TENIS

El drama del número 299 del mundo del tenis y su petición a Novak Djokovic: "Ganaría más trabajando en el McDonald's"

El brasileño Karue Sell, que acaba de entrar entre los 300 primeros de la ATP, pide al serbio y su sindicato la mejora de las condiciones en el 'otro' tenis.

Karue Sell durante un torneo./Instagram
Karue Sell durante un torneo. Instagram
Guillermo García

Guillermo García

El tenis va mucho más allá del glamour de los Grand Slams o de los focos que acompañan a Carlos Alcaraz, Jannik Sinner o Aryna Sabalenka. También son Challengers y torneos menores en los que se baten el cobre aquellos tenistas que aspiran a estar en la élite o en su defecto, que luchan por mejorar su ranking y mantener el sueño de vivir de un deporte con una gran diferencia entre lo que ocurre en la zona noble de la ATP y lo que ocurre a partir del puesto 200.

Es el caso del brasileño Karue Sell, que el pasado lunes entró los 300 mejores tenistas del mundo, subiendo al puesto 299. Un ascenso que celebró sacando a la luz las condiciones de los jugadores que no pelean por los grandes torneos del circuito, sino que bregan en pequeñas pistas casi clandestinas y con unas condiciones muy mejorables.

"Hoy superé la barrera del puesto 300 por primera vez. Igualmente haría más dinero trabajando en McDonald's. Estoy bien porque trabajo de manera online pero lo siento por mis colegas. El nivel es tan alto para llegar al menos hasta el 400…", aseguró el tenista brasileño en redes sociales, alertando sobre la subida de nivel en esos estratos del tenis mundial.

Sell esta temporada ha ganado 22.000 euros con el tenis y que en total se ha embolsado 55.000 euros en premios, una bolsa pequeña si tenemos en cuenta lo que tienen que pagar en viajes a los diferentes torneos de un circuito cada vez más competido. "El tenis ha crecido mucho, más allá del top 100", recalca el brasileño que también aprovecha para reclamar mejores condiciones a la ITF.

"No digo que los jugadores deban ganar millones pero están siendo robados. El Top 50 debería ganar más, al igual que el 100, el 150 y el 200. Hay dinero", recuerda Sell, que manda un mensaje a Novak Djokovic, ganador de 22 Grand Slams y que creó la PTPA, una especie de sindicato de tenistas que se originó durante la pandemia y que nació con el objetivo primordial de mejorar las condiciones económicas de los jugadores, sobre todo las de aquellos que están lejos de los focos principales.

"Me gustaría ver cambios verdaderos, PTPA", recalcó Sell, que también pide mejoras en los premios a los jugadores que no forman parte del top 100. "Sin una asociación de los jugadores no tenemos nada que decir, solo callarnos y jugar. Los chicos entre los 50 mejores deberían ganar entre dos y tres millones al año. Los top top no lo necesitan pero los del medio sí. La unión de jugadores es una obligación".

"Me encanta jugar, entrenar, mirar. Pero como carrera no es algo que recomendaría como carrera profesional a mis hijos"

Djokovic era desde 2016 el presidente del Consejo de Jugadores de la ATP -un órgano consultivo formado y votado por los propios tenistas-, pero las diferentes visiones sobre el futuro del deporte le hicieron abandonar el cargo para crear la PTPA con el canadiense Vasek Pospisil. Una asociación que, a diferencia de la ATP y la WTA en las que entran también los torneos en la toma de decisiones, es una organización formada 100% de tenistas.

"Hay decenas de miles de jugadores que compiten en todo el mundo y lamentablemente solo hay entre 400 y 500 que viven de este deporte, entre hombres y mujeres y contando singles, dobles y mixtos", argumentaba Djokovic hace un año. "Y eso que nos ven 1.300 millones de personas en el mundo. Creo que tenemos que pensar en eso y pensar realmente si este deporte lo está haciendo bien o no".

De momento, ni la creación del sindicato ha mejorado la situación de esos tenistas que no aparecen entre los mejores del mundo. Una realidad que Sell ha vivido en primera persona y que le ha llevado a tomar una determinación respecto al futuro: "Sólo quiero decir que amo este deporte. Me encanta jugar, entrenar, mirar. Pero como carrera no es algo que recomendaría como carrera profesional a mis hijos. Estoy a favor de los jugadores porque los jugadores son el producto. Ayúdenlos y el producto crecerá".