VELA

222,4 km/h en un velero terrestre: nuevo récord del New Zealand

El defensor de la Copa América destroza el registro anterior con su prototipo terrestre impulsado por el viento.

El Honoroku, durante su récord en el Australia. /EMIRATES TEAM NEW ZEALAND
El Honoroku, durante su récord en el Australia. EMIRATES TEAM NEW ZEALAND
Nacho Gómez

Nacho Gómez

Ya lo avisábamos el pasado 8 de noviembre: el New Zealand, actual defensor de la Copa América, había decidido aprovechar la tecnología desarrollada en sus veleros para asaltar el récord de velocidad en tierra de un vehículo propulsado únicamente por la fuerza del viento. Pues bien; no sólo lo han conseguido, sino que lo han destrozado fijándolo en unos increíbles 222,4 kilómetros por hora.

El récord anterior estaba en poder de Richard Jenkins con 202,9 km/h, un registro que perduraba desde el 29 de marzo de 2009, con lo que han sido necesarios más de 5.000 días de evolución tecnológica para rebajarlo; aún así, el New Zealand no se ha dado por conforme y tienen previsto en 2023, cuando pasen las Navidades, rebajar aún más este récord.

Este nuevo récord se ha logrado en el lago Gairdner, en Australia, una antigua laguna seca cuyas condiciones le hacen una superficie idónea para este tipo de retos. El viento que se ha registrado durante la prueba ha sido de 22 nudos, con lo que tiene mucho sentido que el New Zealand pueda seguir rebajando la plusmarca si logra una jornada con dos o tres nudos más de viento, algo bastante probable en la zona.

Glenn Ashby, patrón del vehículo, estaba muy contento con el récord, pero no podía evitar estar pensando ya en rebajarlo. "Obviamente, el equipo y yo estamos entusiasmados por haber ido a vela con el Horonuku a la velocidad más rápida de la historia, impulsado solo por el viento. Pero sabemos que el Horonuku puede alcanzar velocidades mayores con más viento y mejores condiciones", avisa.

Uno de los grandes responsables de este proyecto ha sido el histórico mecenas del New Zealand, Matteo di Nora. "El proyecto Landspeed ha sido una nueva oportunidad para ampliar los límites en los campos de la aerodinámica, las fuerzas estructurales, los métodos de construcción y los materiales. A menudo se subestiman las tecnologías que exploramos en desafíos como este o en una campaña de la Copa América, que son la base de la tecnología del mañana", afirma.

Ahora solo queda esperar a que pasen las Navidades para ver cuál es el límite real del Honoroku, que seguro que no ha entrado por última vez en el libro Guinness de los récords.