El no de Natacha Alfageme a la F1: "Creía que me iba a sentir fuera de lugar"
La periodista de DAZN y escritora de 'MotoGP más allá del asfalto: viviendo a 350 km/h' revela a Relevo sus vivencias en el paddock.
Entre las tantas caras que forman el paddock de MotoGP hay una que, en sus años con micrófono en mano, se ha sabido ganar el cariño de la gente, Natacha Alfageme (Zamora, 1987). Durante años lo ha hecho a través de la pantalla, primero de Movistar y actualmente en DAZN, contando las peripecias del paddock de la manera más humana posible. Ahora, aún con su papel de periodista dentro del equipo de DAZN, Natacha ha querido trasladar esas aventuras a las casi 300 páginas del libro que publicó hace algunas semanas, 'MotoGP más allá del asfalto: viviendo a 350 km/h'.
Con esa excusa, repasamos lo que ha sido uno de los proyectos más especiales para la zamorana, pero acabó convirtiéndose en una pequeña terapia que describe a la perfección la esencia que Natacha ha querido trasladar en su primer libro. Su éxito radica en que ya va por la tercera edición, algo más de lo que se imaginaba Alfageme antes de plasmar sus primeros pensamientos.
¿Cómo surgió la idea de escribir un libro?
Pues surgió porque me lo propuso la editorial. Un día se pusieron en contacto conmigo desde La Esfera de los Libros, me contaron un poco su idea, ellos ya tenían un libro de Nira Juanco contando los entresijos de Fórmula 1 y les faltaba o querían hacer un proyecto similar en el mundial de motociclismo. Me lo propusieron y me dio un poco de vértigo porque yo soy adicta a las letras, o sea me encanta leer, me da muchísimo respeto todo lo que es la literatura y dije, '¿como voy a escribir yo un libro?'. Primero me dio miedo y luego lo pensé unos días, mis amigas me dijeron, 'venga anímate' y pensé: 'para alguien que le gusta tanto leer, tener un libro con tu nombre, eso ya va a quedar ahí'. Así que por eso me lancé a la aventura.
"Yo tenía claro que quería poner al lector en el centro"
Periodista de DAZN MotoGPEn el mercado hay mil libros de motor, pero este particularmente cuenta la parte que no se ve de este deporte, la humana.
Desde el primer momento que dieron la posibilidad de escribir el libro tuve claro que quería un libro para el aficionado. Ni que fuese una biografía, que yo es lo que más he leído de Motor. No conozco todos los libros que se han publicado de MotoGP, pero sí que la mayoría de los que yo he leído han sido biografías. Yo tenía claro que quería poner al espectador, bueno en este caso al lector, en el centro y hacer algo para ellos porque al final son los que mueven todo esto, es para quienes dan sentido todo este circo, quienes hacen que esto continúe, quien da color a esta fiesta. Y al final, era también una forma de agradecerles, porque yo noto mucho cariño siempre en las redes, cuando he estado en circuito y cuando no, y era como algo pendiente.
¿Te resultó complicado?
Fue difícil al principio porque como yo nunca había escrito un libro ni nada por el estilo, es verdad que al principio, como todo en las primeras veces, iba más encorsetada, más pensando en qué dirán cuando lean esto, o qué va a pensar tal persona. Luego ya con el paso de las semanas me solté y me sentí mucho más libre a la hora de escribir, me salía todo más fácil, me salían metáforas más de dentro y más fácilmente con las que poder un poco comparar lo que es todo ese mundo. Pero bueno, fue fácil y difícil a la vez contar lo que supone el paddock porque tengo muchos sentimientos hacia él, reflejar esa intensidad.
Una de las cosas que más llama la atención es ese sentimiento de familia que provoca MotoGP y que tanta gente comparte.
Es lo que digo en el libro, es una familia que se va moviendo de circuito en circuito a lo largo del pueblo itinerante, porque al final somos tres mil habitantes y mi pueblo tiene 300. Las horas de vuelo, de aeropuertos, de hoteles, de esperas, de colas de embarque todo eso hace piña y es un sentimiento por una parte como de familia, porque pasamos mucho tiempo juntos, y por otra parte, de orgullo de cómo es el paddock para el que yo trabajo. Es un paddock cercano, atento, detallista, generoso, acogedor. O sea, yo no me imagino el resto de paddocks así. Yo no he trabajado en la Fórmula 1, pero cuando he ido alguna vez a un gran premio de Fórmula 1, me da la sensación de que hay más lujos, que eso quizá lo hace un poco más frío. Para mí el paddock es casa.
