CONDE DE GODÓ

Con el regreso de Nadal vuelve el runrún de siempre al vestuario: "Siempre dicen que es imposible, pero..."

Sus rivales, como De Miñaur, Rublev, Tsitsipas o Ruud, hablan del regreso del manacorí y de sus siete vidas.

Rafa Nadal, en las pistas del Godó, este martes en su estreno. /Pau Barrena / AFP
Rafa Nadal, en las pistas del Godó, este martes en su estreno. Pau Barrena / AFP
Nacho Encabo
Alberto Martínez

Nacho Encabo y Alberto Martínez

Rafa Nadal lo eclipsa todo en el Real Club Tenis de Barcelona. Lleva seis días por sus pistas, de un lado para el otro en la que es su casa, saboreando cada rincón porque puede ser, cómo él mismo ha reconocido, el último Conde de Godó de su carrera. Pasó este martes después de ganar a Cobolli en su estreno, en el regreso a la tierra (2-6 y 3-6), cuando centenares de aficionados, la gran mayoría niños y jóvenes, le esperaban en uno de los pasillos para conseguir fotografías, autógrafos... De todo.

Siempre junto a su equipo también ha sido prudente en las declaraciones, con el freno de mano puesto por los precedentes desde hace un año y medio, que lo envían más a la enfermería que a las pistas. Aunque ahora disfruta de otra oportunidad. Nadal siempre vuelve.

Para sus rivales, Nadal es aquel gato que tiene siete vidas y que no se sabe nunca cuando será la última de su carrera deportiva. "Mi cuerpo es una selva, no se ahora que me voy a encontrar", dijo. El circuito ha acogido su vuelta con entusiasmo y alucinación. "He jugado mucho contra él, pero nunca he tenido la suerte de hacerlo en tierra. Es una leyenda, todo el mundo estará de acuerdo en eso. Ha demostrado el camino de cómo tiene que ser la actitud y la mentalidad en una pista", comentó Alex de Miñaur, curiosamente el rival del manacorí en estos dieciseisavos de final este miércoles (a partir de las 16:00). "Será difícil, ha empezado muy bien la temporada", se limitó a decir Nadal.

Ruud y Rublev se rinden a él, y Tsitsipas le mete: «És es el favorito»

El propio Casper Ruud, que llegó este lunes a Barcelona, también se sumó a las alabanzas: "Es muy emocionante que juegue. Tanto él como Roger y Novak tienen mucha influencia en el circuito y siempre hay un ambiente especial en el torneo cuando lo hacen". Incluso Rublev, que se estrenó este martes en un partido para olvidar con derrota ante el estadounidense Nakashima, se pone nostálgico cuando habla de la circunstancia de un tenis sin una de sus estrellas pero también de la capacidad de superación del mallorquín: "Ha demostrado tantas veces que vuelve de situaciones difíciles que ahora es complicado pensar en esas cosas. Siempre que se lesionaba había que gente que decía que era imposible. 'Ahora es seguro', 'Ahora ya sí que sí'... pero siempre vuelve".

Pese a su eficiente debut ante el italiano Cobolli, a nadie se le escapa que su trayectoria ya no será muy longeva, lo que ya empiezan los homenajes de algunos de sus rivales en las interioridades del Godó. "Desafortunadamente, se acerca el final de Rafa y le vamos a echar mucho de menos, pero vamos a intentar disfrutar lo que queda", dijo De Miñaur, que este miércoles lo sufrirá en la pista. "Cuando todo acabe se irá a casa y dormirá tranquilo en su cama sabiendo que nadie va a tocar su récord de Roland Garros. Ha conseguido cosas increíbles dentro y fuera de la pista", argumentó el tenista con nacionalidad española.

El propio Rublev no se hace a la idea ("es difícil ser consciente de que puede ser una de las últimas veces que juegues o entrenes contra él") y Ruud se une al carro de las despedidas: "Desafortunadamente, se acerca el final de Rafa y le vamos a echar mucho de menos, pero vamos a intentar disfrutar lo que queda".

Hay otros, en cambio, que no se fían de Nadal, como el ahora mismo favorito número uno para ganar este Godó, el reciente triunfador de Montecarlo, Stéfanos Tsitsipas. Favoritos para todos, menos para él mismo, curado de espantos (ha perdido ya dos veces ante Nadal en la final en Barcelona, una de ellas cuando ya tenía el partido en su mano). "Nadal es Nadal. Él vuelve y seguro que jugará bien. Va a ser muy competitivo, como siempre, para mí es uno de los torneos más difíciles", dijo con una sonrisa.

Nadie se fía, todos le respetan, todos se asombran de Nadal. Aunque él se se aleje de los favoritismos y generé incertidumbre por su estado físico, en el circuito siguen alucinando con él. Su puesta en escena lo alimenta todavía más.