Luis Huerta: "Me considero un chico normal que intenta vivir su vida"
El vallisoletano habla con Relevo antes de su participación en los Juegos Paralímpicos de París.

Luis Huerta (22 años) nació con malformaciones en las dos piernas y en los dos brazos, por lo que se ayuda de unas prótesis para poder andar. Además, también tiene una discapacidad sensorial auditiva. Nacido en Valladolid, no solamente ha conseguido llevar una vida normal, sacarse el carnet de conducir y estudiar una carrera como cualquier otro chico de su edad, sino que también ha sido cuarto en los Juegos Paralímpicos de 2020, bronce europeo en 2021, bronce mundial en 2023 y oro europeo hace apenas dos meses.
Pese a su discapacidad, Luis hace natación desde los cinco años y ya prepara su participación en los próximos Juegos Paralímpicos de París de este verano en el Centro Especializado de Alto Rendimiento Río Esgueva, a los que sabrá si está clasificado el mes que viene de manera definitiva. Además de este deporte, también ha probado otros, como el fútbol o la equitación, y estudia Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFYD) para poder dedicarse a ello en un futuro. Un claro ejemplo de que, con voluntad y esfuerzo, cualquiera puede conseguir sus objetivos.
¿A día de hoy, te afecta en tu día a día, aunque obviamente haya cosas que se te compliquen?
Llevo una vida prácticamente normal, que llevaría una persona de nuestra edad. Con mis dificultades, como es evidente, pero las he sabido superar. A veces algunas cosas que cuestan más tiemplo, pero al final lo consigo hacer. He conseguido llevar una normalidad, todo es práctica.
¿Qué tal llevas los estudios?
Lo voy llevando bien. Estoy en el tercer curso, aunque es mi cuarto año. El tercer curso es el más difícil y tuve que dividir las asignaturas porque se hacía un poco cuesta arriba entrenando.
¿Cuánto entrenas a la semana?
Ponle de lunes a sábado dos horas al día, más tres sesiones de gimnasio a la semana, de una hora y cuarto. Los domingos ya descanso (se ríe).
Me imagino que de pequeño no fue todo tan fácil.
Si es verdad que, de pequeño, para mis padres era una situación nueva a la que se enfrentaban. Entonces, mediante otros casos que había se iban nutriendo de información y ganando experiencia, y han ido llevándolo bien y educándome bastante bien. Yo creo que me han educado bien para que yo pueda tener una vida independiente, fácil dentro de lo que cabe, y que pueda superar mis obstáculos.
En cuanto a madurez, ¿crees que la discapacidad te ha exigido madurar antes? Ahora lo aceptas, pero a un niño igual le cuesta aceptarlo.
Yo conozco casos que les ha costado y les cuesta más asumir que son discapacitados. Pero yo creo que siempre he tenido una mentalidad de 'esto es lo que hay y hay que tirar con ello'. He tenido mucha suerte con todos los amigos, compañeros y el entorno que me ha rodeado, que me ha ayudado a tener la mentalidad que tengo ahora. Creo que también depende mucho del entorno que puedas tener.
Tus padres hace años tendrían ese miedo a que tú no pudieras tener tu independencia, que no te fuera todo bien en todos los ámbitos…
Es una situación a la que muy poca gente está expuesta y sí que tenían ese miedo, pero han conseguido superarlo y creo que les he demostrado que he puesto de mi parte y he podido superar todos los problemas de mi día a día y a lo largo de mi vida; y esos miedos se han ido quitando.
Para tu familia, además, es una dificultad costear todo lo que necesitas para llevar una vida normal.
He tenido la suerte de que he crecido en una familia que económicamente ha podido superar esas barreras. Es verdad que mi vida puede ser más cara, porque con el tema de las prótesis que, quieras que no, cuestan dinero, pero sí que he tenido facilidades con diferentes becas y ayudas.
Fueron ellos quien te iniciaros al deporte.
A mí con cinco años me metieron al agua y decidieron que tenían que enseñarme a nadar. Y aquí, en Castilla y León, hay un programa de motóricos en el que se enseña a niños con discapacidad a nadar y a flotar, y algunos pueden llegar al Centro de Tecnificación para seguir el deporte de competición. También he practicado fútbol, aunque sí es verdad que mis padres tenían ese miedo de que a lo mejor no podía ir porque me caía, me podía hacer daño o yo podía hacer daño a otros niños con las prótesis. Pero al final hubo un señor en la fundación del Real Valladolid, que es Crespo, que ahora lleva la fundación Eusebio Sacristán, que dijo que me metiera y que pruebe fútbol y viera si le gusta o no. Estuve tres años. Luego hice dos años de equitación, más por recomendación médica, pero no me gustó mucho.
Para fútbol necesitas prótesis, para nadar no.
No. Además, está prohibido por reglamento, no se puede usar nada, vas con lo que tienes.
No es lo mismo una discapacidad que otra.
Se divide en 14 categorías, dependiendo de que discapacidad tengas. Del 1 al 10 es discapacidad física o parálisis cerebral, donde la 1 es la más severa y la 10 es la más leve. Luego de la 10 a la 13 es discapacidad visual, donde 11 es ceguera total. Y luego la 14 es la discapacidad intelectual. Yo estoy en la 5.
¿Los Juegos Paralímpicos es lo máximo a lo que aspiras?
Sí. No todo el mundo puede llegar a unos Juegos Paralímpicos, así que el llegar ya es una cosa espectacular, alucinante. Y tengo la suerte de poder estar medio clasificado para los próximos juegos y poder disfrutarlos sin que sea pandemia.
¿Estás nervioso, preparado para competir?
Quedan dos meses y pico, tengo ganas de ir y disfrutar por fin de unos Juegos de verdad, de lo que es el movimiento paralímpico, no solo lo que es la competición, sino el resto de cosas. En los anteriores juegos de Tokio me pilló la pandemia y no era lo mismo. Y con ganas de seguir entrenando, disfrutando y hacerlo lo mejor posible.
¿Cuál es el objetivo de Luis Huerta para los Juegos?
Buscar mi mejor marca, disfrutarlos y ya el resto si sale pues salió, y si no pues… estoy en los Juegos (se ríe).
¿Qué esperas de tu futuro profesional después de la natación?
Me gusta mucho el tema del deporte, de entrenar y sobre todo de la natación. Me gustaría seguir ligado como entrenador o como preparador físico. De momento, quiero ver cómo va mi carrera deportiva y si no, seguir ligado a esto.
¿Te consideras un ejemplo de superación?
Me considero una persona que intenta vivir su vida. Ejemplo de superación me considero más por el deporte, porque al final todos los deportistas somos ejemplos de superación, nos tenemos que superar a nosotros mismos para poder llegar a conseguir otros objetivosy otros sueños que podamos tener. Pero en el día a día, si alguien me tiene como ejemplo de superación, puesencantado, pero me considero un chico normal que está viviendo su vida y que intenta tener un trabajo, relacionarse y disfrutarla.