Qué es el ruck y el maul en rugby
El rugby es un deporte de contacto, aunque todo lo que sucede sobre el terreno de juego tiene un porqué.
Visto desde fuera y sin muchos conocimientos, el rugby puede parecer un deporte tremendamente caótico. Sin embargo, todo lo que sucede en el terreno de juego tiene un porqué. Es el manido tópico de que se trata de un deporte de hooligans practicado por caballeros. Es cierto que hay golpes, empujones o agarrones. Pero siempre bajo un código de comportamiento que, en la mayoría de ocasiones, por no decir siempre, se corresponde a situaciones del juego pautadas por el reglamento.
Porque el rugby es un deporte de contacto. Sí, es cierto, existen jugadores que hacen de escapar de sus rivales su forma de vida. Sin embargo, otros van al choque de manera deliberada. Utilizándolo incluso para posicionar a su equipo o armar el ataque. Son las llamadas melés espontáneas. Situaciones de juego en los que los dos equipos colisionan sobre el terreno de juego, de manera literal.
Qué es el ruck en rugby
El ruck se forma cuando al menos un jugador de cada equipo están en contacto y se encuentran sobre el balón, que ha de estar obligatoriamente en el suelo. En este caso, los jugadores no pueden utilizar las manos para desplazar el ovalado. Al contrario, es obligatorio que utilicen los pies hasta que la pelota emerja a los pies del último jugador, ya sea en un lado de la melé o en el otro.
El número de jugadores que se pueden unir al ruck es ilimitado. No obstante, el reglamento especifica que todos ellos deben tener tanto la cabeza como los hombros por encima de la cadera. Además, para unirse al ruck es imprescindible hacerlo de manera frontal, de lo contrario es considerado falta. Evidentemente, acciones eminentemente antideportivas como patear el balón hacia adelante, lanzarse sobre el ruck o pisar a un jugador de manera deliberada. Una vez que el ruck termina, el juego se restablece de manera inmediata.
Qué es el maul en rugby
El maul en rugby se forma cuando el jugador que porta la pelota es agarrado al mismo tiempo por, al menos, un jugador de cada equipo. A diferencia del ruck, en el maul el balón no ha de estar en el suelo.
Se trata de una situación eminentemente ofensiva, que puede ser utilizada por el equipo atacante para avanzar metros. Es decir, mientras se produce el maul, el conjunto que posee el balón debe empujar en dirección a la zona de ensayo rival. De hecho, está permitido lograr un try a través del maul, siempre y cuando logre llevar el balón a la zona de anotación contraria. En caso de que el maul esté detenido más de cinco segundos, el árbitro señalará un scrum a favor del conjunto defensor.
En una situación de maul está permitido pasar el balón hacia atrás. Ya sea entre los jugadores que forman parte del maul, como a otro compañero fuera de él. Igualmente, un jugador puede salirse del maul con el balón y comenzar a correr si así lo desea. Otras maneras de terminar un maul es que este se derrumbe de manera involuntaria o que el balón caiga al suelo.
Igual que sucede en el ruck, los jugadores se han de unir al maul de manera frontal. De lo contrario supone incurrir en fuera de juego. Además, el maul no se puede romper de manera deliberada, ya sea lanzándose sobre el, arrastrando a un oponente fuera de él o efectuando alguna opción que haga creer a los contrarios que el maul ha terminado cuando no es así.