Radiografía de una pala 'made in Spain': "Es probar y probar"
Nos adentramos en el proceso de producción de las palas en la fábrica de StarVie en Azuqueca de Henares.
El aficionado al pádel suele ser un friki de las palas. Por norma general, conoce los modelos que sacan las diferentes marcas cada temporada, pero pocos conocen cómo se fabrican. Un proceso de ocho etapas que se lleva a cabo en doce días, convierte a los elementos y materiales por separado en la herramienta de juego más importante del deporte del 20x10.
En un mercado en el que la mayoría de las palas se fabrican en China o Pakistán, todavía hay una marca que lleva a cabo su cadena de producción en España. Se trata de la marca StarVie con su fábrica en Azuqueca de Henares, a apenas 45 km de Madrid. La empresa española, en la que trabajan unas 50 personas, abre las puertas de su fábrica a Relevo para explicar como es el proceso de fabricación de las más de 100.000 palas que producen anualmente.
Cuando pensamos en un proceso de producción imaginamos algo industrializado y mecanizado, pero en el caso que nos ocupa se trata de un trabajo artesanal llevado a cabo por auténticos orfebres de las palas. Para ayudar a entender este laborioso proceso, Santiago Giménez, product manager de la compañía, nos explica algunos de sus secretos: "En la fabricación de cada pala se siguen ocho procesos: diseño, moldeo, rebabado, masillado, pintado, decorado, taladrado y montaje final. La cadena completa de producción suele tardar entre diez y doce días".
En la primera fase, un ingeniero industrial lleva a cabo el diseño del molde y un diseñador gráfico hace el prototipo a nivel estético. A partir de aquí es cuando empieza la cadena de manufacturación: "Elegimos los materiales y la configuración de la pala, después entramos en la parte de moldeo donde se juntan la goma, la fibra de carbono y la fibra de vidrio, después de pasar por una especie de horno".
Cuando se quitan los moldes, ya está producido el esqueleto de la pala. Ahí los trabajadores lijan los excesos de resina sintética y lavan la pala para eliminar todas las impurezas y que esté lista para ser pintada. Una vez que la pintura está seca se le ponen los elementos decorativos utilizando el método de la calca, algo parecido a las calcomanías que los niños se ponen en la piel con agua.
Después llega el taladrado, uno de los procesos más delicados e importantes de la cadena de producción. Los agujeros de las palas se hacen de uno en uno con un taladro industrial para evitar que pueda afectar a la estructura si se hicieran todos a la vez. Cuando los agujeros están hechos, solo queda el proceso de finalización en el que se le incorporan los elementos como el mango, la cuerda o el grip. Cada una de las palas es pesada y etiquetada con su gramaje exacto. Esta cadena de producción hace que sea casi imposible que todas pesen lo mismo.
«Palas made in Spain»
Tener la fábrica en España hace que los costes de producción sean más elevados, pero tiene algunas ventajas muy importantes: "Cuando decidimos construir la fábrica era por controlar la materia prima, los procesos y la calidad del producto. Cuando produces fuera es muy difícil estar encima al 100% de estos aspectos. Otra de las claves de gran importancia fue dar empleo a la población local", comenta Santiago.
Dependiendo del uso que vayan a tener las palas se utilizan unos tipos de materiales u otros: "Si fabricamos una pala de control utilizamos gomas blandas, con poca densidad. Al contrario, si lo que queremos es potencia, usamos gomas más duras, con mucha densidad. En la fábrica utilizamos hasta cinco tipos de gomas diferentes dependiendo del modelo que estemos produciendo".
«La fibra de vidrio es esencial»
Para dar con los materiales adecuados que se adapten al juego del tipo de jugador, no queda otra que el método ensayo-error: "Es probar y probar las palas. Ver la jugabilidad que da cada una de ellas, bien sea a través de jugadores o a través de monitores. Testeamos las palas con diferentes configuraciones y lanzamos al mercado la que más nos gusta a nivel comercial."
Santiago nos ayuda a desmontar un falso mito sobre la utilización de la fibra de vidrio en las palas: "Es muy necesaria, sin ella la pala se rompería. La fibra de vidrio es imprescindible para que la pala tenga flexibilidad. Si sólo estuviera hecha de fibra de carbono, se romperían con mucha facilidad".