WATERPOLO

Judith Forca, campeona olímpica en París, rompe con el tabú y será madre a los 28 años: "No debo abandonar mi vida personal por el deporte"

Judith Forca, que estuvo cerca de no competir por una grave lesión de espalda, está embarazada: "Me asesoré con Ona Carbonell"

Judith Forca, durante los Juegos Olímpicos de París, después de anotar uno de los goles. /GETTY
Judith Forca, durante los Juegos Olímpicos de París, después de anotar uno de los goles. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Acabó la explosión de felicidad del waterpolo español por el oro olímpico conseguido en París, el sueño de un equipo femenino de leyenda, y regresa la temporada de clubes. Otro ciclo en marcha con cambios... Y algunas noticias excepcionales, como la de Judith Forca (Sabadell, 1996), embarazada y quien será madre con 28 años en este 2025. La nadadora quería ser una madre joven, aunque estuviera en la flor de su carrera, y lo habló con su pareja y se lanzaron tras cumplir otro de sus sueños, el oro olímpico. Y en septiembre inició un proceso de cambio porque todo fue "muy rápido".

La historia de Forca, la mejor zurda del circuito mundial, campeona de siete Champions con el CN Sabadell y presente en todos los éxitos de la Selección desde 2014 y quien quiere llegar a Los Ángeles 2028, rompe el tabú de ser madre en el cenit de una carrera, habla de las angustias y los miedos, también de las ayudas de clubes y de la federación. Y del asesoramiento, por ejemplo, de Ona Carbonell, quien pasó por ese proceso antes de los Juegos de Tokio. También desvela Forca la lesión desconocida que le tuvo contra las cuerdas antes de París y que tampoco le asegura que vaya a volver al cloro en las máximas condiciones.

Ya han pasado más de tres meses de aquel éxito, ¿qué imagen retienes del oro conseguido en París?

La imagen es cuando acaba el partido, el ver a mis compañeras, ver su cara de felicidad después del año tan duro que tuvimos con Europeo, Mundial, Juegos... Cumplimos un sueño. Me giré y vi a Maica García llorando. Yo también lloré porque me emocioné. Superó mi sueño. Y luego ver a mi familia en la grada...

¿Creíste en algún momento que nunca lo lograrías?

Entrenamos tan bien, lo dimos todo durante todo el año, estábamos más tranquilas que en cualquier campeonato. Pero ya sabemos que en unos Juegos nunca se sabe. Fue la competición en la que más disfruté.

Y esas semifinales ante Países Bajos creo que no fueron de tanto disfrutar...

Se me pone aún la piel de gallina... No podías imaginar ir ganando de seis goles, pero luego se complicó y fuimos a los penaltis. Estábamos muertas. Recuerdo que todos nos concentramos con Miki diciendo 'me da igual, no puedo más, pero estoy hay que ganarlo'.

Viviste una preparación y unos Juegos complicados por una lesión de espalda, que incluso te obligó a dormir bocabajo. ¿Cómo fue ese proceso?

Llevo tres años con esta lesión y cada tres meses debo infiltrarme. Tengo una vértebra rota, me toca el nervio ciático y me inmoviliza la pierna izquierda. Pero en marzo, después del Europeo y de los Mundiales, ya no me hacían efecto. No podía dormir ni caminar, estaba cinco minutos de pie y tenía que sentarme. Debía dormir bocabajo y con las manos en la cadera. Hablé con los médicos y me quemaron el nervio ciático. Y así se acabó el dolor. Podía entrenar y llegué bien a los Juegos.

¿Llegaste a temer por competir en París?

La operación fue en marzo. Y podía ser que no hiciera efecto. A las tres semanas debía mejorar, pero no notaba esa mejora. Iba a cenar y lloraba del dolor. Pensaba que no iba a llegar a los Juegos. Todos me ayudaron, tanto club como Selección. Hasta dos semanas antes de los Juegos no podía hacer ejercicios de contacto. Lo pasé muy mal, pero lo intenté antes de viajar, en un encuentro contra China, y me noté bien. Qué alegría después de todo el esfuerzo.

De fondo hay un debate, el de la salud y el alto rendimiento. ¿Nunca fue opción operarte?

