La 'Bomb Squad' sudafricana puede volver a ser clave cuatro años después

Tras el comienzo de la Copa del Mundo de Rugby, el aficionado ha rescatado uno de los conceptos más hablados durante el pasado mundial: se trata de la Bomb Squad, Escuadrón de Bombas o Equipo Antiexplosivos del equipo sudafricano.

Para muchos fue una de las grandes claves que hizo campeones por tercera vez en su historia a los Springboks en 2019, y tras su debut ante Escocia en este 2023, y sobre todo tras la segunda parte de este encuentro donde Sudáfrica definió un marcador más que apretado al descanso, se ha vuelto a hablar de esta táctica usada por Rassie Erasmus y su staff.

No faltaron ni faltan las críticas y elogios a este sistema que pone el foco en el hombres de banquillo y su organización. La controversia está servida.

"Los sudafricanos simplemente están abusando del banquillo en este momento… Lo que hicieron los Boks contra los All Blacks va totalmente en contra del espíritu del juego y, ciertamente, en contra de la seguridad de los jugadores".  Son las palabras de Matt Williams, exentrenador escocés ante el uso de siete delanteros en el banquillo boke, que determinó una victoria aplastante de los sudafricanos ante los All Blacks (35-7) en el último partido amistoso antes del presente Mundial.

Rassie Erasmus (head coach), Jacques Nienaber (jefe de equipo) y todo su staff idearon, de cara al anterior Mundial de 2019, un sistema para configurar su banquillo y así lograr el máximo impacto en las segundas partes.

Se trata de utilizar una división de 6+2 en el banquillo (seis delanteros por dos líneas o tres cuartos). Con esta formación, el equipo podría mantener un nivel de rendimiento físico en la delantera durante todo el partido (en el partido previo a la Rugby World Cup llegaron a utilizar un 7+1).

Con este refuerzo en la delantera consiguen exigir a la delantera rival su nivel físico más alto durante los ochenta minutos de partido, pero tiene el riesgo de sufrir más lesiones o imprevistos de lo pensado en la línea de tres cuartos y no tener recambio en el banquillo para estas posiciones.

Tras la victoria mundialista en 2019, dos de los jugadores protagonistas de la famosa estrategia, registraron la marca para crear una cerveza con fin comercial. Así presentan los dos delanteros sudafricanos, la web oficial de la cerveza Bomb Squad:

Somos Steven Kitshoff y Malcolm Marx y este es nuestro discurso:

Primero que nada, nos encanta la segunda mitad. Nos tomamos más tiempo y creamos Bomb Squad Lager para todos nuestros compañeros de equipo amantes de la cerveza.

Un color dorado ganador y una efervescencia hacen que Bomb Squad Lager sea fácil de beber.

Sabe a victoria siendo suave y crujiente con un cuerpo ligero. Los lúpulos florales saltan y saltan a través de sutiles aromas de malta. Esta cerveza protege bien con un amargor suave que permanece en la boca pero nunca apelmaza.

La estrategia del bueno de Rassie, es ya algo legendario dentro del deporte oval y podría seguir dando en el presente Mundial, alegrías al equipo y afición sudafricana.

Con un 6-3 en el marcador al descanso. Los actuales campeones del mundo sabían como detonar la defensa escocesa. Arrancaba la segunda parte y era el turno de la 'Bomb Squad'.

Los pesos pesados sudafricanos que entraron desde el banco en la segunda parte consiguieron forzar hasta seis golpes de castigo de la melé escocesa y encerraron a la mente pensante del XV del Cardo, su apertura Finn Russell, en una presión que terminó por decantar el partido de lado sudafricano.

El nuevo escuadrón boke estuvo formado Mbongeni Mbonambi, Ox Nche, Trevor Nyakane, RG Snyman, Marco Van Staden y Duane Vermulen. Del minuto 53 al 63 se produjeron los cambios de la Bomb Squad (excepto RG Snyman que salió por Eben Etzebeth por lesión el min 25). Diez minutos en los que el partido tomó un color sudafricano, que a la postre significarían la victoria de los Springboks.

¿Podrán para los grandes favoritos la Bomb Squad en las segundas partes o será de nuevo un arma definitiva para un nuevo campeonato para Sudáfrica?