JJOO

La estrella de la natación australiana carga contra la Villa Olímpica: "No nos cambiaron las sábanas, vivíamos en la inmundicia"

Ariarne Titmus, con cuatro medallas en París, se quejó de las condiciones en las que vivió en los JJOO.

Ariarne Titmus, durante una de sus pruebas. /EFE
Ariarne Titmus, durante una de sus pruebas. EFE
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Ha pasado casi una semana desde que acabasen los JJOO de París, unos de los mejores de la historia por el nivel de las actuaciones de los deportistas que compitieron. Fueron muchos los nombres propios de la cita que repartió innumerables medallas. Cuatro de ellas se las llevó Ariarne Titmus, la reina de la natación en Australia y que volvió a demostrar que es una de las mejores del mundo.

Para el recuerdo está su prueba de 400 metros en la que se enfrentó a Katie Ledecky y Summer McIntosh y de donde salió triunfadora. A eso le sumó posteriormente otro oro más y dos platas. Sin embargo, no todo fue de color de rosa para la oceánica. Lo bueno vivido dentro del agua choca con su experiencia en la Villa Olímpica, donde, como el resto de deportistas, sufrió con algunas de las condiciones.

"En mi apartamento era más grande que la sala de estar. Nuestras sábanas se cambiaron solo la primera noche y no se volvieron a cambiar durante el resto de nuestra estadía, así que estábamos viviendo en la inmundicia", reveló en el programa de su país llamado The Project, además de añadir que tuvo que solicitar papel higiénico extra debido a la escasez.

Titmus fue de las afortunadas e incluso un patrocinador le proporcionó un colchón especial para dormir, algo que sin duda agradeció. "Tuve mucha suerte. Los colchones que había allí eran como hilos de pescar enredados y en tres segundos eran como tres partes que se unían", se quejó la nadadora.

Las suyas no han sido las únicas críticas de los deportistas hacia la Villa. A Thomas Ceccon, nadador italiano que también se colgó medallas en París, lo vieron durmiendo en plena calle debido a la ausencia de aire acondicionado en las habitaciones. Adam Peaty, se quejó de que "había gusanos" en la comida, mientras que los tenistas estadounidenses abandonaron las instalaciones debido a la incomodidad que les suponía.

"No había buena comida y había muchas colas para comer. La verdad es que la organización no fue buena. Está de moda esto de que no hay proteínas y que la comida sea vegana o vegetal. Hacíamos colas de 40 minutos para que te den una hamburguesa o lo que servían de carne. Esperar 40 minutos es mucho para un deportista de alto rendimiento", lamentó Santiago Gómez Cora, entrenador de la selección argentina de rugby.