Mi problema era que si entraba en el quirófano para que me fijaran la columna no podía volver a jugar a waterpolo. El médico me aconsejó parar tres meses a ver cómo estaba mi lesión, si el dolor era fruto de mi vida normal o si era por entrenar cuatro horas al día. Si seguía con molestias, me tenía que operar y adiós al waterpolo... Ahora estoy mucho mejor que la temporada pasada, pero por las noches a veces noto alguna molestia.

¿Y cuándo y cómo te lo hiciste?

No sé cuándo me lo hice. Llegó un día que se me dormía la pierna y fui a hacerme unas pruebas y así lo dictaron los resultados de la resonancia. Si me operaba, debía dejarlo. Por eso, tras los Juegos, estaba obligada a parar tres meses.

Esta temporada para ti es en blanco por tu embarazo. ¿Era algo que estabais buscando?

Hacía tiempo que tenía la idea de ser madre, y mi pareja también. No veía el momento. Quería montar una familia, pero también quería ser oro olímpico. Y estaba fijada en París. También me motivaba que mi familia iba, porque en Río no fue por la distancia y en Tokio era imposible. Lo tenía presente. Ganamos el oro, lo hablé con mi pareja y vimos que era el momento. Yo podía seguir luego, ir a Los Ángeles... Y llegó rápido.

No es habitual ver deportistas que, en la flor de su carrera, dan este paso. ¿Qué reflexión te sugiere?

Mi reflexión es que quería ser madre joven y tenía ganas, no porque hagas deporte tienes que abandonar tu vida personal. Vi la oportunidad este año, llegó muy rápido, creía que con el estrés de los Juegos tardaría, pero no. Ahora, a descansar, disfrutar del embarazo y volver al agua cuando el médico me deje. La pregunta es ¿fuiste embarazada a París? No, aún no lo pensaba. Fue muy rápido y todo pasó luego.

¿Y cómo lo comunicas a la Selección y al club? ¿Qué te dijeron?

Fue un momento difícil. Lo tengo que comunicar muy pronto tanto al CN Sabadell como a la Selección. Tengo que gestionar el decirlo, para que tu familia no se entere por otra persona que no fueras tú. Mis padres lo sabían, pero luego se lo tuve que decir al seleccionador Miki Oca y al presidente de mi club. Les dije que necesitaba unos días para mantenerlo en secreto, porque los primeros tres meses son de riesgo. Y luego ya lo hacemos público. Todos me han ayudado y respetado.

¿Hasta cuándo seguirás entrenando?

Me lo marcará el médico y mi estado, pero de lunes a viernes me entreno por las mañanas. Voy con mis compañeras al gimnasio y puedo nadar y pasar... pero nada de contacto. Lo echo de menos, porque lo mío no es nadar...

¿Recibirás todas las ayudas del club y del ADO?

Estoy de baja en el club, ya que no puedo jugar. Con la Selección lo que toque, el ADO y la beca de la medalla.

¿Cuándo tienes pensado volver a competir?

Me gustaría empezar en septiembre, pero eso lo dirá el médico y cómo nos vamos encontrando. Cuando pueda, ya me tiraré al agua.

¿Pediste consejo a alguna deportista que haya pasado por esa situación?

Hablé con Ona Carbonell. Me dijo cómo se sentía, cómo lo hizo ella, y me recomendó que si era mi ilusión, que lo hiciera, que no me arrepentiría, y que luego podría volver a jugar. Y que mi edad era buena para poder volver sin problema. La llamé porque la conozco y sé que me daría buenos consejos. Tenía la ventana de ver lo que ella vivió, y conocer su punto de vista. Y me ayudó a tomar la decisión.

"Ona me dijo que si era mi ilusión no me arrepentiría y que podría volver a jugar"

Serás ahora la espectadora más fiel de Can Llong. ¿Otro año para ganar la Champions?

Tenemos el mejor equipo de siempre, son buenas jugadoras, lo están haciendo bien... Pero lo paso mal en la grada. Llevo hasta una pelota de estrés por la tensión. Pero estoy tranquila porque lo harán muy bien.

¿Qué queda de la expectación generada por vuestro oro olímpico?

Se diluyó... Antes era el boom de ser campeonas olímpicas, pero ahora se habla menos. Es una pena. Hemos hecho historia y pocos se acuerdan de nosotras. A veces hay 30 personas en la grada. Pero seguiremos luchando, entrenando y que se nos reconozca.