Jorge Martín recibe la Gran Cruz de Madrid mientras lucha contra el inicio más duro de su carrera
El campeón del mundo de MotoGP en 2024 aún no ha podido debutar con Aprilia debido a las lesiones, pero su legado sigue recogiendo frutos fuera de la pista.

No es el arranque de temporada que Jorge Martín había imaginado. 2025, que debía ser el año de su confirmación definitiva como estrella absoluta del motociclismo, ha empezado con un guion amargo, inesperado, lejos del brillo del campeón. El madrileño, nuevo referente de Aprilia tras su histórica temporada con Ducati, todavía no ha podido estrenar de forma oficial su nueva moto. Y no por falta de ganas ni de trabajo, sino por culpa del infortunio.
Las primeras señales ya llegaron en pretemporada, con dos caídas que interrumpieron su preparación y sembraron dudas. Pero el gran golpe llegó en Qatar, cuando un accidente le provocó un neumotórax y once fracturas en el arco costal. El susto fue mayúsculo. Se temió por su salud más allá del deporte. Por suerte, los daños no alcanzaron órganos vitales ni estructuras neurológicas. Pero el cuerpo dijo basta. Y la moto, por ahora, sigue esperando.
👉 Recoge la condecoración el piloto madrileño @88jorgemartin.
— Comunidad de Madrid (@ComunidadMadrid) May 2, 2025
😉 Y la Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo viene con sorpresa: un saludo de otro gran campeón del deporte español, @RafaelNadal. #2deMayo pic.twitter.com/mmzkr7eMRo
Frente a este 2025 marcado por la pausa forzosa, el 2024 de Jorge Martín brilla aún más. Fue su año perfecto. El año en el que se coronó campeón del mundo de MotoGP con Ducati, firmando una temporada impecable batiendo a un Pecco Bagnaia que sumó más de diez victorias a su casillero. Su estilo agresivo, eléctrico y quirúrgico terminó por darle el trono de la categoría reina tras años llamando a la puerta.
Ese recuerdo, ese legado, ha tenido también su homenaje. Este 2 de mayo, coincidiendo con el Día de la Comunidad de Madrid, Martín ha sido condecorado con la Gran Cruz de la Orden del 2 de mayo, el máximo reconocimiento institucional que otorga la región. Un premio que, más allá del protocolo, reconoce no solo al campeón, sino también al ejemplo. Al madrileño que ha sabido hacerse gigante en los circuitos del mundo sin olvidar sus raíces.
Rafa Nadal, presente desde la admiración
Durante la ceremonia, Jorge Martín recibió una sorpresa que no olvidará fácilmente. Rafa Nadal, leyenda del deporte español, le dedicó un emotivo mensaje en vídeo: "Sé que es un día muy especial para ti y quería aprovechar para felicitarte por todo lo que llevas consiguiendo estos dos últimos años. Ojalá podamos conocernos pronto", le dijo el extenista, visiblemente sincero. Para Martín, que siempre ha reconocido la influencia de Nadal como referente de perseverancia y mentalidad, el gesto fue uno de los momentos más especiales de su carrera fuera del asfalto.
Podría parecer que Jorge Martín está atravesando una tormenta. Y lo está. Pero no es la de un piloto vencido, sino la de uno que se rearma. Que sabe esperar. Que ha aprendido que, a veces, el camino del campeón también pasa por detenerse, respirar, reconstruirse. Las fracturas sanarán y su moto volverá a rugir. Y entonces volverá también el Jorge Martín que nadie ha olvidado: el que ganó con Ducati, el que emocionó a Madrid, el que ahora quiere escribir un nuevo capítulo con Aprilia.