NATACIÓN PARALÍMPICA

Marta Fernández, la nadadora que triunfó en el Mundial y que se tomaría un café con Pau Gasol

La burgalesa fue la nadadora con más medallas, cinco, en la cita mundialista de Mánchester. Su próximo reto, sus segundos Juegos Paralímpicos.

Marta Fernández posa con las cinco medallas conseguidas en el Mundial de Natación Paralímpica.  /IG: martaferinf
Marta Fernández posa con las cinco medallas conseguidas en el Mundial de Natación Paralímpica. IG: martaferinf
Andrea Robles

Andrea Robles

Las historias trabajadas son las que mejores resultados obtienen. Como prueba, el idilio de Marta Fernández (Burgos, 29 años) con la piscina. La nadadora odiaba la natación de pequeña, sus padres la apuntaron como parte de su rehabilitación -tiene parálisis cerebral-. "La piscina me daba terror, no me soltaba del bordillo de pequeña. Es una pasada, mi madre dice que antes no quería entrar y ahora no quiero salir de la piscina", cuenta a Relevo.

No es que no quiera salir de la piscina ahora, es que cuando sale lo hace con varias medallas en el cuello. Ha sido la nadadora española con más medallas -cinco- en el Mundial de Natación Paralímpica de Mánchester: dos oros en 50 y 100 libre S3 -uno de ellos el día de su cumpleaños-, una plata en 150 estilos SM3 y dos bronces, en 50 braza SB3 y como componente del relevo 4x50 estilos mixto 20 pts.

"Yo no pensaba que iba a salir así. Todavía no he asimilado Tokio, para que te hagas una idea. Las medallas de Tokio están en casa de mis padres y cuando las miro digo: 'Joe, todo lo que he conseguido'. Y parece mentira que hayan pasado ya dos años y que quede uno para los Juegos de París", afirma.

París 2024 serán sus segundos Juegos. En la cita paralímpica japonesa, el bote fue de oro, plata y bronce. Un triplete en su debut paralímpico que la convirtió en la atleta española con más preseas, y por consiguiente, en la abanderada de la ceremonia de clausura. Fue un momento memorable para ella, a pesar de que por culpa de las restricciones por la pandemia no había espectadores ni familiares: "Lo disfruté como una niña, como si estuviese el estadio lleno, pero los más veteranos nos decían que era todo muy distinto. París está aquí al lado y mis padres podrán vivirlo a pie de piscina".

Queda poco y mucho a la vez para París, una ciudad que visitará por primera vez durante los Juegos. Pero, tras el esfuerzo del Mundial, es el momento de darse un descanso, aunque no pierde de vista sus objetivos. "Quiero repetir podio en unos Juegos, pero dado que pueden cambiar mucho las cosas en un año prefiero no pensar en medallas y centrarme en llegar en la mejor forma posible a París y disfrutarlo".

Perales y Gasol, otros dos abanderados como referentes

Las medallas del Mundial de Mánchester llegan tras un año complicado, con un retroceso en su enfermedad, que la ha obligado además a cambiar de categoría, algo que influirá en el número de pruebas que pueda disputar en París 2024: "Se han reducido las pruebas, creo que solo puedo nadar tres", explica.

Otra nadadora que tuvo que cambiar de categoría en el Mundial fue Teresa Perales, su mayor referente en la piscina. Cuando le preguntamos si va a alcanzarla algún día contesta humildemente: "Teresa tiene 27 medallas paralímpicas… y va para 28. Yo solo tengo 3. Ojalá fuera como ella, la admiraba desde que empecé y tengo la suerte de poder convivir y compartir equipo con ella". Perales, que en el Mundial ha competido con solo un brazo tras operarse de su hombro, ha logrado dos cuartos puestos y un quinto y ha batido 3 récords de España. "Tiene una capacidad de adaptación increíble. Es muy difícil adaptarse a nadar con un brazo solamente, o sea, hay que volver a aprender a nadar y ojalá en París caiga la 28ª medalla...o más", asegura Fernández.

También idolatra a un baloncestista, concretamente al mejor de la historia de España, que este fin de semana ingresa en el Salón de la Fama de la NBA. "A nivel deportivo siempre he admirado a Pau Gasol, porque siempre sabía levantarse, como Rafa Nadal, pero si me dijeran 'con quién tomarías un café', diría, 'con Pau Gasol'".

Marta Fernández, durante el Mundial de Natación Paralímpica de Mánchester. COMITÉ PARALÍMPICO
Marta Fernández, durante el Mundial de Natación Paralímpica de Mánchester. COMITÉ PARALÍMPICO

Medallista y funcionaria

La piscina que tanto terror le provocaba de pequeña ahora es su lugar feliz. "Me aporta más sensación de libertad, noto menos las limitaciones que tengo fuera y me ayuda a que mi enfermedad degenerativa vaya más despacio".

Pero la burgalesa no solo destaca en el agua. Estudió Administración y Dirección de Empresas y aprobó la oposición de administrativos del Estado. Un triunfo que cualquier opositor sentirá como conseguir una medalla, pero que a la nadadora al principio le generaba cierta incertidumbre. "Empecé a trabajar en marzo de 2021, unos meses antes de los Juegos de Tokio. Me daba mucho miedo no poder compaginar el deporte con el trabajo, pero todo han sido facilidades, con la jornada reducida puedo hacer las dos cosas, tengo unos compañeros que lo viven como si fuese mi familia y todo es como más fácil".

Funcionaria y medallista paralímpica… y aun así sigue bromeando sobre el punto de partida con su entrenador Raúl Carrasco. "Cuando llegué a Valladolid -al centro de tecnificación- no sabía nadar a mariposa ni voltear y mi entrenador se metió al agua para enseñarme… Siempre decimos que si ese día que nos hubiesen dicho que yo iba a ir a unos Juegos, nos hubiésemos reído porque parecía prácticamente imposible", se ríe.