El horno de Aprilia: 10 segundos sin respirar en una recta de un kilómetro
Los pilotos de la marca italiana vuelven a sufrir serios problemas para aguantar el calor que desprende su moto.
Circuito de Buriram (Tailandia)-. Aprilia tiene, entre otros, un problema que arrastra desde hace un par de temporadas: su moto desprende mucho calor, algo que se convierte en un auténtico quebradero de cabeza en determinados circuitos. Y uno de estos es el de Buriram, en Tailandia. Por las altas temperaturas en las que se compite, y porque su larga recta obliga a que los pilotos tengan que pasar mucho tiempo acoplados y metidos en sus carenados, mientras les va subiendo el calor por el cuerpo. En 2023, Maverick Viñales fue capaz de mostrar un buen ritmo, uno de los mejores, pero en la carrera tuvo que retirarse por sufrir un fuerte golpe de calor. Empezó a sentirse mal y decidió tomar el camino del box para no ponerse en peligro, ni arriesgar a sus rivales.
Este viernes Viñales volvió a sacarse de la chistera una gran vuelta, una que le ha permitido pasar otra vez a la Q2 para mantener su inmaculada racha en este curso de evitar el paso por la Q1. "Me quedan dos carreras más con Aprilia, y quiero hacer todo el año dentro de la Q2, sin hacer Q1. Hoy era muy difícil. Le he dicho a mi técnico Manu (NdR: Cazeaux): 'Hoy voy a tener que hacer de esas vueltas que de la que sólo se hace una en el fin de semana'. Y me ha salido". Viñales se clasificó quinto, de nuevo metido en un mar de Ducati, como hizo en los dos últimos grandes premios, en Japón y en Australia, en los que se coló en la primera línea de la parrilla de salida.
"Hay que ser perfecto; ni frenar un metro más aquí o allí, perfecto. He hecho una vuelta buena, buena". Aunque este resultado no puede esconder que, en general, la jornada no fue fácil, con muchos problemas para encontrar agarre, y con mucho sufrimiento en esa parte del calor. Esa recta de Buriram tiene un kilómetro, y su moto desprende tanta temperatura que le obliga a no respirar en los diez segundos que tarde en recorrerla. Una recta hecha en apnea. "Es que no respiras", nos confesaba, un problema que Aprilia lleva un tiempo tratando de resolver, aunque no consiguen dar con la clave. Y esto mete en crisis a sus pilotos.
El calor en Buriram no sólo afecta a los pilotos de la marca italiana. Todos, en todas las categorías, reconocen que es algo contra lo que tienen que luchar. Por ejemplo, afecta mucho a los pilotos de Moto3, cuyas motos son menos potentes, lo que hace que pasen aún más tiempo en esa recta, y que empiecen a notar cómo comienzan a quemarse. "Iba sintiendo cómo me ardían las manos", decía a Relevo Adrián Fernández, que cerró esta primera jornada en la tercera plaza. "Cuando vas a rebufo de alguien es mucho peor, porque notas, además, el calor que desprende su moto", añadía Dani Holgado, segundo de la general de la cilindrada pequeña. "Cuesta concentrarse", apuntaba el ya campeón David Alonso.
"El año pasado sí que lo pasé mal. El año pasado me dio un golpe de calor. Hoy no me ha sucedido, pero es difícil aguantar todas las vueltas", añadía Viñales, que este viernes no llegó a hacer ninguna tanda mucho más larga de las seis vueltas, y que es consciente de que le va a tocar sufrir, tanto a él como a sus tres compañeros de marca. Raúl Fernández fue otro que reconoció lo difícil que es, sobre un tema del que prefiere no hablar demasiado, porque en su marca no quieren que se ponga mucho el acento en este aspecto. Esto en un primer día en el que casi no rodó Aleix Espargaró, tras una caída en el primer libre en el que se golpeó la cabeza y que hizo que terminase por retirarse al poco de comenzar el segundo turno. Una situación que puede complicarse aún más cuando el domingo le toque lidiar con el horno que es su moto.