Marc Márquez asume y avisa: "Mañana echaremos el resto"

Marc Márquez mantiene su tono prudente. A pesar de liderar el campeonato, el piloto de Cervera no se ve como favorito este fin de semana en Silverstone. Tras una jornada con altibajos, reconoce que no se siente al 100% cómodo en este trazado británico, donde no gana desde 2014. "Honestamente, prefiero una carrera en seco. Aquí un segundo o un tercer puesto me vale", confesó tras terminar la jornada. "Es como en Qatar, uno de esos circuitos que me cuesta un poco más. Los números no engañan".

El catalán ve a su hermano Álex como un candidato real al título. "¿Más tranquilo porque ha sido primero? O menos, porque es segundo en el campeonato. Nos conocemos muy bien, y sé que este es uno de sus circuitos. Es el primero que le llega de esos donde históricamente ha ido muy bien", explicó.

Márquez sufrió su cuarta caída del año, la primera en un viernes de gran premio, durante el segundo entrenamiento libre. El error fue totalmente suyo, según él mismo reconoce. "He entrado más rápido, con más ángulo y freno... y me he ido al suelo. No ha sido nada extraño, simplemente hemos llegado al límite", explicó. "No me quería caer dos veces en el mismo entrenamiento. Esa caída me ha lastrado un poquito más la confianza y la forma de atacar la vuelta rápida".

Afortunadamente, el incidente no tuvo consecuencias físicas ni alteró demasiado el programa del equipo. "Fue en una curva muy lenta, no hubo necesidad de cambiar neumáticos, pero sí que hubo más trabajo después en el box", comentó. "Tuvimos un mitin más largo, lo que indica que hay más cosas que trabajar, tanto en la moto como en mi estilo de pilotaje".

Aunque Marc reconoce que "a una vuelta nos cuesta un poco más", se mostró optimista con el ritmo de carrera. "Lo importante es que a nivel de ritmo estoy mejor que en la vuelta rápida", destacó. "Seguimos trabajando, seguimos insistiendo".

Sobre la elección de neumáticos, Márquez apuntó que el medio trasero le está funcionando mejor que el blando. Y lanzó un aviso: "Con el neumático nuevo, Yamaha tiene más. Pero cuando baja, nosotros seguimos teniendo un poco más. Aunque Aprilia y Yamaha se acercan cada vez más".

En la FP1, el #93 se vio obligado a detener su moto y regresar al garaje empujado por un mecánico. "Falló un sensor y salió el mensaje de 'Stop engine'. Como piloto responsable, paré el motor. Era simplemente un fallo de sensor, pero por precaución decidimos no correr riesgos", explicó.

Este problema le impidió realizar los ensayos de salida. "Aquí el semáforo está abierto menos tiempo por ser un circuito más largo. Normalmente son cinco minutos y ahora lo han reducido a tres. No dio tiempo a cambiar neumáticos entre motos", lamentó.

Con la previsión de lluvia para el sábado y viento para el domingo, el panorama meteorológico puede jugar a su favor. Márquez no se resigna: "Mañana echaremos el resto. Veremos dónde llegamos. Lo importante es que el ritmo está ahí. Si mejoramos un poco más a una vuelta, podemos estar delante". El discurso es claro: no hay que ganar siempre para ganar el título. Y Marc lo sabe.