El hijo del primer futbolista chino que jugó en España desafía a Carlos Alcaraz: "Mi madre no quiso que yo siguiera ese camino"
Shang Yi aterrizó en el Xerez en 2004 y duró apenas unos meses. "Ha estado conmigo cada día", dice su hijo, Jerry, tenista y que este sábado se medirá a Alcaraz en Shanghái.
Recuperado anímicamente tras el bache que sufrió en la gira norteamericana, Carlos Alcaraz luce de nuevo sonrisa y títulos. Está de vuelta el hombre que conquistó el doblete Roland Garros-Wimbledon, el tenista que más enamora. Sin tiempo casi para saborear su triunfo del miércoles sobre Jannik Sinner en la final de Pekín, el murciano regresará este sábado (6:30 horas) a la acción en el Masters 1000 de Shanghái ante un rival que esconde una historia más que curiosa.
Se trata de Juncheng Shang, una de las grandes perlas del tenis chino. Número 51 del ranking mundial con apenas 19 años, Shang está en el momento más dulce de su corta carrera tras conquistar recientemente en Chengdu su primer torneo ATP.
Como en muchos casos, desde que nació estaba predestinado al deporte. Su madre, Wu Na, fue campeona mundial de tenis de mesa, mientras que su padre, Shang Yi, se dedicó al fútbol. Su padre fue, de hecho, el primer futbolista chino que debutó en España. Fue allá por 2004, hace ahora 20 años, cuando recaló en las filas del Xerez en un fichaje al que le rodearon muchas sombras.
"Vengo a ayudar al Xerez a subir a Primera. Para mí es un orgullo defender sus colores. ¡Forza Xerez!", dijo Shang en español -lo leyó, claro, porque no sabía castellano- el 14 de enero de 2004, cuando fue presentado como nuevo jugador azulino. El centrocampista venía cedido por el Beijing Gouan y el Xerez se reservaba una opción de compra que nunca llegó a ejercer.
Y es que Shang apenas disputó ocho partidos con la camiseta del Xerez. Pero lo raro fueron las cifras de la cesión. "Llegó al Xerez gratis, no cobra ficha y, además, se trajo 60.000 euros debajo del brazo de parte de un 'patrocinador personal'", señalaba 'El País' en febrero de 2004 en una información en la que quedaba reflejada la dura realidad financiera del club, que adeudaba en aquel momento tres mensualidades a plantilla y cuerpo técnico.
Shang metió un gol en sus ocho partidos, pero fue contra el Cádiz, el gran rival del Xerez. A los pocos días, le vistieron de torero para que posara ante los fotógrafos. Pero su camino en el fútbol español se terminó en junio, cuando hizo las maletas y emprendió el viaje de vuelta a su país. Al poco tiempo, en febrero de 2005, nació su hijo Juncheng Shang.
"Creo que mis padres han sido las personas que más me han influenciado en la vida. Los dos eran deportistas. Mi padre jugó al fútbol y mi madre fue jugadora de tenis de mesa, creo que la conexión con el tenis viene de ahí", señalaba el jugador en una entrevista reciente con la web de la ATP. "Mi padre ha estado conmigo cada día, en cada entrenamiento, en cada torneo desde que yo empecé a jugar al tenis. Hemos crecido juntos como familia y hemos aprendido mucho del deporte".
"Mis abuelos me mostraron algunas imágenes de mis padres practicando deporte. A mis padres no les gusta alardear, pero creo que eran grandes deportistas y, según los resultados, sin duda que eran buenos", añadía el tenista. "A mí me encantaba jugar al fútbol, pero debido a las muchas lesiones que sufrió mi padre, mi madre no quería que siguiera ese camino. Fue duro para él. Tuvo muchas operaciones y luego se lesionaba todo el tiempo".
Apadrinado por Emilio Sánchez-Vicario
Shang se mudó cuando tenía 11 años a Florida para intentar cumplir su sueño: ser tenista profesional. Para entonces, ya le conocían como Jerry. ¿Por qué? Pues porque veía mucho con sus padres los dibujos de Tom y Jerry. "Tom era el que siempre se metía en problemas y Jerry era el inteligente, así que mis padres pensaron que era mejor elegir a Jerry", reveló Shang hace unos años en The New York Times.
Una vez aterrizó en Miami, recaló en la Academia de Emilio Sánchez-Vicario hasta que unos años después el gigante IMG se hizo con sus servicios y se lo llevó a sus instalaciones. Ahí creció con el exnúmero uno Marcelo Ríos como entrenador y trepó hasta el número uno del ranking júnior. Pero una discusión en 2022 hizo saltar todo por los aires. Despidió al chino Ríos por "irrespetuoso", según dijo el propio Shang en una entrevista con Clay.
Desde entonces, está a las órdenes del argentino Martín Alund, con el que está sacando el mejor tenis de su carrera. La clasificación ATP dice ahora mismo que el chino es el tenista de 19 con mejor ranking del mundo. El de este sábado será su segundo enfrentamiento con Alcaraz, ante el que se tuvo que retirar este año en el Open de Australia cuando perdía por 6-1, 6-1 y 1-0.