El "hermano pequeño" de Corretja reta a Nadal: "Yo gané un torneo y me vacié; no entiendo las ganas que tiene Rafa todos los días"
El argentino Pedro Cachín, apadrinado por Corretja desde 2014, se mide este lunes a Nadal en Madrid y sueña tras superar esta semana la peor racha de su carrera.

Cuando Pedro Cachín aterrizó hace una semana en Madrid, su cabeza estaba llena de nubarrones. El argentino acumulaba 15 derrotas seguidas en el circuito y no ganaba un partido desde los cuartos de final del Challenger de Shenzhen disputado en noviembre. Para ver su última victoria en el circuito ATP había que rebobinar hasta julio. Ha llovido mucho desde entonces. Pero de repente, en la Caja Mágica, el cielo se ha abierto para Cachín.
El número 91 del ranking mundial encontró la luz en la primera ronda del Mutua Madrid Open ante Sebastian Ofner y el sábado tumbó a Frances Tiafoe por 7-6, 3-6 y 6-4 para plantarse en la tercera ronda. Ahí le espera nada menos que el renacido Rafael Nadal en el estadio Manolo Santana. Algo impensable para él viendo la racha de resultados que llevaba.
"El momento clave fue hace tres semanas, cuando tuve una charla muy profunda con mi equipo. Dije lo que realmente sentía y ellos, sobre todo Álex Corretja, que me conoce como si fuese su hijo, lo entendió muchísimo, me dio su punto de vista y ahí hubo un punto de inflexión", reconoce Cachín, de 29 años, en una entrevista con Relevo.
En mitad de la charla el suelo empieza a temblar. "¿Ha ganado Rafa, no?", pregunta el argentino. Efectivamente. Y le cambia la cara al tenista que se mudó a Barcelona en 2014. Desde entonces tiene a Corretja como un gurú. "Es como mi hermano pequeño", suele decir el extenista catalán, que está comentando estos días el torneo para Movistar+.
¿Qué se siente después de una victoria como la de Tiafoe?
La verdad es que estoy muy, muy contento. Necesitaba un partido así para revalidar que cambie el rumbo de mi año. Creo que viene siendo un año muy difícil para mí, con muchos cambios. He sufrido mucho. La verdad es que estar ahora en la tercera ronda de Madrid es una caricia al alma.
¿Qué ha sido lo más difícil de todo este proceso?
Encontrar el porqué jugar al tenis. La verdad es que por más que muchos quizás no entiendan muy bien a lo que voy, desde que gané el año pasado Gstaad, se me fueron como los objetivos. Como que cumplí todo lo que me había propuesto en mi carrera y en mi vida tenística. Entonces me costó muchos meses volver a encontrar el porqué luchar. Por más que me pueden decir que económicamente es mucho lo que hay que luchar, yo me había vaciado y nada. Y hace un par de semanas ya de a poquito fui llenando el vaso de nuevo y hoy la verdad que estoy muy contento.
"Jugué con Djokovic en la central de Wimbledon, tengo el privilegio ese y más miedo que ahí no voy a pasar"
¿Cómo se encuentra de nuevo la confianza?
Es cosa de muchos meses. Tenés que ir chocándote. Yo me fui chocando, sobre todo con tu entorno, que te conoce, comunicando mucho qué es lo que estás sintiendo y a ver si te pueden ayudar. Y chocándote y aprendiendo. Yo confío siempre en los procesos, confié toda mi carrera en que todo llega a su tiempo, siempre y cuando lo trabajes y un poco te lo merezcas. Yo creo que no me merecía dejarme ir tanto, pero bueno, me tocó e hice el duelo que me tocó hacer de la manera que supe. Entonces hoy estoy acá, feliz y muy contento de estar en la tercera ronda.
¿Hay algún momento clave en el que sintieras que las cosas estaban cambiando?
