TENIS

Título en Nueva York, baño de masas en Belgrado y Davis en Valencia: las 72 horas más locas de Djokovic

El público serbio recibió a su ídolo junto a las selecciones de baloncesto 5x5 y 3x3.

Djoković saluda a la afición./REUTERS/Novak Djurovic
Djoković saluda a la afición. REUTERS/Novak Djurovic
Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

No estaba confirmada la presencia de Novak Djoković este martes en Belgrado, donde iban a ser homenajeados las selecciones de baloncesto de 5x5 y 3x3 por su plata mundial y oro europeo, respectivamente. Pero el mejor tenista de la historia —así lo demuestran sus 24 Grand Slam, el que más— finalmente compareció en el balcón y se dio un baño de masas... que le llevó a las lágrimas.

Ni 48 horas han transcurrido desde que el serbio levantó el US Open en la Arthur Ashe al vencer a Daniil Medvedev (6-3, 7-6 y 6-3). Lo ha hecho este martes, en un día en el que, precisamente, su país saltaba por primera vez esta semana a la Fonteta para disputar la fase de grupos de las Davis Cup Finals.

Valencia será, de hecho, el próximo destino de Nole. Le espera una cita el viernes, ante España, y otra el sábado contra Chequia. Eso sí, sin Carlos Alcaraz enfrente. Por lo tanto, aprovechó la pausa de tres días hasta su siguiente partido para subir al lugar en el que soñaba con estar desde pequeño, como él mismo aseguró, micrófono en mano. "Antes yo estaba ahí abajo celebrando".

Djoković encabezó, también, los cánticos de "¡Boriša, Boriša!", hacia Boriša Simanić, jugador del equipo nacional balcánico de baloncesto 5x5 (y de Casademont Zaragoza) que tuvo que despedirse del Mundial antes de tiempo al perder un riñón durante un encuentro a raíz de un golpe sufrido. Terminó su discurso con un "¡Viva Serbia!" delante de los millares de personas que se juntaron frente al edificio de la Asamblea Nacional, en Belgrado.

Discurso de Nole

"Buenas noches Serbia, buenas noches Belgrado... Gracias por venir en gran número. Por favor... Hay momentos raros en los que uno se queda sin palabras, estoy temblando y no sé qué decir, y tengo mucho que decir. En primer lugar, quiero felicitar a los campeones y jugadores de baloncesto por su gran éxito. No sólo este año, sino también a lo largo de la historia y les agradezco por aceptarme para formar parte de esta celebración y pasar un rato juntos esta noche. Esta es la realización de un sueño de mi infancia por una gran razón, y es que cuando era niño, como muchos de mi generación y de otras generaciones, estaba allí entre la multitud y celebraba grandes medallas en baloncesto, waterpolo, voleibol y otros deportes, campeones que representaron a Serbia en el mundo.

He estado en el balcón varias veces, pero esto no tiene precio, es irremplazable y nunca volverá a suceder. Definitivamente. Este sentimiento... Estar aquí al lado de grandes campeones y grandes personas con quienes gracias a Dios tengo una relación amistosa, y hablé con algunos de ellos antes de salir de aquí y les dije que sentía su armonía y unión. Eso es lo que nos trajo aquí, y no sólo el éxito de la final del Mundial, sino ese momento de humanidad que mostraron. ¡Borisa, Borisa! es el héroe de la nación y merece que todos canten por él. Quiero decirles que todos estamos de fiesta y termino con esta frase: Ninguna nación en el mundo tiene este espíritu que tenemos nosotros. ¡Viva Serbia!"