TENIS

La estremecedora carta de una tenista que pone un paréntesis en su carrera: "Estoy agotada por la ansiedad y los ataques de pánico"

Caroline García, campeona de las WTA Finales en 2022, asegura que el tenis la está consumiendo y deja la raqueta hasta el año que viene.

Caroline García, en agosto de 2022 en Cincinnati. /Susan Mullane-USA TODAY Sports
Caroline García, en agosto de 2022 en Cincinnati. Susan Mullane-USA TODAY Sports
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Caroline García, la mejor tenista francesa de la última década, ha anunciado que deja la raqueta hasta la próxima temporada porque está agotada mental y físicamente de las exigencias del circuito. Lo ha hecho a través de una extensa carta, en la que habla de lo duro que es convivir con las expectativas, revelando detalles de su lucha interna en los últimos meses.

"Estoy agotada por la ansiedad, los ataques de pánico, las lágrimas antes de los partidos. Estoy cansada de perderme momentos familiares y de no tener nunca un lugar al que realmente llamar hogar", señala la actual número 36 del ranking mundial de la WTA. Caroline García ha levantado 11 títulos en su carrera, con las WTA Finals de 2022 como momento estelar, y ha alcanzado el número cuatro de la clasificación.

A continuación, la carta completa que ha publicado Caroline García en Twitter:

"Guadalajara marcó el final de mi temporada 2024. No fue una decisión fácil, porque en el tenis, cada semana de descanso se siente como quedarse atrás, perder puntos de ranking y "perder" oportunidades. Pero sé que esta es la decisión correcta para volver más fuerte en 2025 y luchar por esos grandes momentos nuevamente.

Físicamente, he estado llevando mi hombro al límite, intentando recuperarme mientras compito, pero no está funcionando. Necesito más tiempo de descanso para recuperarme adecuadamente.

Mentalmente, necesito un reinicio. Necesito alejarme de la rutina constante del tenis, tomarme unas verdaderas vacaciones, reconectarme con mi familia y mis seres queridos y permitirme respirar sin la presión del rendimiento.

Este año, mi mentalidad era tóxica. Perdí el contacto con la alegría de ser tenista y me obsesioné con los rankings y las victorias. Mis resultados no coincidían con las metas que me había fijado ni con las expectativas que tenía. El trabajo, los sacrificios, el dolor... todo parecía igual que antes, pero los resultados no estaban ahí y no podía competir al nivel del que sé que soy capaz. Ha sido muy difícil de aceptar.

Ahora tengo 30 años y he tenido una carrera increíble: he ganado títulos de nivel 1000, las Finales de la WTA, Grand Slams en dobles, he llegado al número 4 del mundo. Pero en mi mente, me he estancado en lo que no he logrado. Nunca llegué al número 1, nunca gané un Grand Slam, nunca subí a un podio olímpico. He sido inconsistente, incapaz de permanecer entre las 10 mejores durante un año completo.

¿Creo que todavía puedo lograr esas cosas? Algunos días sí, otros no estoy tan segura. No estoy segura de poder seguir esforzándome de la misma manera que antes.

Estoy agotada por la ansiedad, los ataques de pánico, las lágrimas antes de los partidos. Estoy cansada de perderme momentos familiares y de no tener nunca un lugar al que realmente llamar hogar. Cansada de vivir en un mundo en el que mi valor se mide por los resultados de la semana pasada, mi clasificación o mis errores no forzados.

Durante demasiado tiempo, he dejado que el tenis me consumiera, que sufriera los altibajos emocionales de cada resultado. Pero soy más que eso. Soy una mujer con valores, talentos, pasiones, defectos y fortalezas. No soy perfecta, pero hago lo mejor que puedo.

Ojalá fuera fácil cambiar, crecer, adoptar una nueva mentalidad. Ojalá pudiera salir a jugar libremente, sonreír y dar lo mejor de mí cuando fuera necesario. Pero, como dice mi amiga Alize Cornet, el cambio real lleva tiempo. No se pueden deshacer años de condicionamiento de la noche a la mañana.

Últimamente, me he sentido abrumada en el circuito: la presión por rendir, los ojos que observan cada uno de mis movimientos. He estado luchando contra la ansiedad, encerrándome en mí misma, sintiéndome atrapada en la cancha. Ganar ya no me resulta satisfactorio; solo me brinda alivio saber que se acabó.

A pesar de todo, me encanta el tenis. Me ha aportado muchísimo: lecciones, experiencias, gente maravillosa (como mi prometido) y emociones inolvidables. El tenis me ha convertido en quien soy.

Así que he decidido alejarme por ahora. Me tomaré unas semanas de descanso para recargar las pilas y luego empezaré a prepararme para 2025 con antelación: me prepararé física, mental y tácticamente.

Cuando finalmente deje el tenis, quiero mirar atrás y decir que disfruté el camino, que estoy orgullosa de mí misma y que di lo mejor de mí. Y, al final, gané algunas cosas muy interesantes en el camino.

Gracias a todos por vuestro apoyo. Nos vemos en Australia.

Caro"