¿Cómo reparó Luna Rossa el barco en el agua? El secreto se llama cuben
Un antiguo tejido de velas hace de cinta americana 'tope gama' para reparar los barcos de alta competición.
La presente edición de la Copa América no deja de sorprender. En la jornada de hoy, Luna Rossa ha conseguido reparar unos daños en su cubierta provocados por un fuerte pantocazo con la proa gracias a una especie de cinta americana espectacular que responde al nombre de cuben y que está hecha un material que se utilizaba anteriormente para confeccionar velas.
La jornada empezó francamente complicada para el Luna Rossa. Tras perder por poco la salida de la primera manga ante Ineos, que llegó primero a barlovento, un problema con el foil al montar la puerta hizo que el Luna Rossa hundiera la proa en el agua provocando su retirada en esa primera manga, con lo que Ineos se adelantaba en el marcador por 4-3.
En ese momento surgieron muchas dudas: el pantocazo provocó diversos daños varias piezas de la cubierta, incluyendo algunas grietas que no tenían muy buena pinta. Sin embargo, en unos minutos el velero italiano se llenó de una veintena de miembros del equipo de tierra, que son auténticos virgueros del asunto. Los expertos, además de reparar otros problemas menores como la veleta del bauprés, se pusieron manos a la obra y con un rollo que parecía cinta americana repararon el tetris en el que se había convertido aquello.
El caso es que esa especie de cinta americana es un material que se llama cuben y que anteriormente se usaba para diferentes tipos de velas, como algunas de rumbos abiertos que se utilizaban en la Barcelona World Race. Es un tejido rígido y muy ligero a la vez, laminado, que lleva uno de los pegamentos más potentes que existen y que hoy en día se utiliza para diversas reparaciones en los veleros de alta competición.
Su eficacia ha sido de tal calibre que no solo ha permitido al Luna Rossa volver a competir en la segunda manga del día, sino que se ha llevado una brillante victoria que devolvió el empate al marcador. Los italianos ganaron media manga ya en la presalida, ya que además de cruzar antes la línea, vieron cómo el Ineos incurría en un penalty garrafal pisando los límites del campo y llevándose otros 75 metros de desventaja.
Posteriormente, y pese a las duras condiciones de viento, el Luna Rossa navegó de fábula para mantener y agrandar su ventaja. Y eso que Ineos llegó a batir de nuevo el récord de velocidad, con 55,5 nudos en la última monta de baliza, pero este registro no fue suficiente para superar a los italianos.