Marc Márquez se enfrenta a sus errores tras perder el liderato: "El problema he sido yo"
El ocho veces campeón del mundo asume la responsabilidad de su caída en Jerez, cede el liderato a su hermano Álex y analiza con autocrítica antes de Le Mans.

Después de un inicio de temporada marcado por el renacer competitivo y la emoción fraternal, Marc Márquez ha vuelto a vivir un domingo de esos que dejan cicatriz. Su caída en Jerez, la segunda en carrera este año, no solo le arrebató un buen botín de puntos, sino también el liderato del Mundial de MotoGP, que ahora está en manos de su hermano Álex, vencedor en el trazado andaluz. Un relevo en la cima del campeonato que ya se produjo en Austin tras otro error del #93, pero que esta vez vino acompañado del primer triunfo del menor de los Márquez en la categoría reina.
Lejos de excusarse, Marc hizo examen de conciencia. "Intentas evitarlo. Evidentemente, es el año que estoy cometiendo menos errores, pero dos de ellos han sido graves porque han llegado el domingo, y son los que más cuentan. Así que hay que evitarlos. Pero tampoco puedo salir condicionado, porque me siento seguro con la moto. Los dos errores están identificados, y el problema he sido yo, así que tengo que evitarlo", reconoció con honestidad el piloto de Cervera.
Una conclusión a la que también llegan por parte de Ducati. "En Texas apretó durante dos vueltas y sacó una ventaja de 2 segundos a Pecco. En cuanto se relajó, cometió el error. En cuanto se relaja, la velocidad sigue ahí, pero pierde la concentración", espetaba Davide Tardozzi, director de la marca a 'Speedweek'. "Sospecho que esta es la razón, así que tenemos que trabajar en su concentración. En Austin, vimos en los datos que era extremadamente rápido en las curvas 2, 3 y 4. En cuanto cogía velocidad, se iba al suelo. En cuanto cogió velocidad, fue un poco más lento en esas curvas, se pasó medio metro hacia el interior, golpeó los bordillos y se estrelló. Este tipo de errores siempre ocurren por pequeños detalles", concluía.
A por su hermano
A pesar de terminar duodécimo y salvar cuatro puntos, el foco se dirigió inevitablemente hacia su hermano. Álex Márquez no solo heredó el liderato, sino que lo hizo con autoridad, firmando un fin de semana sobresaliente. Y Marc, lejos de escatimar elogios, le reconoce como un serio candidato al título: "Álex tiene las mismas posibilidades, o un poquito más que yo, porque está un punto por delante y está haciendo una temporada increíble. Lo que hizo en Jerez me impresionó. Después de dos palos como los del viernes cuesta retomar el ritmo, pero lo hizo. Será un rival duro todo el año".
En cuanto a su estado anímico, Marc asegura no estar tocado. Todo lo contrario. Aunque antes solía cometer errores en entrenamientos buscando el límite, ahora los fallos han llegado en carrera, producto —según explica— de un exceso de confianza: "Me siento muy seguro, confiado. De hecho, me caí en la curva en la que más confiado me sentía. Y cuando te sientes fuerte, quieres ganar más. En la curva 8 vi que iba demasiado rápido, pero como tenía confianza, apreté un poco más y no quise soltar. Ese exceso de confianza hay que controlarlo".
De cara al próximo GP en Le Mans, donde el año pasado firmó una brillante remontada del 13º al 2º adelantando a Bagnaia en la última vuelta, Marc no se obsesiona con repetir la hazaña: "Fue un buen adelantamiento, pero uno más. No lo tengo grabado porque no era para una victoria. Este año se repetirá si se puede, pero el objetivo es estar en ese podio".
Por último, también tuvo palabras para Pecco Bagnaia, al que supera en 19 puntos en la clasificación general: "Veo un Pecco fuerte, sólido, que ha sumado muchos puntos y va rápido. Lo que pasa es que las carreras están siendo más rápidas que el año pasado. Las motos evolucionan y hay que adaptarse, pero Pecco está constantemente en el podio. Sin hacer ruido, está tercero del Mundial a 20 puntos de Álex".
Así, con autocrítica, respeto hacia sus rivales y la determinación intacta, Marc Márquez encara Le Mans sabiendo que los errores pesan, pero también que sigue teniendo la velocidad para pelear por lo más alto. ¿El objetivo? Evitar fallos y seguir siendo protagonista en un Mundial más abierto y familiar que nunca.