MOTO2

Debut como premio, debut como oportunidad

Borja Gómez y David Sanchís debutan en el Mundial de Moto2 como sustitutos de última hora de los lesionados Navarro y Corsi.

Borja Gómez se entrena este viernes en los libres de Malasia. /GETTY
Borja Gómez se entrena este viernes en los libres de Malasia. GETTY
Borja González

Borja González

El incidente de la carrera de Moto2 de Phillip Island que terminó con Jorge Navarro y Simone Corsi lesionados (el primero con una fractura de fémur que requirió una operación) ha terminado dando una oportunidad inesperada a dos pilotos españoles. Por el primero ha llegado un joven murciano, de San Javier, que nunca se había subido a una Moto2. Por el segundo un valenciano de Alzira, muy amigo de Arón Canet, y que a estas alturas ya no esperaba competir en el Mundial.

Tarde del domingo en Australia. Los equipos terminan de recoger para mandar el material a Malasia. Sito Pons, que ya sabe que no va a poder contar con Navarro, busca un sustituto. Habla con Paco Sánchez, manager entre otros de Joan Mir, y le pregunta por uno de sus pilotos, Jordi Torres, que había corrido en la categoría hasta 2014 (con una victoria en 2013) y que ha competido para Pons en el campeonato del mundo de motos eléctricas. Torres rehusó, y Sánchez decidió ofrecerle a Borja Gómez.

"No tiene experiencia pero sí mucho talento", le resumió. Sin muchas más opciones, el bicampeón del mundo de 250cc aceptó. Ese día Gómez competía en Jerez. La persona que guía su carrera, el ex mundialista José Luis Cardoso, empezó a vacilarle durante la jornada del domingo, bromeando sobre correr en Malasia. El piloto, en cualquier caso, siguió a lo suyo, que últimamente es ganar en el Campeonato de España de Superbikes, competición en la que ha debutado este año y en la que se ha llevado siete de las últimas ocho carreras (ha terminado como subcampeón por detrás de Tito Rabat).

Cuando todavía estaba celebrando ese último triunfo en la última prueba del año, Cardoso le espetó que se iban a Malasia. "No me lo creía. Le dije, ¿es verdad o es mentira?", cuenta Gómez, que en un vídeo sobre este momento que su mentor hizo grabar se le ve con cara de alucinado y a punto de llorar. Este jueves conoció a su equipo, y en parado se subió por primera vez a una Moto2, con el mono con el que compite en el nacional. Un chaval que pasa del metro ochenta. Aunque primero de todo le tocó hacerse un pasaporte de emergencia, porque ni siquiera lo tenía aún.

"He salido a pista a ver cómo era la cosa, porque nunca había probado una Moto2, nunca había usado neumáticos Dunlop, y nunca había estado en este circuito", resumía con una perenne sonrisa en su cara. "Es totalmente diferente a lo que he llevado hasta ahora, es una moto mucho más rígida, más reactiva. Poco a poco estoy intentando cómo llevarla". En el primer libre terminó vigésimo sexto, con algún piloto por detrás. En el segundo, en la parte de lluvia, terminó siendo el quinto más rápido, y con muy buen ritmo.

"No me esperaba ir así. Incluso antes de salir le he preguntado a mi compañero, a Arón Canet, ¿cómo van estos neumáticos, qué tal? Pero he salido y me he encontrado muy a gusto. Iba sonriendo debajo del casco". Un debut para un piloto que está por hacer, una situación muy diferente a la de David Sanchís, de 24 años, y que ya casi no contaba con poder correr un día en el Mundial. "Me tomo esta carrera como mi experiencia en el Mundial. Voy a tratar de disfrutarla", explica un piloto que estaba en casa y que se había prometido sólo volver si la oportunidad merecía la pena.

Sanchís, que como Gómez también cuenta que apenas había salido de España, se enteró también de que iba a competir en Sepang el domingo, en un equipo, el MV Agusta Forward Racing, con el que había hecho un par de sustituciones en el Europeo de Moto2. Cogió un par de botas, un par de guantes y un casco, y con el permiso de Corsi, y gracias a que es la marca que él usa, tomó prestado un mono del italiano.

Y se está apoyando en su amigo Canet. "Nos conocemos desde los cuatro años. Ayer dimos una vuelta andando al circuito y me fue dando detalles. Y me ha ofrecido su rueda por si necesito una referencia", explica un piloto que quiere aprovechar hasta el último segundo de este sueño que, como competidor que es, espera también que le pueda servir para continuar en el mundo de la moto.