De hecho, tú cuentas que has tenido la oportunidad de pasarte a Fórmula 1 y lo rechazaste, ¿verdad?
Sí, me surgió la oportunidad de dar el salto a Fórmula 1, la verdad que una oferta bastante tentadora y me lo estuve pensando mucho tiempo. Yo reconozco que la Fórmula 1 tiene más audiencia que MotoGP y siempre parece que está por un paso por encima de MotoGP, también depende en qué escala la pongas, porque a la vista está que yo me quedé en MotoGP porque yo no quería irme de este paddock. O sea, yo no me imaginaba en un paddock que no fuera este. Yo pensaba cómo iba a echar de menos a los equipos, a los pilotos, a los compañeros de prensa. Sentía que me iba a sentir fuera de lugar, que ese paddock era como demasiado, no sé si la palabra es lujoso, o demasiado frío, o demasiado distante, para lo que yo estoy acostumbrada que al final el calor del paddock de MotoGP.
En tu libro hay dos nombres muy distintos. El primero, ¿por qué Dani Pedrosa?
Es que me gusta mucho cómo habla Dani. Y me gusta cómo habla de cómo entra un piloto en una curva, de cómo habla de la parte de los pilotos o de la parte filosófica de la vida. O sea, me encanta escuchar a Dani, podría escucharlo durante horas. Desde aquí le pido que haga un podcast, porque a mí se me hizo muy corta una entrevista que creo que fue de una hora o más. Y bueno, como me gusta mucho escuchar hablar a Dani, sobre todo porque cuenta muy bien esa parte más humana del motociclismo del piloto, de lo que está sintiendo, es capaz de empatizar y de explicarlo muy bien, tenía claro que el prólogo quería pedírselo a él, porque como ya sabía que iba a ser un libro centrado en la parte humana, es verdad que no las tenía todas conmigo, y probé.
Y se lo dije y fue súper generoso porque me dijo que le habían propuesto muchas veces participar en libros o colaborar en libros y que nunca lo había visto claro, pero que esta vez al ser compañeros y que le gustaba la idea del libro, sí que estaba dispuesto a escribir el prólogo y darme la entrevista para el libro. Aparte es que el prólogo se lo curró muchísimo, lo escribió más largo de lo que le pedí. Le dedicó el tiempo que creyó necesario, ha estado muy pendiente de las correcciones, de todo el proceso, me ha ido preguntando los fines de semana cuando coincidíamos en el trabajo cómo iba el libro, y cuando le entregué sus ejemplares se fue contento con ellos. Para mí es un honor que pilotos como ellos hayan dedicado tiempo para hacerme un favor personal.
"Hubo dos pensamientos que me quedaron más grabados"
Periodista de DAZN MotoGP¿Hubo algo que te haya hecho pensar con alguno de los relatos?
Hubo dos filosofías o dos pensamientos que me quedaron más grabados. Uno fue con Dani, hay un momento en el que habla de su palmarés y de sus resultados y de que ya se ha perdonado el hecho de no ser campeón del mundo de MotoGP. Y dice que lo mejor que puedes hacer es no compararte, que cada uno tiene su propio camino y que si yo para ir del punto A al punto B necesito más tiempo que otras personas, no pasa nada. Entonces, para mí escuchar eso de alguien como Dani Pedrosa fue un poco alivio en el momento que yo hice esa entrevista. Al final, de lo que hablo en el libro es que lo único que le pido a este trabajo es que haya merecido la pena. Pues en este trayecto en el que estoy, escuchar a Dani decir lo de que no tienes por qué pensar que te alejas de tus objetivos si no solo estás dando un rodeo, a mí me tranquilizó un poco.
Y luego Gabriel Rodrigo, cuando le entrevisté flipé bastante porque le pregunto que qué tal está, que si echa de menos la vida de piloto y me dice que no, que ya se ha olvidado de eso. Y digo '¿cómo te vas a haber olvidado de algo que llevas toda la vida currando y sacrificándote?' y más Gabriel que es un piloto que ha pasado hambre como pocos. Me fui de esa entrevista pensando, es que a lo mejor se puede ser feliz más allá de los sueños que cumplimos. O sea, a lo mejor lejos de todo esto se puede ser feliz y Gabri es un ejemplo y yo ni siquiera me había llegado a plantear la posibilidad de ser feliz lejos de esto. Entonces, fueron como conversaciones súper interesantes a nivel, pues eso, más filosófico o más mental.
