RUGBY

El secreto del VRAC campeón: el elixir de la eterna juventud

El equipo quesero vuelve a conquistar un título (la Copa del Rey), tras su temporada más difícil, liderado por su capitán de 41 años, Kalo Kalo Gavidi.

Kalo Kalo Gavidi, capitán del VRAC, levanta la Copa del Rey./Sara Cabezas / VRAC
Kalo Kalo Gavidi, capitán del VRAC, levanta la Copa del Rey. Sara Cabezas / VRAC
Rodrigo Contreras

Rodrigo Contreras

Sevilla, de nuevo, acogía la final de la Copa del Rey de rugby en el mejor partido que hoy en día se puede presenciar en nuestro país. Los dos equipos más en forma de la liga, VRAC Quesos Entrepinares (1º) y Recoletas Burgos Universidad de Burgos (2º), se la jugaban a una sola carta para conseguir su primer título esta temporada y proclamarse campeones de Copa por primera vez en caso de los burgaleses y por sexta en caso de los vallisoletanos.

Como antecedente más próximo, la última jornada de liga había enfrentando a ambos equipos, con victoria burgalesa en campo del VRAC en los últimos instantes del partido, incluyendo remontada.

La veteranía y experiencia del VRAC en finales durante la última época estaba llamada a ser un factor determinante, y así fue. El veterano capitán quesero, Kalo Kalo Gavidi, se echó el equipo a sus espaldas en la segunda parte y consiguió junto a un gran juego de la delantera de Valladolid remontar 13 puntos de desventaja.

Gavidi es internacional con el XV del León y el próximo mes de octubre cumplirá 42 años. Esta dos semanas previas, entrenó con doble sudadera para aclimatarse al tiempo de Sevilla, ciudad donde han jugado la final y semifinal de Copa. Todo un ejemplo como jugador y capitán dentro y fuera del campo, que ha vuelto a liderar a su equipo en una final que se había puesto muy complicada y que ha significado la sexta Copa del Rey para el VRAC.

Primera parte burgalesa, segunda vallisoletana.

Los primeros minutos comenzaron con el dominio quesero, que arrancó el partido con menos nervios y mejor asentado. Así llegó el primer ensayo de los de Valladolid posado por Martiniano Cian, tras un gran offload de su compañero y capitán, Kalo Kalo Gavidi.

Tras adelantarse en el marcador el VRAC perdió poco a poco el dominio concediendo golpes de castigo en campo propio, que servían a los burgaleses para ponerse por encima en el marcador.

El dominio y la territorialidad fue aumentando para los de la Universidad de Burgos, que tras una jugada con muchas fases y pick and go conseguían su primera marca, posada por su segunda línea, Facundo Sachovecci.

Alerta al descanso para los queseros, que se iban ocho puntos por abajo al descanso (5-13) y con una sensación de dominio burgalés de la final.

Tras los primeros minutos de la segunda parte, el Recoletas Burgos Universidad de Burgos conseguía ampliar la diferencia a 13 puntos con dos nuevos ensayos por uno del VRAC.

La distancia en el marcador obligaba a los queseros a conseguir dos ensayos transformados para conseguir la victoria, que rozaba tras 50 minutos de partido el conjunto burgalés.

No fueron dos, si no tres ensayos los que consiguió el equipo de Diego Merino y además de idéntica manera. Tres touch-maul llevados a buen puerto gracias al empuje de la delantera quesera, que se había visto reforzada en la segunda parte por la entrada fundamental de Sacha Casañas y Sio Moala.

Final de infarto y patada fundamental

El partido llegaba a su fin y los burgaleses conservaban la ventaja de un punto en el marcador cuando, en el minuto 77, el talonador quesero Pablo Miejimolle daba una patada en juego abierto (jugada no frecuente en su posición) que conseguía poner a su equipo con posesión a favor en un saque de lateral a cinco metros de ensayo.

De nuevo, el empuje de la delantera quesera conseguía una nueva marca que dejaba el marcador en 29-25 para el equipo de Valladolid (este acabó siendo el marcador final).

Pero todavía quedaría una jugada más, en ella, los burgaleses consiguieron acercarse a cinco metros de la línea de ensayo contraria, y con un saque de lateral a favor. Pero esta vez la delantera del VRAC desbarató la oportunidad con una gran defensa al maul de Burgos y cerró el partido con una nueva Copa del Rey que viaja a sus vitrinas.

Doce finales y seis títulos para el VRAC, que iguala al Arquitectura en número de trofeos coperos.