El trance de Roberto Bautista: "Te haces más preguntas y es normal la ansiedad"
El tenista español, que llegó a ser el 9º del ranking ATP, está atravesando el momento más delicado de su carrera, entre lesiones y malos resultados. "Nunca he pensado en tirar la toalla".
Valencia.- En palabras de Novak Djokovic y Andy Murray, es "uno de los tenistas más subestimados" que hay en el circuito. Ha llegado a ser top ten, ha levantado 11 títulos y ha acabado nueve temporadas consecutivas entre los 25 primeros del ranking ATP. Pero en este 2023 todo se ha torcido: problemas físicos, lesiones inesperadas y una mala racha de resultados le han colocado en una situación totalmente desconocida. Toca, como él dice, "apretar los dientes y levantarse".
Hablamos, claro, de Roberto Bautista (Benlloch, 1988), el 'menos' español de todos los tenistas españoles. Jugador de pista dura y golpes planos, el diestro está esta semana en Valencia concentrado con la selección de la Copa Davis esperando una oportunidad para su regreso. Lleva siete semanas sin poder competir tras romperse el peroné montando a caballo, un golpe anímico y físico durísimo justo cuando peor estaban las cosas a nivel de resultados.
"Las malas rachas nunca se llevan bien. Da igual la edad que tengas", dice a Relevo Bautista, que a sus 35 años ha caído hasta el puesto 42 de la ATP, su peor ranking en la última década. Además, a pocas semanas de que termine la temporada acumula más derrotas (17) que victorias (15).
Ahora confía en que la Davis suponga el primer paso de su regreso. Su presencia dependerá de la decisión del capitán, su amigo David Ferrer, pero él, dice, está listo. Le gusta jugar y le gusta la Davis, una competición que ganó en 2019 horas después de que muriera su padre. Fue un revés muy duro, como el fallecimiento repentino de su madre años atrás. Por eso confía en salir del trance, porque ya sabe lo que es caer y levantarse.
¿Ya estás recuperado de la lesión del tobillo?
Cada vez estoy mejor, siguiendo con la recuperación porque ha sido una lesión que no ha sido fácil recuperar. Pero vamos poco a poco y mejor. Estaba montando a caballo, se cayó, me pilló el pie debajo y me fracturé el peroné. Fue justo hace siete semanas. Es una lesión que necesita tiempo y que no puedes quemar etapas muy rápido. Tienes que ir poco a poco, pero vamos bien. "Fue una fractura limpia y por suerte no hemos tenido que poner tornillos ni pasar por quirófano ni nada.
¿Duele más cuando es una lesión, digamos, extradeportiva?
Estar parado por una lesión se digiere mal y más si estás haciendo las cosas bien y la lesión es extradeportiva. Eso molesta más. Pero las cosas vienen como vienen y he aprovechado para hacer otras cosas, para pasar tiempo en familia. Hay que coger las cosas como vienen y ahora será un proceso complicado coger el ritmo del circuito, pero estoy trabajando en eso día a día.
"Ahora viene una etapa diferente, más complicada después de unos meses parado. Me he perdido torneos importantes, he perdido ranking..."
Desde luego que no está siendo un año fácil para ti...
Empecé la temporada en Australia con buenos resultados, pero ya tenía algún problemilla en el pie. Las temporadas son duras y llevo muchos años ahí. Este año he sentido más fatiga de lo normal, pero el nivel de juego es bueno. Hay que recuperar frescura. Aun llevando muchos años en el circuito nunca dejas de aprender. La frescura es algo muy importante.
¿Digieres todo esto de forma diferente ahora que tienes 35 años?
Treinta y cinco son muchos años y el cuerpo te manda señales de alerta. Las malas rachas nunca se llevan bien, ni ahora ni antes. Da igual la edad que tengas. Aunque es verdad que antes igual tenías una mala racha, la pasabas y ya está; y ahora con la edad, sin querer, te haces preguntas. Que si la edad, que si el físico... Te haces más preguntas pero te tienes que apoyar mucho en la experiencia de los años y en el saber estar.
¿Alguna vez has pensado en dejarlo?
No, para nada, no he pensado nunca en tirar la toalla y menos ahora. En nivel de juego me encuentro bien. Físicamente he estado más fatigado, pero poco a poco. Hay años que llevas las cosas mejor y otros peor. Ahora viene una etapa diferente, más complicada después de unos meses parado. Me he perdido torneos importantes, he perdido ranking... Por suerte, nunca he tenido que pasar por aquí.
¿Te sigue preocupando el ranking?
Según voy cumpliendo años el ranking lo miro menos y me centro más en el día a día. Es verdad que cuando más lo miras es cuando eres joven, cuando estás subiendo, cuando te ves arriba, que te hace mucho ilusión... Pero con el tiempo cada vez me fijo menos.
¿Te da miedo que surja la ansiedad ahora que necesitas buenos resultados?
Es algo normal tener ansiedad al nivel al que está el tenis. La presión de los resultados siempre está ahí y la diferencia está en el manejo de las emociones, de las situaciones difíciles, cómo mantener la calma, cómo no perder confianza en uno mismo. Ahí está la clave de todo.
Fuiste padre en 2019. ¿Cómo te ha ayudado a relativizar lo que ocurre dentro de la pista?
No creo que haya sido el tema de ser padre. La vida te hace pasar por momentos complicados y eso es lo que realmente te curte. La experiencia y el pasar por diferentes situaciones. Con el tiempo vas, por suerte, montando otros proyectos, preparándote para la vida después del tenis y tienes ilusiones diferentes como son los proyectos familiares.
Fabio Fognini dijo hace unos meses que no quería que sus hijos jugaran al tenis, que es muy sacrificado. ¿Estás de acuerdo?
Yo a mi hijo le voy a apoyar haga lo que haga. Por supuesto que llevará una raqueta en la mano, pero será él quien decida si quiere per profesional. Si quiere tomar ese camino, tiene que saber las consecuencias. Son muchos viajes, muchos sacrificios, pero ¿qué no es sacrificado hoy en día? Todo cuesta mucho trabajo. Ser tenista te da cosas muy bonitas. Es cierto que te quita otras, pero te da vivencias y experiencias de vida que creo no te puede dar otra profesión o cualquier otra cosa en la vida.
¿Qué es lo más bonito que te ha dado el tenis?
La sabiduría para saber estar, para pasar momentos difíciles y pasar por procesos complicados y saber cambiarlos. Tener la voluntad de ser mejor, de tener unos objetivos por los que luchar. Esos es lo más bonito que me ha dado el tenis.