Se puede decir entonces que ha sido un poco terapéutico.
Sí, sin duda. A mí el libro me ayudó, sobre todo a ser un poco menos dura conmigo misma, de las conversaciones que tuve con los pilotos, con compañeros, también el hecho de ponerte delante de un espejo y repasar lo que han sido estos años, con los momentos buenos, con los malos, con los sacrificios a nivel personal, que a mí me han pesado mucho y me siguen pesando mucho algunos. Es un poco... Sí, creo que me he dado cuenta de que era muy dura conmigo misma y ahora intento ser un poco más clemente en ese sentido. A ver cuánto me dura.
La otra persona que ha marcado tu libro es Pedro Acosta, probablemente todo lo contrario que Dani Pedrosa.
Yo me acuerdo de cuando llegó Pedro al paddock que era un crío con brackets, con mofletes, súper tímido, era otro Pedro. Y cuando estaba buscando las imágenes para el libro de esas primeras veces, yo decía 'este no es Pedro'. Al final, cuando entrevistas a los mismos pilotos cada fin de semana creas una relación de confianza. Y con Pedro me llevo muy bien porque, en general, tiendo a llevarme bien con los pilotos que son amigos del cachondeo. Y esa relación de bromas, de coñas… la tengo con varios pilotos y todos con el mismo perfil que Acosta.
Ese toque que tiene Pedro Acosta...
Sabes que si se pone serio te va a dar una buena entrevista o si le haces un documental o lo que sea, sabe lo que esperas de él, entonces te lo da porque en ese sentido es muy profesional desde muy pequeño, que esto es algo que llama mucho la atención, porque no todos los pilotos tienen la capacidad esa de pillar enseguida qué es lo que quiere la prensa de ti y darlo. Pero luego también, ahora ya no, porque ya va con más cabeza, pero cuando era más pequeño, era ir sin red, entrevistar a Pedro, porque no sabías con qué te iba a saltar, pero a mí eso me mola porque te pone a prueba. Encima casi siempre era en el terreno del entretenimiento, entonces yo le tengo que agradecer mucho a Pedro porque a mí me ha curtido mucho en el entretenimiento.
Se podría decir que Pedro Acosta tiene ese ingrediente que le hace grande también fuera de la pista.
Sí, totalmente. Pedro tiene ese duende que no tienen todos los pilotos. Él está muy pendiente de dar al aficionado lo que quiere y eso no lo hacen todos los pilotos, obviamente todos los pilotos quieren agradecer al aficionado. Recuerdo una carrera de Jerez, no recuerdo el año, que Acosta terminó segundo por detrás de Lowes y se fue a celebrarlo a la pelousse como si hubiese ganado. Pero lo que más me llamó la atención es que se subió a la valla y se quitó el casco, que para muchos es un detalle. Pero dejar que los aficionados te vean la cara, es más que un detalle, y de esos tiene unos pocos. Yo he pasado horas grabando a Pedro en la trasera del box y en los grandes premios españoles le desvalijaban porque daba todo a los aficionados, se pasaba horas firmando y regalando cosas y eso no lo hacen todos.
"Creo que lo mejor que me ha dado este trabajo es el cariño de gente anónima"
Periodista de DAZN MotoGPCada día recibes miles de mensajes de cariño... Te has sabido ganar muy bien el cariño de la gente a través de la pantalla.
Siempre he sentido mucho apoyo y mucho cariño de los aficionados, me siento súper privilegiada por eso, creo que lo mejor que me ha dado este trabajo es el cariño de gente anónima. Yo creo que el hecho de que yo soy muy natural, eso se nota mucho y cuando eres natural y te ríes creas buen ambiente, traspasas la cámara, llegas al espectador en casa y esa persona se ríe. Entonces, no sé si es por eso o por el cachondeo o por qué, porque a mí me encanta el entretenimiento. No sé hacer tele sin hacer entretenimiento, me cuesta más la parte informativa que la de entretener. Entonces, no sé si eso también hace como que llegue más a la gente en casa. Pero es que es un regalo, de verdad.
¿Has recibido durante este tiempo algún mensaje que te haya tocado especialmente?
