Cameron Dicker, el último cuento de hadas del deporte estadounidense

El deporte estadounidense es un caladero infinito de historias de superación que darían para guionizar miles de cintas de sobremesa. Y la de Cameron Dicker es la última en llegar a las pantallas. El pateador de los Philadelphia Eagles cumple perfectamente con ese papel de Cenicienta olvidada que aprovecha su primera y única oportunidad para brillar y demostrar que tiene sitio en el baile.

Hace apenas siete días Dicker no tenía hueco en la NFL. Tras no haber sido seleccionado en el último draft lo intentó durante la pretemporada con los Rams y los Ravens, pero no se ganó un hueco en las plantillas definitivas. Y finalmente ha sido la lesión de un compañero la que le ha abierto las puertas de la liga.

Jake Elliot, pateador titular de los Eagles, se lesionó el tobillo derecho en el partido ante Jacksonville y la franquicia de Pennsylvania tenía que sacudir al mercado para encontrar un recambio de urgencia. Fue en ese momento cuando apareció sobre la mesa el nombre de Dicker al que llamaron para que se presentara a los entrenamientos del equipo. El ex jugador de la Universidad de Texas tenía por fin su oportunidad.

Y la ha aprovechado a lo grande. Dicker salió a falta de 1:45 para el final del partido entre los Eagles y los Cardinals, calentó su pierna derecha y conectó una patada desde 23 yardas que convirtió en field goal. Tres puntos que sirvieron para dar una nueva victoria al equipo de Philadelphia, que se mantiene como única franquicia que cuenta los cinco primeros partidos del curso por triunfos.

"Es un sentimiento increíble", aseguraba Dicker tras recibir la felicitación de todos sus compañeros en el vestuario y después de que el entrenador le diera el balón del partido. "He estado tranquilo durante toda la semana y al final he hecho mi trabajo. Realmente no me he puesto nervioso, pero estar en esa situación ha sido increíble. No esperaba salir al campo y patear así. No quería estar con nadie justo antes de la patada. Quería estar solo y centrarme en la patada. Le pegué bien y finalmente entró".

'Dicker the kicker' como ya le llaman en el vestuario de los Eagles no sabe qué le deparará el futuro. Sólo quiere aprovechar el presente y la oportunidad que le ha brindado el equipo de Philadelphia al que una de sus patadas mantiene como único equipo invicto de la NFL.

Una liga a la que Dicker no prestaba mucha atención siendo niño. Dicker nació en Hong Kong y se crió entre Taiwan y Shangai por el trabajo de su padre. En Asia también le daba patadas a un balón, aunque en su caso no era ovalado. Tampoco soñaba con llevar caso y hombreras. Él se imaginaba marcando goles en Anfield. Un sueño que no llegó, aunque en su caso el cuento sí ha tenido final feliz.