La confesión de Marc Márquez que destapa un fallo oculto en la Ducati oficial
El octacampeón se fue al suelo en Jerez, pero fue Bagnaia quien dio la clave: el aire sucio está desestabilizando la moto más avanzada de la parrilla.

Marc Márquez llegó a Jerez con una misión clara: ganar. Tenía todo lo necesario. Velocidad, ritmo, hambre de victoria y una afición volcada con él. Pero, una vez más, la victoria se le escapó entre los dedos. Una caída en la curva 9 —la segunda que sufre en carrera este año— lo dejó sin puntos y con más preguntas que respuestas. "No entiendo por qué me he caído", confesaba Marc, aún con la adrenalina y la frustración a flor de piel. Pero alguien sí lo entiende. Y no es cualquiera: es el vigente campeón del mundo, Pecco Bagnaia. Tras la carrera, el italiano soltó una frase que lo cambia todo: "A Marc le ha pasado por primera vez, pero a mí ya me había ocurrido muchas veces". ¿El culpable? Un fenómeno invisible, pero devastador: el aire sucio.
Un enemigo silencioso
Lo que Bagnaia explicó con calma, y que muchos pasaron por alto, tiene un trasfondo técnico serio. Según él, las Ducati GP24 oficiales —las que usan tanto él como Márquez— pierden estabilidad del tren delantero al rodar en el rebufo de otra moto. "Cuando estás detrás de otro piloto no puedes soltar la moto. Se cierra", detalló. En otras palabras: cuando la Ducati entra en zona de aire sucio, pierde carga aerodinámica delantera y se vuelve casi ingobernable, sobre todo en frenadas fuertes o al entrar en curva.
Ese fue, probablemente, el escenario que enfrentó Márquez en su caída. Por primera vez este año, rodaba metido en el grupo, en pleno cuerpo a cuerpo, sin aire limpio… y su moto reaccionó con violencia. La caída, que parecía sin explicación, empieza a tenerla.
Lo más inquietante para la fábrica de Borgo Panigale es que este problema no afecta a todas sus motos. Las Ducati satélite, como la GP23 de Álex Márquez —líder del Mundial— o la de Jorge Martín, no muestran ese comportamiento errático. De hecho, el propio Álex fue capaz de adelantar a Bagnaia y a Quartararo sin mayores sobresaltos. ¿La diferencia? La GP23 es más simple, menos afilada aerodinámicamente… pero más estable en grupo.
La GP24, en cambio, es un híbrido. Ducati ha intentado combinar las virtudes de la GP23 con desarrollos pensados para 2025, creando una moto experimental, conocida internamente como la "Frankenstein". El resultado es una máquina rapidísima en aire limpio, pero vulnerable en el pelotón. Y en MotoGP, donde cada décima y cada adelantamiento son vitales, eso es una grieta que puede costar campeonatos.
Un aviso para el futuro
La caída de Márquez no solo deja dolor y rabia en su box. También activa todas las alarmas en Ducati. Porque si su moto estrella no puede pelear en grupo, no sirve. Marc Márquez, por su parte, se lleva un aprendizaje amargo. Sabe que tiene ritmo de campeón, que puede ganar. Pero también sabe que su montura aún no está lista para librar batallas de tú a tú. Y eso, en un Mundial tan ajustado como el de 2025, es un lastre. Para Pecco Bagnaia, lo ocurrido en Jerez es una repetición de viejos fantasmas. Él lo ha sufrido en silencio durante meses. Ahora que Marc también lo ha vivido, quizá en Ducati empiecen a escuchar con más atención.
Ironías del destino: el Mundial lo lidera Álex Márquez, con la moto "vieja", la menos evolucionada… pero también la más equilibrada. En Jerez se cayó Marc. Pero también se tambaleó la confianza en la moto más ambiciosa de la parrilla. Y eso, para Ducati, debería doler más que cualquier rasguño.