Primero me tocan la patata cuando recibes el mensaje de una chica o de los padres de una chica que te dicen 'mi hija va a estudiar periodismo porque le encanta cómo trabajas y quiere ser como tú'. Y el que más me llamó la atención, lo cuento en el libro, fue el de una chica -que encima luego lo borré sin querer, no sé qué me pasó que perdí ese mensaje- , que en noviembre, en Valencia de 2018 cuando ya despedíamos la etapa de Movistar, habíamos acabado el directo, que era el último directo de Movistar y las emociones estaban a flor de piel. Yo me tenía que ir a grabar el backstage de la gala, y el cuerpo era de luto. Entonces yo subí una foto en la que se veía backstage de MotoGP y me contestó una chica y me puso sonreír, incluso cuando no se tienen ganas demuestra la profesionalidad. Y agradecí tanto que alguien empatizara conmigo. Y ese mensaje me llegó mucho, lo tuve guardado durante mucho tiempo. Y luego lo perdí, si me lee esta chica, que me contacte, me diga soy yo.
Hay una cosa que poca gente tiene en cuenta y es esa vida frenética que conlleva el mundial. Tú este año te has alejado un poco y viajas menos. ¿Eso te ha ayudado, o lo has echado de menos?
Todo tiene su parte positiva y su parte negativa. Es diferente cuando haces todo el año a cuando viajas de vez en cuando, yo agradezco seguir visitando el paddock de vez en cuando, ese gusanillo de estar allí, de ver a la gente de saludarles, de grabar porque me encanta grabar con la GoPro. He disfrutado durante muchos años de esa vida itinerante que también es súper exigente y que además vivo en Barcelona, pero soy de Zamora por lo que ha habido años que el calendario era muy duro, con muchas carreras y a lo mejor la semana que no había carrera yo estaba cansada y no me apetecía coger otro avión para ir a ver a mi familia. Entonces, es verdad que cuando más he viajado, menos he visto a los míos. Y ahora la parte positiva es que estoy más tranquila, duermo en mi casa, me ahorro el vuelo del horror, que le llamo yo, que es el vuelo de volver a las tantas de la madrugada los domingos, que yo creo que ahí he envejecido mucho en esos vuelos. Pero luego, pues obviamente tiene su parte negativa, que es, pierdes lo que es estar en el lugar donde pasan las cosas, que a cualquier periodista obviamente es lo que le gusta contar las cosas de primera mano.
"Todavía queda camino por andar, pero nosotras vamos a romper las barreras que queden"
Periodista de DAZN MotoGPSea como fuere te has convertido en un ejemplo para muchas niñas. Para alguien que siempre ha luchado por ello, ¿qué significa eso?
Para mí es súper especial, yo nunca me he visto como un referente, porque no creo que sea referente de nada, porque mi vida es un desastre, lo que pasa es que solo se ve de cara a la galería (risas). Es una palabra muy grande para una persona que no mide ni 1,60. Pero a mí me encanta que me escriban chicas diciendo estoy estudiando, es que ya no es periodismo, estoy estudiando una ingeniería mecánica porque quiero llegar a trabajar en el mundial, periodistas, fotógrafas, es que me da igual. Para mí ya no es un mundo de hombres, o un mundo mayoritariamente de hombres, queda mucha cultura añeja, de antaño, pero eso en un par de jubilaciones más lo limpiamos ya, de pensamiento porque por suerte está entrando mucha gente joven, ya no solo mujeres, hombres jóvenes, chicos jóvenes que llegan con otro pensamiento.
Cada vez hay mujeres en más roles, de hecho, yo creo que lo único que falta es jefa técnica porque creo que en todo lo demás hay mujeres en el paddock, team managers. Todavía queda camino por andar pero nosotras vamos a pelear por romper las barreras que queden y vamos a sacar codos para seguir abriendo el camino a las que vengan por detrás, que es algo que me parece súper bonito.
Por último, tercera edición del libro en marcha. ¿Está superando las expectativas?
Dentro de lo desastre que soy, dejé el libro muy para el último momento. Entonces yo me comprometí a una fecha y lo fui dejando por diferentes motivos, lo aparqué primero por una cosa, luego por otra. Entonces, cuando arrancó este año, me vi que de repente tenía cinco meses para escribir el libro entero, solo tenía escrito un capítulo. Entonces superaba las expectativas. Pero ¿se ha cumplido el objetivo? Yo creo que en algunos capítulos sí, otros los he tenido que hacer más a matacaballo, más de prisa y corriendo, pero creo que me ha abierto más de lo que pensaba, no del todo, pero más de lo que pensaba, que eso también me ha sorprendido.