VELA

Gisela Pulido lamenta el fallido debut del kite olímpico

La diez veces campeona mundial de freestyle lamenta el debut de una disciplina en la que solo se pudieron disputar seis regatas.

Gisela Pulido navega a bordo de su kite. /SAILING ENERGY
Gisela Pulido navega a bordo de su kite. SAILING ENERGY
Nacho Gómez

Nacho Gómez

Gisela Pulido ha afrontado una de las campañas olímpicas más valientes de la expedición española. Diez veces campeona del mundo de freestyle, el kite de piruetas, la catalana decidió apostar por el cambio al Formula Kite, una especialidad de velocidad pura que ha debutado en los presentes Juegos Olímpicos y cuyo estreno ha evidenciado muchas carencias en su concepción.

Gisela ha acabado en la duodécima plaza de una clase en la que solo se han podido disputar seis regatas. "Todo el mundo sabía que Marsella es un sitio complicado para el kite por el viento que tiene, pero solo hemos hecho seis de las 16 regatas que había previstas. Al final, siento que no me han dejado demostrar mi nivel. Ha sido agridulce, la verdad es que estoy enfadada con los jueces", se lamenta.

Uno de los mayores problemas que ha mostrado tener esta disciplina olímpica es el enorme volumen de peso que tienen que alcanzar los deportistas para rendir bien. "Yo he subido de 52 kilos que pesaba hasta los 63, pero las regatistas que dominan la clase siguen pesando veinte o treinta kilos más que yo. Es una pena ver a los regatistas por la playa, no parecemos ni deportistas... Me da un poco de vergüenza", reconoce.

Además, en opinión de Gisela el jurado no ha ayudado a que haya variedad de condiciones. "Con poco viento, la mitad de la flota dejaba de volar y se caía, con lo que el jury anulaba la prueba. Yo soy más ligera y tengo ventaja en esas condiciones, pero si siempre que se dan anulan ya es más complicado", relata.

De cara al futuro, Gisela tiene claro que solo seguirá en la clase si cambian un poco las condiciones para rendir. "Yo soy muy competitiva, y aunque los Juegos son un sueño yo no había venido aquí a quedar la doce. Quiero ir a Los Ángeles y luchar por la medalla con la experiencia que tengo ahora, pero también quiero ser realista y no quiero sufrir tanto como he sufrido en una campaña en la que me he visto técnicamente muy bien, pero físicamente que no llegaba. Tendría que ver que las cosas cambian mucho en la clase, están hablando, no de limitar el peso y que el peso de la flota baje, pero bueno de ahí a que se haga queda tiempo", concluye.

Lo cierto es que la ola de calor que ha habido en Marsella durante todas las fechas de la vela olímpica ha generado una situación que no ayuda nada a promocionar la vela. Los regatistas asumen que estas cosas pasan, pero tener a todo el mundo pendiente de una regata y que se anule a mitad y se aplace al día siguiente es un drama. Además de la poca espectacularidad de las regatas con poco viento, interesantes tácticamente para los aficionados a la vela, pero un tostón para el resto del mundo.