Bagnaia buscará sacar ventaja de Montmeló, una pista que se le atraganta a Martín
El Mundial de MotoGP se va a decidir en un escenario en el que hará más frío que en mayo y en el que el italiano suele brillar más.
Circuito de Sepang (Malasia)-. "¡Me merezco que se acabe ya!", decía entre risas Jorge Martín a Relevo cuando le comentábamos que este Mundial de MotoGP, en cierta medida, y visto desde un punto de vista romántico, merece llegar abierto hasta el último gran premio del año. Y ese que iba a disputarse, como es tradición, en Circuito Ricardo Tormo de la Comunitat Valenciana, va a pasar a celebrarse en el de Barcelona-Catalunya, algo que aún no se ha anunciado oficialmente por cuestiones de índole burocrático vinculadas a los gobiernos de las tres administraciones implicadas, la estatal, la valenciana y la catalana. Un cambio que en el plano deportivo tiene relevancia, más allá de todo lo anímico que está rodeando este final de curso.
Será importante porque los pilotos y los equipos visitarán por segunda vez un mismo trazado, algo que no es nuevo en este 2024, porque en septiembre se disputaron dos grandes premios de forma consecutiva en Misano, en este caso por la suspensión de la cita que tenía que tener lugar en la India. Y esto provoca una diferencia, la vinculada a la climatología. En Italia hubo apenas un par de semanas entre eventos, ahora la visita a Barcelona va a llegar casi seis meses después. "Veremos cómo va el fin de semana, puede pasar de todo. Serán unas condiciones más frías, que me pueden ir mejor a mí", nos decía Martín tras terminar segundo en la carrera de Malasia. Porque a esa variable se aferra para buscar alguna ventaja respecto a su rival.
"Pecco, cuando hace mucho calor es su condición perfecta. Y él lo dice siempre. Y con estas condiciones más frías, obviamente, más riesgo de un fallo, pero es lo mismo para los dos", añadía, a la vez que reconocía ciertas dificultades que suele tener en el escenario del último gran premio, en una variable que suele colocarse entre sus fortalezas. "En Barcelona quizás una de mis debilidades sea el entrenamiento oficial, en los últimos años sí que he hecho segundas líneas, pero nunca he podido clasificar delante, así que pediré ayuda a mi amigo Aleix Espargaró, que tiene un don allí en esa pista". Porque Espargaró ha sido el autor de última pole en ese circuito, y que fue segundo, tras Bagnaia, en la Q2 de 2023. Ese año, Martín sólo pudo ser quinto, mientras que en esta campaña no ha pasado del séptimo puesto de la parrilla.
"Matemáticamente aún sigue siendo posible, aunque sabemos que es muy difícil", decía por su parte el campeón de los dos últimos años sobre sus opciones de obrar un milagro en el último fin de semana de esta temporada. "Pero en Barcelona puede pasar cualquier cosa, como cuando me caí en el sprint cuando iba liderando con un segundo de ventaja y traté de evitar los errores, pero me caí igualmente. Las condiciones serán más delicadas que en junio, porque hará más frío, y hay dos curvas en Barcelona que son muy peliagudas, la 2 y la 5. Será importante ser competitivos, pero con calma. Y también necesito a Enea", añadía como un guiño a su compañero de equipo, un guante que Bastianini no recogió, porque sigue con su filosofía de correr para él mismo buscando su objetivo de terminar tercero de la general, en una pelea que mantiene con Marc Márquez y en la que están separados por un punto, a favor del español.
Bagnaia se fue al suelo en el sprint de este año cuando lideraba con comodidad la prueba. Incluso con esta caída, Martín sólo pudo terminar cuarto (también se cayeron yendo primeros un sorprendente Raúl Fernández y Brad Binder), en un sábado nada fácil para él. "Sí, he ganado siete veces, pero será muy difícil ganar a un Pecco que está en este estado de forma. Yo intentaré lo máximo", nos decía cuando le recordábamos este domingo que se ha llevado este año siete pruebas cortas, y que ganando la de Barcelona ya sería campeón del mundo. En el sprint de 2023 fue quinto, con Espargaró como ganador y Bagnaia segundo. Aunque con el margen que tiene en la general resultados así le podrían valer, eso sí, obligándole a llegar al domingo para cerrar el Mundial.
En la carrera del año pasado, el madrileño fue tercero, con su rival en fuera de juego por un fuerte accidente en las primeras curvas de la primera vuelta, algo que obligó a que se sacase la bandera roja; y en la de este Bagnaia se redimió del error del sprint, con Martín en una cómoda segunda posición, cruzando la meta con más de nueve segundos sobre Marc Márquez. "Yo creo que Martín depende de él", decía precisamente el 93. "Nunca se puede decir que lo tiene en la mano porque en el deporte nunca se sabe. Ayer dijo Pecco: 'Me he caído sin forzar'. Pues hoy, te lo prometo, he visto en la línea de meta el mensaje de 'Bastianini +2.5' y he dicho: 'Estos dos que se vayan y yo acabo la carrera tercero', y ¡pam! me he caído sin forzar al máximo. Así que en el motociclismo nunca se sabe, y menos yendo a cualquier circuito de Europa en las fechas de noviembre", advertía el seis veces campeón de MotoGP.