siempre con un corro de manos en alto y dedos doblados que simulan su apodo de 'las ranas' [foto principal de la noticia], el equipo de las españolas se ha convertido en el número 1 del país en la encuesta a los técnicos de las distintas universidades.
El sueño americano
Allí viven el sueño americano en un equipo con canadienses, dos letonas, una alemana, una ucraniana y un sinfín de estadounidenses que han empezado a chapurrear algunas palabras en castellano, también gracias a la ayuda de las puertorriqueñas María González y Allanis Navas. Pero más allá del equipo de voley, las cinco españolas también están viviendo su aventura junto a otros muchos jóvenes españoles. "Nuestro grupo son diez españoles: tenistas, de golf... de todo", cuenta Álvarez a Relevo desvelando un pequeño reino español en Texas que pone la guinda a la calidad de vida estadounidense sin perder la esencia, como confirma Tania: "Hay una química española que no se pierde". Para desconectar del voley y del deporte, cada una tiene además su propio grupo de clase en las distintas carreras que están cursando.
Cada vez más promesas deportivas españolas dan el salto a marcharse a Estados Unidos y los motivos son de peso. Cuando terminen esta etapa, las españolas volverán como deportistas ya hechas, pero también se asegurarán volver con formación más allá de las pistas: por ejemplo, Daniela ya se ha graduado en Matemáticas y Ciencias Actuariales junto a un pequeño Grado en Economía, mientras que Tania se ha formado en Comunicaciones y Bellas Artes. "Poder compaginar los estudios con el deporte es espectacular", nos señalan. "Puedes dedicarte a ambas diariamente y te ayudan a que eso sea fluido. Por ejemplos cercanos, sabemos que en España la carrera se puede alargar más porque hay más sacrificio en la parte deportiva y hay veces que tienes que decidir. En Estados Unidos, puedes tener la prioridad en ambas cosas, pero bien conectadas".
"Si no tienes las notas que ellos requieren, no puedes competir y eso es una ley", señala una 'Dani' que todos los expertos encumbran como una jugadora dominante en la próxima década a nivel mundial. "¿Por qué? Los profesores avisan a los entrenadores si fallas a clase. Que piensen que es tan prioritario los estudios, te ayudan a que tú también te centres". Por si fuera poca ayuda, la gijonesa desvela que los deportistas reciben una atención a la hora de la conciliación deporte-estudios: "Los profesores me han respondido a las 10 de la noche, que en Estados Unidos es muy tarde, para ayudarme con exámenes".
Esta historia de formación y sueños no deja de ser un intercambio en especie, donde las españolas vuelven formadas en estudios y, a cambio, como está ocurriendo, llevan a la universidad a lo más alto de su deporte con la importancia que esto tiene en la idiosincrasia estadounidense. Y de esto, España ya se está aprovechando.