Sin rodaje y con 37 años: el gigantesco desafío al que se enfrenta Nadal en Roland Garros
Si finalmente llega al Grand Slam parisino, será la primera vez que lo haga sin haber jugado un torneo previo. Sólo hay un tenista que haya ganado un grande pasados los 37.
Quedan tres semanas para que arranque Roland Garros, su gran objetivo de la temporada, y la presencia de Rafael Nadal sigue en el aire. Lo que está claro es que si llega, se enfrentará al Roland Garros más complicado de su vida. Porque lo hará sin haber competido los últimos cinco meses y al borde de los 37 años.
El balear ha anunciado este viernes que tampoco estará en el Masters 1000 de Roma, estirando una vez más su regreso a las pistas. Pese a que ha mejorado en los últimos días de su lesión en el psoas, sigue sin verse en forma para competir en Italia. Ahora se enfrenta a un doble reto gigantesco.
El primero es llegar y competir en París, algo que está ahora mismo envuelto entre serios interrogantes. Cuando se lesionó a mediados de enero en Australia, se estableció un plazo de entre seis y ocho semanas para volver. Pero ya van quince y no hay noticias de su regreso.
¡Hola a todos!
— Rafa Nadal (@RafaelNadal) May 5, 2023
Siento mucho anunciar que no voy a poder estar en Roma. Todos sabéis cuánto me duele perderme otro de los torneos que han marcado mi carrera profesional y personal por todo el cariño y apoyo de los tifosi italianos. pic.twitter.com/attH8MQWU4
Si consigue superar ese primer reto y se planta en Roland Garros, ahí le esperará un desafío inédito en su carrera. Nadal nunca ha jugado su Grand Slam favorito sin un torneo previo de preparación. Lo más parecido fue en 2020, el año de la pandemia, cuando el evento se movió al otño.
En aquel 2020 Nadal triunfó en la tierra parisina habiendo disputado únicamente el torneo de Roma en las semanas anteriores. El manacorí jugó tres partidos en el Foro Itálico y se despidió en cuartos, pero llegó a Roland Garros y levantó el título sin ceder un solo set y aplastando a Novak Djokovic en la final con un 6-0 incluido.
Pero no hay comparación con lo que le espera en este 2023. Primero, porque tenía 33 años y ahora son 36. Segundo, porque Nadal llegó a Roma 2020 sin salir de una lesión y ahora está en un túnel donde no se atisba luz alguna. Y tercero, porque Nadal era entonces el número dos del mundo y ahora está fuera del "top ten". En Roland Garros podría enfrentarse en octavos -o incluso en tercera ronda- con un Djokovic o un Carlos Alcaraz.
"Son muchos meses sin haber podido entrenar a un nivel alto y el proceso de readaptación tiene sus tiempos y no me queda más remedio que aceptarlos y seguir trabajando", ha señalado este viernes Nadal. La lucha contra el tiempo continúa.