OPEN DE AUSTRALIA

Aryna Sabalenka se hace grande en Australia

La tenista bielorrusa conquista su primer Grand Slam tras remontar un set a Rybakina.

Aryna Sabalenka llora tras conquistar el Open de Australia./Efe
Aryna Sabalenka llora tras conquistar el Open de Australia. Efe
Guillermo García

Guillermo García

La Rod Laver, una de las pistas más emblemáticas del Tenis, rompió en un aplauso uniforme. Toda la grada quería reconocer la victoria de una Aryna Sabalenka que no podía contener las lágrimas. Tumbada en el cemento australiano, la bielorrusa por fin podía celebrar una victoria en un Grand Slam. Se le venía resistiendo, pero en su primer intento en Melbourne lo consiguió tras superar a Elena Rybakina en tres sets: 4-6, 6-3 y 6-4.

El triunfo de Sabalenka es la victoria de la perseverancia. El éxito de una jugadora que hasta ahora apuntaba, pero que no terminaba de rematar. Una tenista que lleva instalada en la élite más de cinco años y que sumaba 11 títulos en su palmarés individual. Pero ningún Grand Slam. Era una espina demasiado grande para una jugadora que en el último tramo de 2022 sufría las burlas de las redes sociales por sus fallos al servicio.

Hoy Sabalenka ha cambiado esas burlas por ovación y los fallos con el saque en una de las armas que la han servido para coronarse en Australia. La bielorrusa ha soltado el brazo y con 17 'aces' en la final ha demostrado que su entrenamiento en los últimos meses del año pasado han surtido efecto, convirtiéndose en una jugadora más completa y más peligrosa para sus rivales.

Así lo ha demostrado desde que comenzó 2023. Con el cambio de hoja en el calendario, Sabalenka activó el modo 'apisonadora' y no parece tener intención de apagarlo. Invicta en lo que va de temporada, con su victoria ante Rybakina la bielorrusa suma un total de 11 triunfos consecutivos. Impresionante. Pero lo es todavía más el hecho de que en esos 11 encuentros apenas ha perdido un set (22-1) y fue en la primera manga de la final, donde los nervios le jugaron una mala pasada.

El fondo y la forma

Una vez que Sabalenka se liberó de la presión empezó a acumular golpes ganadores (51 en total por 28 errores no forzados) y a mandar desde el fondo de la pista. Rybakina se sostenía con su servicio, pero no era capaz de encontrar fisuras en el juego de su rival, quien golpe a golpe iba aumentando su potencia y su efectividad.

Sólo los nervios podían jugarle una mala pasada y quitarle un título que parecía llevar su nombre. Y a punto estuvieron de hacerlo. Con 5-4 a favor en el tercer y definitivo set, Sabalenka dispuso de hasta tres bolas de partido con su servicio. Y las tras corrieron la misma suerte: punto para Rybakina, que se agarró al choque hasta el final.

Sin embargo, a la cuarta la bielorrusa entendió que había llegado su momento y no desperdició esa nueva oportunidad. Su rival falló (25 errores no forzados) y Sabalenka se convertía en la segunda tenista bielorrusa en ganar en Melbourne tras Azarenka en 2012 y 2013. Una doble victoria que no tenía heredera hasta que Sabalenka, que saldrá de Australia como número 2 del mundo, decidió hacerse grande.