Hace dos semanas ni se conocían y ahora ganan el US Open: "¿Estás buscando pareja?"

Advertencia: las líneas que leerán a continuación no son el argumento de ninguna película de éxito estadounidense. Anna Danilina y Harri Heliovaara son nuevos campeones del US Open, en su categoría de dobles mixtos, tras imponerse en la final a Pegula y Krajicek. En ocasiones, lo importante no es el resultado. Lo que se suele decir: el camino es la meta. Y la historia de estos dos, forjada a fuego por el destino, pasará a la posteridad como un hecho insólito. Antes de jugar el torneo ¡ni siquiera se conocían!

Anna Danilina y Harri Heliovaara entraron por casualidad al mismo tiempo al despacho del supervisor, para inscribirse en el US Open. Para ese momento, ninguno de los dos tenía pareja y buscaban que la fortuna se aliase con ellos para poder participar. En ese momento intercambiaron unas palabras que les cambiarían la vida. Según ellos mismos han desvelado, él se dirigió a ella: "Hola, ¿quién eres, estás buscando una pareja?".

En ese momento, acordaron ser pareja para el torneo. Jamás se habían visto antes, no sabían la existencia el uno del otro, ya que son tenistas que nunca tuvieron un ránking elevado en el individual ni fueron reconocibles dentro del circuito, más allá de algún resultado brillante de ella en el dobles. De hecho, la cuenta oficial del US Open ha tuiteado por primera vez el nombre de Heliovaara este sábado. Como paralelismo, es como si en la vida real bajas a comprar el pan y acabas conociendo al amor de tu vida. Un hecho insólito.

Si la historia de por sí ya resulta sorprendente, los detalles lo convierten en una auténtica epopeya. Antes de la disputa de su primer partido, Heliovaara apenas tuvo tiempo para calentar ya que venía de jugar el dobles masculino. En ese momento, la pareja apenas se conocía, ni siquiera había tenido tiempo para ejercitarse junta. Increíble, pero cierto: ella calentó sin él y cuando se juntaron tocó hacer una pregunta incompatible con ganar un Grand Slam. O eso creería cualquiera. "¿En qué lado sueles jugar? Hagámoslo".

Sí, antes de debutar ni siquiera sabían en qué lado jugaba cada uno y diez días después se han coronado como campeones de Grand Slam. Además, contra Pegula, actual número 3 del ránking WTA, y Krajicek. Con el paso de los juegos, los protagonistas de esta rocambolesca historia fueron adquiriendo química sobre la pista, en tiempo exprés.

En un Grand Slam, de ritmo frenético y con varias categorías, apenas hay tiempo para disfrutar. Y mucho menos para conocerse. La organización, de hecho, desveló varios detalles de cada uno de los integrantes de la pareja, para sorpresa del otro, que no sabía mucho más que el nombre y la edad.

Danilina se graduó en economía en la Universidad de Florida y era ahí precisamente donde competía en tenis. De hecho, fue nombrada MVP en 2018. De ahí dio el salto al circuito, especializándose en dobles. Alcanzó el número 12 del ránking mundial en 2022 y llegó a la final del Open de Australia junto a Haddad Maia. Allí cayeron frente a Krejcikova y Siniakova, sin saber si el tenis aún le reservaba la posibilidad de tocar el cielo con uno de los cuatro grandes.

Todos estos detalles eran desconocidos por Heliovaara, que ya había reconocido que no conocía a su compañera. Él decidió colgar la raqueta durante cuatro años, de 2013 a 2017. En ese tiempo trabajó como consultor y se especializó en Ingeniería Industrial. Este mismo año se ha convertido en padre por primera vez. Su vida, de la que Danilina tampoco tenía ninguna información.

Este intercambio se produjo tras su victoria en semifinales, para la perplejidad de los allí presentes. "No sabía nada de esto", confirmó él. Ahora, tras ganar la final se abrazaron y confirmaron que la química entre ellos ya era total. Bueno, y también festejando los 170.000 dólares de premio que se lleva la pareja campeona de la modalidad de dobles mixtos en este US Open. Todo empezó con un "hola, ¿estás buscando pareja?".

Por el camino, Danilina y Heliovaara vivieron el día a día de un Grand Slam. Torneos que habitualmente en sus carreras deportivas han apreciado como espectadores o se han despedido de ellos en cuestión de unos días. Ella, algo más acostumbrada; él viviendo un sueño. "Al viajar a Nueva York no hubiera pensado jamás que jugaría en el dobles mixto, pero disfrutemos del viaje ahora que podemos", escribió él en un blog en el que ha narrado su experiencia en Estados Unidos.

Tras las semifinales, fue algo osado y opinó: "No hemos alcanzado un nivel muy alto en términos de jugabilidad, pero no viene mal en el deporte de los resultados. Basta con ser mejores que los oponentes". Curioso grado de exigencia del finlandés, que pareció por un momento olvidar que dos semanas antes Danilina no había aparecido en su vida.

"Anna y yo entrenamos en el momento más caluroso del día y tuvimos que luchar mucho para superar el entrenamiento con honor. Nuestro objetivo era también disfrutar con lo que hacíamos mientras", apuntó otro día. Y siempre elogiando a su compañera: "Ha jugado un partido casi perfecto, impecable. Es fácil jugar junto a ella".

También aprovechó sus dotes de escritor para relatar cómo fue el momento en el que se conocieron: "Era completamente desconocida para mí, nos encontramos y estábamos buscando pareja mixta. No me arrepiento en absoluto de haber terminado jugando con ella. La química funcionó muy bien, teníamos muchas ganas de ganar y nos apoyamos muy bien en los momentos difíciles". Aquello lo escribió tras la primera ronda. Ahora lo podemos confirmar: efectivamente, no se arrepintió.

La mejor definición de lo que son y ahora ya serán por siempre, la ofreció él en este popular blog: "Pudimos divertir un poco al público diciendo que Anna y yo nunca nos habíamos visto". Así se ha dado una historia más propia del cine que de la realidad. El día en el que saliste a por el pan y volviste con un anillo. El día en el que te encontraste con un desconocido en la oficina del US Open y salisteis campeones. Deporte, vida y hazaña. Desde hoy y para la posteridad: Anna Danilina y Harri Heliovaara.