Jordi Xammar: "Llevo toda la vida soñando con el oro olímpico"
El bronce olímpico ha ganado el mundial de 470 en su sexto intento y aspira a todo en los Juegos junto a Nora Brugman.
Jordi Xammar y Nora Brugman son una de las apuestas más claras de medalla para la vela española en los Juegos Olímpicos de este verano, cuyo campo de regatas estará en aguas de Marsella. Después de lograr cinco medallas de plata o bronce de manera consecutiva desde 2018, la semana pasada lograron el oro en el Mundial de la clase 470.
Xammar atiende a Relevo pocas horas después de colgarse la ansiada medalla del cuello. Se encuentra en Granada, el paraíso donde reside desde que se casó con su mujer y que le permite oxigenarse mentalmente y quemar horas de cardio en la bicicleta entre regata y regata.
¿Cómo va la resaca del Mundial? Desde 2018 consiguiendo podio en todos los mundiales y por fin habéis logrado el oro...
Sí, por fin... Era algo que teníamos entre ceje y ceja en este Mundial, que era el último de la campaña en año olímpico y era en España, lo que lo hacía más especial. En los últimos cinco habíamos hecho medalla pero nunca lo habíamos ganado, así que nos hacía muchísima ilusión. Nos lo marcamos como objetivo muy claro de la temporada y lo conseguimos, fue muy especial. Fue un campeonato muy duro y muy largo en el que tuvimos que saber sufrir y aguantar cuando no era nuestro momento y saber apretar cuando tocaba, por lo que estamos muy contentos de nuestro rendimiento.
¿Volveríais felices de los Juegos con algo que no fuese el oro?
Sí... Queremos ser campeones olímpicos porque es lo que siempre he soñado desde que soy pequeño y mentiría si dijera que no es lo que quiero, pero a la vez somos plenamente conscientes de que una medalla olímpica es algo increíble, lograr otro bronce en mi caso o una primera medalla para Nora estaría genial. ¿Quién me hubiera dicho a mí que podría llegar a ser bimedallista olímpico? Eso es algo que hay que valorar, no se puede despreciar. Sé perfectamente lo difícil que es, así que si volvemos de París con una medalla olímpica volveríamos muy felices.
Da la sensación de que llevéis años y años navegando juntos Nora y tú pese a que estáis solo tres años juntos por la compenetración que se os ve...
Sí, la verdad es que increíble... Como bien sabes, en un 470 la compenetración entre los dos tripulantes es algo que sin ello no vas a ningún lado y con Nora la verdad es que tenemos una excelente relación. Nos conocemos desde que somos pequeños y ella lo dice en broma, pero es como si fuéramos hermanos y la verdad es que la excelente relación que tenemos se transmite en el agua sin duda. Tenemos una ventaja competitiva con nuestros rivales en este aspecto y sabemos de la importancia que tiene, es una gran ventaja.
Estos van a ser tus terceros Juegos Olímpicos. Ya ha llovido desde que debutaras en Brasil en 2016 con Joan Herp...
Sí, a Joan además lo sigo viendo, de vez en cuando vamos a cenar y él ahora está trabajando en lo suyo. La verdad es que es una etapa que la recordamos genial, éramos dos tíos de 18 años que íbamos como locos por el campo de regatas, y no sabíamos cómo pero siempre acabábamos por delante... Era todo como un juego, fue una etapa muy feliz, no había preocupaciones y todo era navegar por divertirse.
¿El 470 es un velero que siempre se mejora edición tras edición o ya está totalmente optimizado? Creo que habéis colaborado incluso con Gonzalo Redondo...
Siempre se puede mejorar. Si el 470 siguiera 20 años más, lo seguirían mejorando... Así es como lo enfocamos nosotros y sí, hemos tenido la suerte de trabajar con Gonzalo. Poder tener a alguien en nuestro país al que puedes llamarle para avanzar en el 470 y a la vez está diseñando el Alinghi de la Copa América es la bomba. Todo el tema del desarrollo del barco es un trabajo difícil porque es fácil perderse y liarse, pero en este tema cuento mucho con mi padre, que viene el mundo del motociclismo y está a la orden del día. Tenemos también esa suerte de contar con su experiencia, nos ayuda sobre todo a no perder el norte.
Este año tenemos la Copa América en tu tierra, en Barcelona. ¿Puedes evitar mirarla de reojo mientras preparas los Juegos?
Bueno, ahora mismo estoy extremadamente centrado con los Juegos Olímpicos porque como te decía desde pequeño mi sueño ha sido el de ser campeón olímpico, por lo que estoy entregado al cien por cien al que ha sido mi sueño de toda la vida y eso te impide tener la cabeza en otro lado. Pero bueno, cuando voy por Barcelona y veo los barcos en el agua y las bases de los equipos aún me cuesta de creer. Es algo increíble y que tenemos que disfrutar de esta grandísima competición que tenemos en nuestra casa, y cuando acaben los Juegos Olímpicos me iré directo para disfrutarla. Además, la familia de mi mujer tiene un barco en el Real Club Náutico de Barcelona y dormimos allí muchas veces y claro, te levantas por la mañana y ves los barcos en las grúas y es una pasada.