VELA

La revolución del hidrógeno: el futuro de la sostenibilidad en el mundo de la vela

La Copa América abre otro camino en la búsqueda de energías alternativas con las lanchas propulsadas por hidrógeno.

La lancha auxiliar del American Magic. /AMERICAN MAGIC
La lancha auxiliar del American Magic. AMERICAN MAGIC
Nacho Gómez

Nacho Gómez

Al igual que sucede con la Fórmula 1 en el mundo del automovilismo, la Copa América es el banco de pruebas en el que se implementan todas las innovaciones que van a marcar el camino en el mundo de la vela en el futuro.  Y en la edición de Barcelona se va a introducir una novedad que puede marcar el futuro de la sostenibilidad: el uso del hidrógeno como combustible.

Aunque este avance no afectará a la competición propiamente dicha, ya que los veleros que participan se mueven propulsados únicamente por la fuerza del viento, sí que va a tener un impacto notable en toda la flota de lanchas y barcos de apoyo que acompañan a la competición. Y, obviamente, de cara al futuro va a repercutir en la limpieza de los campos de regatas al abandonar las emisiones que produce la gasolina.

Prohibido el uso de la gasolina tradicional

El protocolo de la Copa América de Barcelona prohibe expresamente el uso del combustible procedente del petróleo en toda la flota presente en el campo de regatas; de hecho, los equipos están obligados a que su lancha de seguimiento ya esté equipada con un la tecnología necesaria para ser propulsada por hidrógeno.

De momento, el propio New Zealand, el American Magic y el Luna Rossa son los tres equipos que tienen trabajando a sus equipos de diseño en el desarrollo de esta lancha, mientras que Alinghi e Ineos están esperando a la evolución de estos diseños para decidir por cuál apuestan.

Toyota, pieza clave en la decisión

Esta medida viene promovida por uno de los principales patrocinadores del New Zealand, que al ser el defensor de la Jarra de las Cien Guineas tiene la potestad de poner estas normas: Toyota. La firma automovilística está volcada en un proyecto para optimizar el uso del hidrógeno en la propulsión de las motorizaciones, pero aún queda un largo camino por recorrer sobre todo pensando en la regulación y los puntos de repostaje.

La Copa América va a permitir que Barcelona sea un excelente campo de pruebas para ello, ya que la Ciudad Condal va a ser pionera a nivel mundial a la hora de fijar la regulaciones y homologaciones para el repostaje del hidrógeno. A nivel práctico es muy similar al de la gasolina, ya que los barcos lo recargan en un depósito en formato líquido, aunque el rendimiento del hidrogeno es mucho mayor que el de la gasolina tradicional. El hidrógeno no alimenta directamente al motor, sino que va a parar a una batería que, a su vez, transmite la energía a un motor eléctrico.

Aún es pronto para saber si el hidrógeno se impondrá a la electricidad almacenada en baterías como futuro combustible de los barcos, sea procedente de recursos eólicos o solares o no, pero lo que está claro es que gracias a la Copa América Barcelona va a tener muchísimos ojos puesto en el rendimiento y la eficiencia de esta alternativa.