Desahucio en una piscina municipal: Carlos Garach se queda 'sin nadar' a un mes del Mundial

Un mes y 23 días. Eso es lo que falta para el Mundial de piscina corta que se celebrará en Melbourne (Australia). Y ese es el tiempo que les queda a los nadadores para su preparación. Pero hay un problema. Al menos para uno de los seleccionados del equipo español, que tiene que sortear cada día una serie de carambolas para poder entrenarse y que a partir del 1 de noviembre se va a quedar sin piscina.

¿El motivo? Por una parte la "ausencia" de piscina en Málaga para los nadadores andaluces, debido a un problema que ya se prolonga más de medio año. Y por otra, que se prima "el dinero por delante del deporte". Esta es la situación del granadino Carlos Garach, doble campeón del mundo júnior el pasado verano en Perú y que luchará el próximo mes de diciembre por entrar en el podio absoluto en el 1.500 libre.

El pasado 30 de marzo, se derrumbó parte del techo del recinto donde se ubican las piscinas cubiertas del gimnasio Inacua en Málaga. Este es el centro donde se entrenan los grupos de tecnificación. También es el centro de alto rendimiento en el que está Carlos Garach, a raíz del convenio que existe entre la Federación Andaluza de Natación y el Ayuntamiento de Málaga.

El desplome de parte de la infraestructura hizo que las tres piscinas cubiertas del centro (la de 50 metros, la de 25 y la de spa) tuvieran que ser clausuradas al público. Incluso hubo que trasladar a Torremolinos el Campeonato de España de Natación que estaba planeado que se celebrase en Inacua una semana después del desplome. Los nadadores tuvieron que adaptarse a otras piscinas e irse a otras instalaciones. Un parche para sus entrenamientos.

La previsión era que durante el verano se reparase el techo y para septiembre, la instalación estuviera reparada y operativa. Los plazos se han cumplido, pero a medias. La obra se acabó a tiempo, pero las piscinas cubiertas de Inacua siguen sin abrir y ya estamos prácticamente a finales de octubre. A esto se suma que tampoco pueden entrenarse los nadadores del CN Inacua ni los del Club de Waterpolo. ¿Conclusión? Más overbooking en el resto de piscinas.

La situación tras el verano es crítica. A mediados de octubre, grupos de selecciones extranjeras llegaron a entrenarse a la piscina exterior, la que comparten todos ahora. Estos grupos pagan por la práctica en la instalación y se sitúan por delante de los nadadores de alto rendimiento como Garach. "Se prima el dinero por delante del deporte. ¿Ellos pagan? Están por delante", explica el entrenador del nadador granadino y también director deportivo de la Federación Andaluza de Natación, Xavi Casademont.

Pero la cosa no acaba ahí. La semana del 24 al 30 de octubre baja el número de extranjeros, según explica Casademont a Relevo, pero "el 1 de noviembre la previsión es cerrar la piscina de fuera y no sabemos dónde vamos a entrenarnos"..

Ahora mismo, el entrenamiento de Garach se programa "prácticamente al día". Tal y como asegura el técnico, "lo único estable es la sesión de la mañana" que se realiza en la piscina de la Ciudad Deportiva Carranque Javier Imbroda de Málaga. Este entrenamiento es "en piscina de 25, que no es lo que debería ser, pero bueno", reconoce Casademont. Garach debería entrenarse en una de 50 metros, como la que sigue clausurada en Inacua. Pero, ¿por qué no la abren? Por un problema de filtraciones y focos.

El problema de la piscina de 50 es que en el vaso hay filtraciones, algo que ha sido revisado por los técnicos municipales. "El Ayuntamiento nos ha dicho que hay un problema con los focos en la de 25, que las abrazaderas no están bien y para cambiarlas llevan ya septiembre y octubre", indica el entrenador de Garach, que ahora 'desdobla' a sus nadadores para poder seguir entrenando.

Si por las mañanas es fijo lo de Carranque, que es "un 40% del entrenamiento de Carlos", por las tardes, al igual que las del resto de nadadores, "depende del día". "Hoy, por ejemplo, la mitad del grupo se ha ido a Torremolinos y la otra mitad, a Inacua, a la piscina exterior", explica Casademont. Eso sí, los entrenamientos en Torremolinos, ahora mismo, "no son de nivel, pues hay días que tenemos que entrenar a 16 nadadores en dos calles, algo que no sirve ni para un club que quiera hacer las cosas medianamente en serio".

Sin embargo, esta situación, presuntamente, iba a estar solventada hace semanas. Al menos, así se confirmó en una reunión con la concejala de Deportes de Málaga, tal y como relata Casademont: "Tuvimos una reunión con la concejala de Deportes. Delante de nosotros llamó a la persona que se encarga de la gestión de la piscina y quedamos en que en noviembre, la piscina exterior se calentaba, los gastos se compartían entre Federación, Club e instalación, y que había una reparación temporal de la piscina de dentro, con la puesta de un faldón como método provisional para que aguantara hasta que estuviera el vaso nuevo y se buscase una época menos lesiva para cambiarlo. Todo el mundo estaba de acuerdo". Pero tras eso, desaparecieron las noticias. "Después, silencio total. Hemos preguntado y ni nos contestan. No sabemos dónde nos vamos a colocar", asegura Casademont.

Carlos Garach ve y vive con resignación su situación. "Estamos teniendo bastantes problemas. No sabemos al final dónde vamos a entrenarnos y es un lío", explica el nadador granadino a Relevo. Además, todo esto ha aparecido de "sorpresa" y los cambios para cuadrar entrenamientos en otras piscinas acaban pasando factura. Más aún cuando se trata de jóvenes que compaginan el deporte con los estudios, como Garach.

"Yo tengo que ir a la universidad. Estudio Ingeniería Electrónica, Mecatrónica y Robótica. Con todos estos cambios, algunos días coincide que tengo que entrenarme un poco más tarde y entonces falto a parte de clase, llego 15 minutos más tarde…", manifiesta el deportista que, en poco más de un mes, acudirá al Mundial de piscina corta y aún no sabe dónde lo va a poder preparar. Su entrenador, tampoco: "El Mundial es en diciembre y el 1 de noviembre no sé dónde vamos a entrenarnos. Solo tengo seguro un 40% del entrenamiento que hay que hacer, que es por la mañanas en Carranque", indica Casademont.

Ahora, con tan poca antelación y en mitad del curso escolar, ¿cómo cambian a todos los nadadores a otras instalaciones emplazadas en otros lugares? "El problema está en el silencio, porque si nos dicen que no va a haber piscina habrá que buscar una solución mayor, pero así…", se resigna Casademont.

De momento, la solución sigue sin llegar. Y, ahora sí, empieza la cuenta atrás para el cierre de la piscina… Y para la preparación (en algún lugar aún desconocido) de los 1.500 libres que Garach nadará en el Mundial absoluto de piscina corta de Melbourne.