El milagro de Acapulco tras el paso del huracán tiene que ver con el pádel: "La ciudad quedó arrasada"
Un año después del desastre natural, la ciudad se recupera entre eventos deportivos de primer lugar gracias al grupo Mundo Imperial.
El Huracán Otis, que arrasó Acapulco en octubre del año pasado, fue un desastre natural del que la ciudad mexicana sigue recuperándose. La población local lucha cada día por volver a la normalidad de la que esta catástrofe les privó. El deporte en general, y el pádel en particular, están echando una mano a devolver a Acapulco a su máximo esplendor.
Esta debacle se cobró unas 250 víctimas mortales y dejó más de 30 desaparecidos en Acapulco y alrededores. La pérdida económica debido a los desperfectos provocados ronda los 15 millones de dólares. Edificios, comercios, viviendas, hoteles, instalaciones deportivas… El balance fue demoledor para la población local.
En la ciudad mexicana, cada año se celebran eventos como el ATP 500 de Acapulco en tenis o el GNP México Major en pádel. Ahora, pese a las consecuencias devastadoras del huracán, estas competiciones deportivas de primer nivel han seguido disputándose gracias a la población local y a la inestimable ayuda de la cadena hotelera y de entretenimiento Mundo Imperial. Seyed Rezvani, CEO del grupo, hace un hueco en su apreteada agenda y atiende a Relevo para explicar como ha sido la dura travesía que han atravesado para devolver a Acapulco a su máximo esplendor.
Este conglomerado empresarial cuenta con unos 2.000 empleados en todos sus negocios, sobre todo en los alojamientos turísticos más importantes de la ciudad de Acapulco. También son propietarios del Arena GNP Seguros, el estadio con aforo para 10.000 personas donde se celebran el ATP 500 y el Premier Padel de Acapulco. "La ciudad quedó arrasada. Además de los daños en las estructuras de nuestros negocios, muchos de nuestros empleados perdieron sus casas. El impacto psicológico fue muy grande para ellos", explica el empresario.
Seyed, como cabeza visible del grupo, decidió poner todas las facilidades del mundo a sus empleados para que intentaran recuperar su vida: "Después del desastre, seguimos pagando a nuestros trabajadores. Les dimos la oportunidad de trabajar cuatro días con nosotros y que tuvieran otros tres para poder encargarse de sus propiedades que habían quedado devastadas". El gobierno mexicano también puso de su parte: "Facilitó mucho las cosas a la población. Durante seis meses no cobró algunos gastos como la luz, mientras la gente reconstruía sus casas".
Muchos de los trabajadores estaban cualificados en hostelería, pero no sabían nada de labores de reconstrucción: "Enseñamos a la gente como remover escombros, como construir, como hacer carpintería, como pintar, como cortar árboles…", reconoce que llevaron a cabo una labor didáctica para que sus trabajadores pudieran dedicarse a las labores de reforma de las estructuras de los edificios.
«Hemos dado apoyo psicológico a nuestros empleados»
Los daños no fueron solo materiales, mucha gente tuvo que enfrentarse a situaciones personales y familiares muy duras: "Desde Mundo Imperial y Rivera Diamante también dimos apoyo psicológico a nuestros empleados y a sus familias. Muchos de ellos se quedaron a vivir en los hoteles mientras rehabilitaban sus domicilios".
Recordamos que México, y en especial Acapulco, es la cuna del pádel. La primera pista de la historia se construyo en la casa de Enrique Corcuera en 1969. Sabiendo esto, Seyed quería que el circuito profesional de pádel tuviera una de sus principales pruebas en la ciudad, y lo consiguió. Uno de los cuatro torneos de máxima categoría de Premier Padel Se disputa en el Arena GNP Seguros.
La temporada pasada, debido al huracán, la prueba tuvo que cancelarse. Después de una promesa del circuito a los promotores, y de que la ciudad se hubiese recuperado un poco, el torneo se recuperó unos meses después, pero bajándolo a categoría P1. En esta prueba, que se disputó a mediados de marzo, Arturo Coello, el número uno del mundo, donó parte de su premio por ganar el torneo para las víctimas del huracán.
«Todavía no he tenido tiempo de llorar»
Del 26 de noviembre, al 3 de diciembre, Acapulco volverá a organizar el torneo de categoría Major que le pertenece: "Hemos triplicado el número de entradas vendidas que en la anterior edición. Vimos en el pádel un deporte que estaba en auge. Pensamos que es una gran oportunidad para dar visibilidad a un deporte que no para de crecer. En México se están construyendo pistas sin parar por todo el país".
Ahora, cuando está más cerca el final de esta pesadilla, Seyed echa la vista atrás: "Yo todavía no he tenido el tiempo de llorar. Entras en una mentalidad de supervivencia que solo te hace mirar hacia delante. El Mexicano tiene la naturaleza de olvidar rápido, luchar y continuar con la vida". Afortunadamente, las labores de reconstrucción están en su fase final: "Creo que para febrero del año que viene ya estará la ciudad a pleno rendimiento. Los tres hoteles que gestionamos ya están casi al 100%".
Ahora, la obsesión de este exitoso empresario es seguir dando visibilidad a un paraíso como es Acapulco: "Queremos seguir organizando numerosas actividades para fomentar el turismo en la zona de Riviera Diamante. Conciertos, triatlones, ironman, tenis, pádel, congresos…". La cultura del esfuerzo y el sacrificio ha hecho que el pueblo de Acapulco vuelva a renacer.