Hubo muchos momentos tanto malos. De hecho, hubo más momentos malos que buenos. ¿Cuándo cambió? Hace muy poco. El momento clave fue hace tres semanas, cuando tuve una charla muy profunda con mi equipo. Dije lo que realmente sentía y ellos, sobre todo Álex Corretja, que me conoce como si fuese su hijo, lo entendió muchísimo, me dio su punto de vista, hubo un punto de inflexión y de ahí fue todo para mejor.
¿Dónde fue esa conversación con Álex?
En casa, en San Cugat del Vallés. En Barcelona.
Ahora vas a jugar con Nadal aquí en Madrid.
Es uno de los objetivos de la vida. Jugué con Djokovic el año pasado en el central de Wimbledon. Jugar con Rafa es, por supuesto, un sueño. Yo lo veo desde, no sé, 2005 creo que fue el primer Roland Garros. Me acuerdo de verlo un domingo en la cama y ahora que me toque jugar... Lo afrontaré con mucho miedo seguramente, pero tendré tiempo para pensar realmente qué es lo que quiero para ese partido.
Además, será en la central.
Sí, sí, por supuesto. De todas maneras, ya he jugado por suerte en pistas grandes. Jugué en la central de Wimbledon, tengo el privilegio ese y más miedo que ahí no voy a pasar. Así que nada, lo disfrutaré y por supuesto que competiré de la manera que pueda.
que los tenistas que jueguen ahora con Nadal pueden sentir más nervios por el hecho de que esté más cerca de su retirada. ¿Crees que el lunes saldrás con más respeto por la edad que tiene?
No sé si tanto por la edad. A ver, yo quiero ganar, por supuesto. Sí que me pasó con Djokovic, fue en otro ambiente y él llegaba y era el campeón de Wimbledon, venía a ganar Wimbledon otra vez y no lo ganó por muy poco. Ahí tuve mucho miedo, sobre todo en el primer set, pero me ayudó la lluvia, paré, volví y ya jugué tranquilo. Yo creo que ahora tengo mucho tiempo para preparar el partido. Y lo tomaré para disfrutarlo, pero también usaré de los partidos anteriores, en este caso con Novak, de experiencia. Con esta gente no hay que entrar a jugar, hay que entrar a ganar. Y creo que él está en un nivel hoy que nos deja por lo menos jugar. Entonces, si me decís que juego con el Nadal de hace cinco años, te digo 'Mirá, no voy a entrar a ganar'. Eso me ocurrió el año pasado con Djokovic. No entré a ganar, entré a jugar. Hoy yo creo que con Rafa se puede apuntar a hacer un gran partido por lo menos.
¿Te imaginabas tener esta oportunidad después de estos meses?
Es el tenis. El tenis tiene esas cosas que te puede sorprender para mal y te puede sorprender para bien. Va en contra de toda predicción. Yo creo que es un deporte muy lindo, que hay que entenderlo un poco, aunque muchas veces no se entiendan los resultados. Creo que en cierto punto me gané estar donde estoy y merezco un partido como contra Rafa.
¿Qué es lo que más te asombra de Nadal?
Lo que más me asombra de ellos, de Rafa, Murray, Federer y Djokovic son las ganas que tienen. Me asombra porque yo lo viví, gané un título y me caí, o sea, me vacié. Y ellos como que todo el tiempo le encuentran algo. No sé si es que están automáticos o que realmente son competidores natos y quieren ganar a lo que sea, que probablemente sea. Entonces, me sorprende mucho eso. No entiendo las ganas que tiene Rafa todos los días. Yo lo vivo en carne propia y no tengo ganas todos los días. Y muchas veces son menos de las que más. Me sorprende mucho que a día de hoy, después de todo lo que hicieron, sigan viniendo como si fuese el primer día, con la misma ambición, y levanten al público. Y que se levanten ellos cada día. Que si hace viento, o llueve, o hace calor, sigan estando ahí.
¿Tú te imaginas jugando con 38 años?
La verdad que no, pero bueno, el tiempo dirá.