MOTOGP

Alex Márquez: "Marc me preguntó mil veces '¿voy a ir bien con la Ducati?', ¡pero mil veces!"

2024 tendrá como uno de sus atractivos en MotoGP el box que van a compartir los hermanos Márquez con la moto más poderosa.

Alex Márquez: «Marc me preguntó mil veces '¿voy a ir bien con la Ducati?', ¡pero mil veces!»
Borja González

Borja González

Los pilotos, y los deportistas en general, son muy dados a acumular manías, a repetir gestos o rutinas en su profesión. Marc Márquez no tuvo compañero de equipo en sus dos años en Moto2, y cuando llegó al box del Repsol Honda en 2013 se ubicó en el lado del garaje que había dejado libre el retirado Casey Stoner. Dani Pedrosa usaba el izquierdo (según se entra desde la parte trasera donde están los camiones oficina en los que calientan y se ponen el uniforme de competición), y Marc se quedó con el derecho. Un sitio que ha mantenido hasta 2023, y que ha perdido para 2024.

Por ese lado izquierdo del Repsol Honda pasaron también Jorge Lorenzo (que en Ducati y Yamaha se situaba en el derecho), su hermano Alex, Pol Espargaró y el año pasado Joan Mir. En Gresini Racing esa ubicación pertenece a Alex Márquez (era donde estaba en Moto2), y ni por asomo ha querido cedérsela al recién llegado, un gesto que el ocho veces campeón asume con una sonrisa, porque viene de la persona más cercana en su vida, con la que sigue compartiendo casa pese a que desde hace un tiempo apareció en su vida Gemma Pinto. De hecho, es habitual ver vídeos en sus redes sociales de los sustos que Alex da tanto a su hermano como a su pareja. "Para que no se relaje", decía con una sonrisa en el primer evento que los dos compartieron este miércoles en Madrid, ya como compañeros. "Se está ganando la puerta de casa…", le replicaba Marc.

Como compañeros, de nuevo, porque lo fueron en 2020, en el año del debut del pequeño de los Márquez en MotoGP, en el dramático año para el mayor, con la famosa lesión que sufrió en la primera cita del año. "Es una segunda oportunidad, se puede decir así, pero sobre todo llegando en una situación muy diferente los dos. En ese momento yo era el rookie, tenía que aprender todo de la categoría, Marc tenía que luchar por el campeonato, y quieras o no estábamos en situaciones muy diferentes. Ahora yo tengo experiencia, puedo aprovechar más el tener un compañero de equipo como Marc con su experiencia y ocho veces campeón del mundo, que seguro que es rápido, y ahí es donde tengo yo que subir el nivel y aprovecharme de eso. La unión hace la fuerza", explicaba Alex sobre una circunstancia peculiar, la de dos hermanos compartiendo garaje en la máxima categoría del motociclismo.

Las expectativas de los Márquez en 2024. ESTRELLA GALICIA

"En ese 2020 yo sólo pensaba en el título y ahora no, ahora pienso en ese 'levántate y disfruta', pienso en volver a disfrutar encima de la moto, que esto es lo principal, el principal objetivo. Si disfruto van a llegar resultados. Y Alex tiene mucha experiencia ya, ha podido luchar por victorias, ha podido luchar por sprint races, y creo que también podré aprender cosas de él", añadía Marc, con ese perfil bajo que ha decidido adaptar, hasta que la realidad de la pista le coloque en su sitio. "De Marc se puede esperar todo. Yo creo que la magia no la ha perdido. Es verdad que me preguntó mil veces '¿voy a ir bien con la Ducati?'. ¡Pero mil veces! Eso es así, desde Indonesia que se anunció, en cada carrera me preguntaba lo mismo. La magia no la ha perdido, entrenando lo vemos, entrenamos flat track, motocross, lo que sea, y sigue teniendo ese nivel que tenía en 2019".

La complicidad entre los Márquez no es impostada, eso lo sabe todo el paddock. Comparten casa en Madrid, y en los circuitos. El mayor siempre ha estado muy pendiente del pequeño, y el pequeño ha tratado de aportar la tranquilidad que le falta a veces al fogoso mayor. Y es por eso que esperan generar un entorno especial, con el riesgo que siempre habrá de que se encuentren en pista. Porque los encontronazos entre compañeros están entre los más golosos, y los que más tensión generan dentro de los equipos.

"Para un séptimo puesto en 2022 en Portimao no hubo contemplaciones, no hubo reparo, pues será lo mismo", recordaba Marc sobre la pelea que protagonizaron ese año en Portugal. "Evidentemente, con un compañero de equipo y más siendo tu hermano no vas a entrar igual que con otro. Pero siempre lo intentas. Muchas veces es muy difícil controlar el límite a 350km/h, y la mayoría de errores, o casi todos, se cometen involuntariamente".

Los Márquez bromean con posibles piques. ESTRELLA GALICIA

Una reflexión que llevó a la broma. "Es ahí donde muchas veces sólo te queda pedir perdón. Espero no tener que pedirle perdón ninguna vez, pero si es en una última vuelta que se quede para mi lado, que me queda menos tiempo, voy para los 31, me queda menos tiempo". "Y yo quiero la primera. Déjame una al menos", le contestaba entre risas Alex que añadía su reflexión. "Tienes la ventaja de que le conoces, esos piques han estado en motocross, en flat track, y de alguna manera le conoces. En Portimao pasó eso, yo conocía sus puntos fuertes y él conocía mis puntos débiles, y al revés. Sí, hay ese respeto, pero ojalá suceda esa situación. Pero es especular y no me gusta mucho especular. Ojalá pase y ojalá acabe de mi lado".

Algo a lo que tendrán que acostumbrarse, además de a eso de llevarse el trabajo a casa… "Yo, cuando él llegó a Honda, le conté demasiadas cosas", recordaba Marc. "Me daba la brasa", puntualizaba Alex. "Lesionado y en casa, ¿qué quieres?", se justificaba el mayor de los dos. "Me daba mucho la brasa y un día le dije 'venga, déjame ya, que si no voy a pensar demasiado'. ¿Contarle cosas? Si le puedo contar cosas, obviamente se las voy a contar, es un compañero de equipo y rival, pero especial. Se que cuanto más rápido sea él y más competitivo, más rápido puedo ser yo, porque es diferente tener a alguien rápido que es compañero de marca, que si es de equipo. La unión hace la fuerza, y es donde tengo que aprovecharme de eso este año". Los dos abandonaron el escenario del evento y se fueron a la parte de atrás… para dedicarse a jugar a reventar globos. Cosas de hermanos, aunque sean estrellas del deporte profesional.