OPEN DE AUSTRALIA

El miedo a un positivo obliga a Emma Raducanu a jugar con alergia: "Se me hincharon la mano y el tobillo, pero no quiero arriesgar"

El positivo de Iga Swiatek ha hecho que las tenistas del circuito guarden más precauciones a la hora de tomar medicamentos.

Emma Raducanu durante un entrenamiento en Australia./AFP
Emma Raducanu durante un entrenamiento en Australia. AFP
Guillermo García

Guillermo García

El tenis mundial vive tiempos convulsos. Los positivos del número 1 del mundo Jannik Sinner -el TAS examinará el recurso presentado por la AMA los días 16 y 17 de abril con el extenista Jaques Radoux como presidente del tribunal- y de Iga Swiatek, número 2 de la WTA, han cernido la duda sobre el deporte de la raqueta e incluso los tenistas se han vuelto escépticos con todos los medicamentos que toman.

Nadie quiere arriesgarse a dar positivo por tomar un producto contaminado o por un medicamento que pueda contener alguna sustancia prohibida y Emma Raducanu es la última en mostrar ese 'miedo' a tomar alguna sustancia por la que pueda ser castigada, ahora que la joven sensación del tenis británico ha vuelto a las pistas.

Raducanu ha asegurado que la posibilidad de ingerir una sustancia contaminada es una preocupación común en la mente de los tenistas desde que Sinner e Iga Swiatek dieron positivo durante la pasada temporada. Ambos tenistas continúan lidiando con las consecuencias de dos de los casos más destacados en la historia del tenis,

En su rueda de prensa previa al Open de Australia la británica dijo que los jugadores deben "gestionar lo que ellos controlan" lo mejor que puedan. Y se puso a sí misma como ejemplo.

El día anterior a su comparecencia, Raducanu sufrió la picadura de insecto, pero rechazó el spray antiséptico que le proporcionaron porque no quería correr el riesgo de tomar una sustancia prohibida.

"Algo me picó muy fuerte. No sé si un mosquito, una hormiga o qué fue. Pero supongo que soy alérgica", aseguró la jugadora que llegó a ser número 10 del mundo. "Tanto la mano como el tobillo se me inflamaron. Mucho. Me dieron un spray antiséptico, natural, para intentar aliviar las picaduras, pero no quise aceptarlo. No quería ponérmelo, así que me dejaron allí con el tobillo y la mano hinchados. Pensé: 'Voy a aguantar, no quiero correr riesgos'".

"Obviamente es una preocupación que todos tenemos en nuestra cabeza. Estamos todos en el mismo barco. Creo que así es cómo tenemos que gestionar mejor lo que nosotros podemos controlar. Si sucede algo que está fuera de nuestro control, será un poco complicado intentar demostrarlo", aseguró la británica, que comenzará su andadura en Australia como número 60 del mundo ante Ekaterina Alexandrova, número 26 del mundo.