Joan Barreda, ante su última bala: "Si gano el Dakar, lo haré a mi manera"
El piloto español explica a Relevo cómo llega a su 13º prueba, fuera del equipo oficial de Honda, pero con las expectativas altas.

Joan Barreda (Torreblanca, Castellón, 1983) siempre ha sido un verso libre en el Rally Dakar. Frente a las estrategias sesudas de sus rivales, él, apodado Bang Bang (como la onomatopeya de un revólver) se ha habituado a apostar por dar gas, ganar etapas e incluso jugarse el tipo abriendo ruta en la etapa siguiente. Esto le ha hecho traspasar en ocasiones los límites de la física y dar con sus huesos en el duro suelo de desiertos de medio mundo. Pero, lejos de amedrentarse, ha vuelto a levantarse, lamerse las heridas y volver a acelerar para saltar la siguiente duna. Después de asumir durante este 2022 que había llegado el momento de retirarse tras igualar su mejor resultado en la general del rally de sus sueños (quinto) los responsables de Honda en Japón le ofrecieron una última bala en la recámara.
El castellonense no pudo decir que no, a pesar de que el equipo oficial, dirigido por Ruben Faria, ya había dejado de contar con élen primavera ante su negativa a completar el Mundial de Rally Raid (W2RC). Barreda llega sin haber disputado una sola carrera desde el Dakar 2022, pero quiere volver a intentar pelear por ese trofeo del Touareg que tantas veces le ha sido esquivo. A su manera. Sin aflojar. Pero pensando en divertirse y evitar lesiones. Cree estar ante el último baile, el último duelo al amanecer saudí. Sus últimos disparos sobre dos ruedas.
-¿Qué ha pasado durante todos estos meses?
Durante el Dakar me sentaron los japoneses y me dijeron que renovara porque sabían que me lo estaba pensando un poco. Pero yo les dije que gracias por el interés, pero que mi prioridad, después de las condiciones en que acabé el Dakar, era recuperarme. Me pidieron ir a correr a Abu Dhabi, incluso estuvieron hasta la última semana antes preguntándome si podía ir. Pero dije que no. Ahí se quedó el tema en stand by y al ver que estaba más parado, ficharon a Van Beveren para el equipo. De alguna manera se cubrió el equipo y han hecho toda la temporada del Mundial. Por su parte, desde Japón siempre han estado esperando para ver qué es lo que quería hacer yo.
¿Cuándo te avisaron de que Van Beveren sería tu reemplazo?
Creo que fue en abril, como unas semanas después de Abu Dhabi, cuando me dijeron que habían cogido a un piloto más y que en principio iban a continuar la estructura con esos cuatro pilotos. Es verdad que para mí no es una prioridad correr todo el Mundial y entiendo que el equipo quiera ir a todo el campeonato con cuatro pilotos, sobre todo a nivel de la estructura que hay ahora mismo. Pero yo sé que desde Japón lo que realmente le interesa es el Dakar, es donde está el interés, aunque estas carreras sean una preparación muy buena.

-¿Sentiste que el equipo, liderado por Ruben Faria, no te daba el respaldo que necesitabas?
Bueno… al final yo llevo aquí desde 2013 y en esos 10 años han pasado ya dos o tres mánagers diferentes. Cada uno ve también las cosas a su manera. Yo lo respeto al 100% y lo entiendo perfectamente. Pero si estoy aquí y no he querido escuchar ninguna otra oferta ni nada es porque sé al 100% que desde Japón me respaldan completamente en lo que yo quiera hacer. Eso es lo que me han demostrado siempre hasta ahora. En cuanto a la parte portuguesa, es que tampoco quiero ahora mismo entrar a especular. Es normal que hayan cogido a un piloto más joven para asegurarse las cuatro posiciones del equipo, y más sabiendo que yo quería recuperarme lo primero y que prefiero centrarme sólo en el Dakar. Eso es lo que me da calidad de vida en el día a día. Las motos es algo que me gusta mucho, pero lo más importante es la salud.
-¿Habías asumido, entonces, que te retirabas de las motos?
Sí, sí, de alguna manera sí. Ya cuando acabé el Dakar 2022 ya fue un poco eso, esa fue la sensación. El año pasado trabajé muchísimo para darlo todo, acabó el Dakar y yo ya quería descansar. Luego, al ver que ya en Honda tenían el equipo cerrado, y no me dijeron mucho más, ya lo asumí. Ni siquiera miré otras opciones de otros equipos ni nada. Es algo que tengo asumido, que llego al final. Si no se hubieran dado las condiciones en Honda, seguramente lo habría aceptado. Tengo motivación y ganas de correr, pero también sé que son muchos años, que, al final, el riesgo es muy alto, que he sufrido caídas y que llevas cicatrices por todo el cuerpo. Sé que ya ha llegado el momento, ahora es un año más o uno menos. Es algo natural, que no me puedo quejar para nada porque cumpliré 40 años después del Dakar y no tantos pilotos han llegado a esta edad al máximo.
-¿Es este tu particular 'Last Dance' en el Dakar?
Sí, yo creo que sí. Nunca se puede asegurar nada, pero creo que sí. Al final es algo natural que aunque tú estés bien y sigas yendo rápido, la vida, no sabes por qué, te va cambiando. Yo valoro un montón el hecho de poder disfrutar de la moto y poder ir a los circuitos de motocross. Cada día que voy lo disfruto muchísimo, pero durante el año hago muchas otras cosas. De alguna manera, el entorno, la familia, todo… te hace pensar diferente a como lo hacías con 20 o 30 años. Tengo varios proyectos diferentes. Relacionado con la moto hemos empezado uno muy chulo con RedSand, que vamos a hacer unos circuitos en Torreblanca, mi pueblo, junto al mar. Es algo súper bonito que me hace mucha ilusión. Para hacerlo bien en el rally tienes que trabajar durante muchos meses, apartarte de todo, en el desierto, haciendo solo eso. Ese es el precio, creo que en cualquier deporte de alto nivel.

-¿Todo esto te ha hecho plantearte bajar un poco el ritmo y evitar esos sustos?
No, es lo que a mí me gusta. Si algún día gano el Dakar, será así. Obviamente, está claro que intento cada día hacer etapas sin errores, pero no voy tanto a especular, a estar tapado en el medio del pelotón. Soy más de tirar y el día que abro, tiro; y el que salgo desde atrás, también. Esa es mi manera y lo hago así porque me gusta y lo disfruto cuando lo hago. Obviamente, sé que penalizo y lo tengo clarísimo, pero compito porque me gusta y me gusta competir así, si no, seguramente, se me habría acabado esa motivación.
-Después de no haber competido en todo el año desde enero, ¿crees que puedes estar peleando arriba de nuevo?
Sí, hay que mejorar como sea ese top 5 del año pasado. Fue un buen año que llegué bastante fuerte y muy bien de preparación. Este año el objetivo es, como sea, evitar esas cosas feas, una pérdida de 50 minutos el primer día que luego es complicado de compensar, y sobre todo una caída tan fuerte como la que tuve. El resto, no me preocupa el tema de ritmo y eso, nunca ha sido mi problema el no tener gas. Mi problema es que quiero ir a mi estilo y, claro, en una carrera de 15 días no es fácil que vaya todo perfecto continuamente. El Dakar ahora mismo está tan ajustado que no puedes fallar ningún día en nada.
-¿Qué te dejaría buen sabor de boca en este Dakar?
Yo quiero divertirme y no hacerme daño, ese es el objetivo. Si me divierto, seguro que va a salir un buen Dakar y estoy seguro de ello. Siempre he optado a ganar y ese va a ser el objetivo este año también.