El cambio 360 de Jorge Martín a nivel mental que le ha llevado a rozar su primer título de MotoGP
El madrileño está a apenas dos carreras de convertirse en Campeón del Mundo de MotoGP.
Circuito de Barcelona-Cataluña-. En el box de Jorge Martín reina la calma, o al menos lo parece, porque como bien recoge el dicho, la profesión va por dentro. En apenas dos días, la temporada 2024 bajará la persiana con su campeón ya coronado y el madrileño tiene grandes opciones de ser el elegido para poner la placa de metal en la mítica torre de campeones. 24 puntos le separan de Bagnaia, 37 en juego y dos carreras -la sprint y la larga-, en las que una de las máximas premisas será mantener la calma y no cometer errores. Precisamente, el mismo mantra que lleva acompañando a Martín durante todo el curso.
De hecho, la prueba está en que, pese a haber acumulado 10 victorias en los 19 grandes premios disputados, Bagnaia aún se encuentra a 24 puntos de Martinator. Gracias, en parte, a la gran regularidad que el de San Sebastián de los Reyes lleva demostrando durante toda la temporada y que le ha permitido colocarse en una posición completamente distinta a la de la temporada pasada. El nombre de referencia este curso y un piloto completamente diferente al del curso pasado, cuando perdió su duelo con Bagnaia en la última cita.
Entonces, el madrileño llegaba a la última carrera de la temporada con su primera oportunidad de convertirse en campeón del Mundo de MotoGP. El escenario pasaba por mantener la calma y esperar a que su rival, nuevamente Bagnaia, cometiese un error. Una situación difícil de gestionar para cualquier piloto que se encuentre luchando por el sueño de convertirse en campeón de la categoría reina y también para Jorge Martín. "Esos nervios, ese malestar, que lo he tenido toda mi vida, desde que soy pequeño, es algo normal y va a estar toda mi vida. Es saber convivir con ello, que no se apodere de mí", resumía.
Un cambio de perspectiva
Este año, la situación es completamente distinta, y la manera de gestionarlo, también. Martín llega con un colchón de 24 puntos frente al italiano, su único cometido pasa por no cometer un error. Un escenario fácil en cuanto a matemáticas se refiere. "El año pasado, idealicé mucho el hecho de ganar, estaba muy obsesionado con ganar y pensaba que me cambiaría la vida", confesaba el de San Sebastián de los Reyes este jueves en el particular encuentro con los medios. Pero no tan fácil a nivel mental.
Solo un curso más tarde, la buena gestión mental le ha permitido llegar a la última cita del curso con un colchón lo suficientemente cómodo para tratar de conseguir el título, simplemente asegurando, sin errores, la premisa que le lleva acompañando todo el curso. "Yo creo que pase lo que pase el domingo o el sábado, mi vida va a ser exactamente igual. Quiero ganarlo, porque quiero ganarlo por mi gente, por mi equipo, por mi familia, por los periodistas que me apoyáis, por la gente que está en las gradas apoyándome, por ellos. Es así, a mí no me va a cambiar nada. Mañana seré el mismo, el martes me subiré en la Aprilia y el miércoles seguiré entrenando. Quiero hacerlo más por ellos", añadía.
Y en ese sentido, uno de los aspectos que cobra mayor importancia es el plano psicológico y la gestión de la presión. Hace apenas unos meses, Martín comenzó a trabajar con un psicólogo deportivo para tratar de resolver uno de sus puntos débiles. El resultado es evidente. De hecho, en el deporte, una de las leyes que acompaña un momento tan decisivo como el de este fin de semana es precisamente la de mantener la misma rutina que todos los fines de semana anteriores. Dicho y hecho.
The art The artist pic.twitter.com/OCEymVTByh
— DAZN España (@DAZN_ES) November 15, 2024
"Mi recomendación es siempre la misma. Pon el foco en no cambiar absolutamente nada de la rutina que siempre te ha funcionado. Y eso parte de hablar con todas las personas que tienes a tu alrededor y que están involucradas para que ocupen el mismo rol que siempre. Muchas veces el error llega cuando se hace algo distinto a lo que estás acostumbrado a hacer. Si algo te ha funcionado, no lo cambies. Esto es, sobre todo, en una final", nos confesaba hace apenas unos días un psicólogo del Mundial.
"He hecho, básicamente, lo mismo, he entrenado igual, he comido igual. He vuelto a Andorra y sí que me ha dado un choque con la realidad, el frío que hace, porque cuando me fui era verano y he vuelto en invierno, ya nevando el otro día, pero mi rutina ha sido la misma. Eso es lo que quiero mantener, misma mentalidad. Es un fin de semana más. Mi objetivo va a ser pilotar a mi cien por cien, como es siempre, como fue en Malasia. Obviamente, con un poco más de cabeza. Luego, ganar o no será una consecuencia de hacerlo bien o mal", explicaba Martín.
La clave de lograr un buen resultado será plasmar esa cotidianidad en la pista, donde al madrileño le basta con ser séptimo, haga lo que haga Bagnaia en las dos carreras, para llevarse la corona de campeón.