Djokovic pierde un partido dramático ante su yo del futuro
El serbio cae ante Rune en los cuartos de Roma y llegará a Roland Garros habiendo ganado sólo cinco partidos en la gira de tierra.

Ha necesitado la asistencia del médico. Ha discutido con el árbitro. Ha pedido que echaran a unos aficionados. Ha maldecido en italiano y en serbio. Y ha perdido. Novak Djokovic ha caído en un partido de altísimo voltaje en los cuartos de Roma ante un tenista, Holger Rune, que es una calcamonía suya.
Con 17 años menos, Rune, de 20, ha jugado un encuentro inconmensurable para tumbar al número uno por 6-2, 4-6 y 6-2 y clasificarse a las semifinales del Masters 1000 de Roma, donde ya espera al ganador del Casper Ruud-Francisco Cerúndolo. Por su parte, Djokovic hará las maletas y llegará a Roland Garros con un saco de dudas: con apenas cinco victorias y tres derrotas en la gira de tierra y con evidentes problemas físicos.
"Holger me recuerda un poco a mí. Está muy en forma, se defiende muy bien, tiene un gran contraataque, te puede hacer daño con la derecha, con el revés, es muy sólido con el saque y tiene unos restos muy agresivos. Es un todoterreno y va a ser muy físico", había avanzado el martes Djokovic. No se equivocaba.

Rune, séptimo del ranking, es uno de los jugadores con mayor proyección del circuito. Si nada se tuerce, será un rival de leyenda para Carlos Alcaraz. Y si todo sigue igual, Rune será el villano de esa generación. El tenista que discute, el que rabia, el que pide al médico para desestabilizar. No sólo se parece a Djokovic en su estilo de juego.
La lluvia y una bola muy dudosa
Rune pasó por encima de Djokovic en un primer set en el que el balcánico parecía otro tenista. Estaba tiesto, sin correr. Algo no funcionaba. Basta una estadística: Djokovic, el mejor restador de todos los tiempos, perdió 6-2 un set en el que Rune apenas metió el 30% de sus primeros servicios. El campeón de 22 Grand Slam pidió incluso la asistencia del médico.
Nole despertó en el segundo set y uno de los momentos clave llegó con 3-2 en el marcador para Djokovic. Rune, que sacaba, se puso 40-30 y cantó como mala una pelota de Djokovic. Mohamed Lahyani bajó y la vio buena, pese a que la recreación mostraba que había sido fuera. Rune acabó perdiendo el juego y poco después se agarró un cabreo de órdago. "¡Fisio!", gritó el danés cuando se vio 5-2 abajo. Y empezó a discutir con Lahayani. "¡Este tío es una broma! ¡Siempre parece que yo soy el malo!"
Con 5-3 para Nole, el partido se interrumpió por la lluvia. A la vuelta, Djokovic se apuntó el segundo set. Parecía que despertaba, pero Rune es mucho Rune cuando está crecido y en el tercer y definitivo parcial dio una exhibición.