Paula Badosa encuentra la última pieza del puzle: "Antes solo pensaba en ganar e irme, ahora lo disfruto"
Ha reconstruido su tenis, su cabeza y su físico después de tocar fondo en hace apenas ocho meses. Este martes reta a Gauff en los cuartos de Australia.

Paula Badosa tenía muy claro, desde muy jovencita, que su objetivo en el tenis era sentarse en la mesa de las mejores. Tenía esa ambición y ella, cabezota y testaruda, erre que erre, no descansó hasta que en aquel 2021 levantó Indian Wells y alcanzó las semifinales de las WTA Finals para aparecer unos meses después en el número dos del ranking mundial. El camino no había sido nada fácil, porque en su irrupción en la élite, las constantes comparaciones con Maria Sharapova y las expectativas la mandaron al diván.
De aquella depresión al final de su adolescencia emergió una Badosa fuerte y valiente, capaz de plantar cara a las mejores en los mejores escenarios. Las piezas del puzle estaban todas encajando a la perfección y en 2022, el año después de su gran explosión, ganó el título en Sídney y logró mantenerse entre las 15 primeras posiciones del ranking mundial. Nada mal en un deporte tan volátil como el tenis.
Todo, sin embargo, se empezó a torcer en aquellos últimos meses de 2022. Los resultados desaparecieron y cerró el curso perdiendo nueve de sus últimos 11 partidos. La confianza iba en caída libre y el inicio del curso 2023 no ayudó, desde luego. Una lesión le impidió jugar en Australia y después, en mayo, llegó el golpe que hizo que todo saltara por los aires, la maldita rotura de la vértebra L-4. El puzle se había deshecho: había que reconstruirlo.
"Antes quizás no me daba cuenta de esas cosas, sino que solo pensaba en entrar, ganar e irme a otro partido. Ahora disfruto estar en la pista, disfruto del viaje de mi carrera tenística"
Badosa desapareció del mapa entre julio de 2023 y enero de 2024. La lesión en la espalda era cosa seria. Visitó médicos por medio mundo buscando soluciones. Le dijeron que su carrera estaba en peligro y ella se aferró a las inyecciones de cortisona. "Estoy asustada, poder jugar tres o cuatro años más sería increíble", llegó a decir en abril de 2024, hace apenas nueve meses. Unas semanas después, el ranking mundial mostraba a la catalana en la posición 140, su posición más baja desde enero de 2019.
Pero ella, ya saben, cabezota, cabezota, estaba convencida de que podía volver. "Tengo un reto muy grande: volver a estar donde estaba antes. Es un objetivo que tengo mucho en la cabeza. Voy a luchar, voy a dar todo lo que tengo en mi mano para estar ahí", dijo en una entrevista con Relevo en aquellos días de oscuridad.
«Odio decirlo, pero soy una luchadora»
Dicho y hecho: realizó varios cambios en su equipo de trabajo, la espalda le empezó a dar una tregua en mayo 2024 -después de una segunda infiltración- y Badosa se fue reencontrando poco a poco consigo misma. En agosto levantó el título de Washington y semanas después alcanzó los cuartos de final del US Open. Ahora, en el inicio de la nueva temporada, está otra vez en la ronda de las ocho mejores del Open de Australia y este martes retará a Coco Gauff -la número 3 del mundo- por un lugar en su primera semifinal de un grande.
"Odio decir esto, pero soy una luchadora", señalaba la pupila de Pol Toledo este domingo, tras su triunfo sobre la serbia Olga Danilovic por 6-1 y 7-6 (7-2) en una hora y 20 minutos. "Es algo que va con mi personalidad. He pasado por muchos momentos duros en mi vida, no solo la lesión, pero creo que todo este proceso me ha ayudado a valorar más las cosas", añadía la jugadora que está en el puesto 12 de la WTA a sus 27 años.
Badosa, que nunca ha rehuido los temas de salud mental y el control de las emociones, admitía que ha cambiado el chip, que algo ha hecho clic en su cabeza. Con los problemas de la espalda olvidados y su tenis floreciendo, esa paz mental que ha encontrado es la última pieza que le faltaba al puzle.
"Ahora, cuando estoy en pista y la veo llena, pienso la cantidad de gente que ha venido a verme jugar. Antes quizás no me daba cuenta de esas cosas, sino que solo pensaba en entrar, ganar e irme a otro partido. Ahora disfruto estar en la pista, disfruto del viaje de mi carrera tenística".