TENIS

Rafa Nadal recuerda su episodio más oscuro: "Pensé en tomarme un descanso absoluto para limpiar mi mente"

La leyenda del tenis afirma que "hubo momentos en la pista en los que le costaba controlar la respiración" en una carta publicada en The Players Tribune.

Rafa Nadal, tras caer eliminado en Wimbledon 2015./REUTERS
Rafa Nadal, tras caer eliminado en Wimbledon 2015. REUTERS
José M. Amorós

José M. Amorós

La historia de Rafa Nadal podría formar parte de los grandes libros de leyendas históricas, de guerreros que se enfrentaban al abismo, derrotaban a gigantes y a ellos mismos. Su camino está plagado de momentos de caer al suelo y levantarse contra todo y contra todos. Nadie puede reflexionar sobre Nadal y pensar en derrota o desestimiento. Pero lo cierto es que hubo una época en la que fue frágil, meramente humano, y no estuvo lejos de rendirse.

"Pasé por un momento muy difícil, mentalmente, hace unos años". Así comienza el balear el relato, en una carta publicada en The Players Tribune, del periodo más oscuro que se ciñó sobre él en la temporada 2015 y que no tenía nada que ver contra todo lo que había luchado desde que, siendo solo un niño, ya le dijeron que no podría volver a jugar al tenis por una lesión crónica en el pie. Porque entonces, no se trataba de aguantar, se trataba de luchar contra su propia mente, que nunca le había fallado: "Estaba muy acostumbrado al dolor físico, pero había momentos en la cancha en los que me costaba controlar la respiración y no podía jugar al más alto nivel. No tengo problemas para decirlo ahora. Después de todo, somos seres humanos, no superhéroes".

Porque la realidad es que, aunque muchas veces lo ha puesto en duda como ocurre con los héroes de fábula y fantasía, Nadal nunca dejó de ser humano: "La persona que ves en la pista central con un trofeo es una persona. Agotado, aliviado, feliz, agradecido, pero sólo una persona". Ahí, en el suplicio del golpe mental y la humanidad de los tenistas que hacen de la gloria su día a día, él, una de las mayores leyendas del tenis, terminó también cayendo: "Afortunadamente, no llegué al punto de no poder controlar cosas como la ansiedad, pero hay momentos con cada jugador en los que es difícil controlar tu mente, y cuando eso sucede es difícil tener el control total de tu juego".

"Lo que más me enorgullece es que quizás haya luchado, pero nunca me rendí"

Rafa Nadal

Y es que llegó a tal punto que se asomó al precipicio de salir de la pista y doblegarse ante el poder de su cabeza. "Hubo meses en los que pensé en tomarme un descanso completo del tenis para limpiar mi mente", revela, recordando una larga etapa de desdichas que se alargó, golpe tras golpe y aunque en esta carta no señala a qué tiempos se refiere, con una etapa sin grandes títulos durante casi dos años en la que ni su tierra, la de Roland Garros, le pudo cambiar la situación. En el palmarés, y a pesar de sus profundas interrupciones por culpa de las lesiones, ese ha terminado siendo el gran agujero negro de su historial en cuanto a alegrías.

Por el bien y gloria del deporte español, una vez más Nadal se levantó y ganó. A sus rivales y su cabeza, lo hizo cuando levantó el título del Masters 1000 de Montecarlo en 2016. "Al final, trabajé en ello todos los días para mejorar. Lo conquisté avanzando siempre y poco a poco volví a ser yo mismo. Lo que más me enorgullece es que quizás haya luchado, pero nunca me rendí. Siempre di el máximo".