El mantra que recorrió el circuito cuando asomó Nadal: "En tierra no podías con él y dos años después ya no le ganabas en nada"
Tommy Robredo recuerda a aquel chico que venía de Mallorca y se convirtió en poco tiempo en el líder de la Armada y el terror de las pistas.
En 2002, con apenas 15 años y 330 días, Rafa Nadal hizo se debut en la ATP en el Internacional Series de Mallorca, donde además ganó en primera ronda y se convirtió en el tenista más joven en conseguirlo. Ahí empieza un recorrido ascendente, con una primera etapa de formación y experiencias en su mochila que le valió para, entre otras cosas, convertirse en el héroe español en la Copa Davis de 2004 ante Estados Unidos con su victoria ante Andy Roddick. Apenas 18 años y ya estaba preparado para competir de tú a tú con cualquiera en el circuito, porque su energía le podía propulsar a límites desconocidos. Como recuerda uno de sus inseperables en aquella época, Tommy Robredo, su pareja cuatro años después en los dobles de los Juegos de Pekín.
"Con aquella Davis es fácil para explicar la dimensión que empezaba a alcanzar: teníamos a Ferrero, que era el tenista español del momento y que había sido número uno, y Nadal le quitó el sitio en el individual. Con 18 años y toda la presión, las 25.000 personas de la grada, y encima gana a Roddick. Es espectacular. Hacer eso en aquel momento, con esa tranquilidad, ya fue lo que catapulta", explica un tenista ya retirado, que juega de vez en cuando sus partidos en el Real Club Tenis de Barcelona, donde coincidió con un Nadal que antes de todo aquello ya era conocido. Hablaban de él sin que nadie lo había visto, como la leyenda que viene de un lugar lejano y que sus vídeos son para frotarse los ojos.
"Yo sabía que había un chico de Mallorca que jugaba bien, y recuerdo de haber visto vídeos en el RCTB. Pero en las Davis de 2003 y 2004 te das cuenta que hace del día a día algo sencillo, y esa es la clave", explica el tenista, que ha vivido mil y una batallas con Nadal y lo ha sufrido como rival, de hecho no ha sido capaz de ganarle en ninguna ocasión aunque recuerda un torneo en el que forzó el tie-break en el tercer set. La imagen que traslada Robredo es el mantra que empezó a recorrer el circuito cuando Nadal creció y creció, y no solo se convirtió en el rey de la tierra batida sino en un tenista que podía levantar cualquier trofeo en cualquier superficie.
"En la Davis de 2003 y 2004 te dabas cuenta de que hace del día a día algo sencillo, y eso es clave"
Extenista y excompañero de Nadal"Empezó a ganar y rápido empezó a sumar títulos, fue número uno, era una máquina, era imposible de ganar. Al comienzo, en tierra no le ganabas y dos años después ya no le ganabas en nada. Fue sorprendente. Es difícil describirlo", rememora ahora Robredo. De hecho, los títulos de Nadal atestiguan esa capacidad de adaptación, como un camaleón, aunque en la tierra es donde ha marcado una época. Si en 2005 ganó 11 títulos (tres en pista dura y ocho en tierra), en 2007 ya añadió a su palmarés dos títulos en hierba, entre ellos Wimbledon. Nadal es uno de los ocho tenistas masculinos que han levantado los cuatro grandes trofeos del circuito.
El trauma de que te toca el tenista con «actitud, pasión, carácter...»
Tocarte Nadal en un sorteo de cualquier torneo y en cualquier superficie ya se convirtió en un gesto de impotencia, porque para Robredo, el de Manacor tiene algo único: "Nadal tiene actitud, concentracion, pasión, carácter y entrega. Federer tenía más calidad y talento, pero Nadal era fuerte hasta el final. Djokovic a veces se distraía. Con Nadal era imposible, iba 6-0 y 5-0 y creía que ganaría", añade.
Del 19 al 24 de noviembre, en Málaga, el tenista español más legendario se retira después de una carrera que ha abarcado 22 años desde aquel primer encuentro en Mallorca. Ya empezó haciendo historia, y su crecimiento fue veloz, como nadie, tanto que, como dice Robredo, pasó en apenas dos años en ser el rey de la Tierra a serlo del circuito. Para desgracia de los rivales.