MOTO3

Iván Ortolá transforma la desventaja de su altura en una virtud

El valenciano lidera un triplete español en Moto3 en Austin con una magnífica remontada tras estar a punto de caerse.

Iván Ortolá celebra su victoria en Austin./EFE
Iván Ortolá celebra su victoria en Austin. EFE
Borja González

Borja González

Circuito de las Américas (Estados Unidos)-. Ser un piloto alto en Moto3 suele ser una desventaja en estos tiempos. La era de los bajitos pasó a mejor vida y en el motociclismo, como en el mundo en general, las nuevas generaciones cada día miden más. Y cada día hay menos 'Pedrosas'. Ahora tenemos a chavales como Filippo Farioli, Matteo Bertelle, Riccardo Rossi, Mario Aji o Colin Veijer, todos por encima del metro setenta. El citado Dani Pedrosa medía 1'58, mientras que las motos no han cambiado mucho en sus dimensiones. En este 2023 tenemos también a dos españoles que son las torres de la categoría: Xavi Artigas, que llega al metro ochenta, e Iván Ortolá, que es un centímetro más bajito que su compatriota. 

Artigas y Ortolá fueron dos de los inquilinos del podio de la carrera de la cilindrada pequeña en el Circuito de las Américas. El primero subía a un cajón por tercera vez, la primera en su debut como invitado en la última cita de 2019 (en Valencia el año siguiente consiguió ganar), el segundo se estrenó este domingo y a lo grande, ganando, después de que su mejor resultado histórico hubiese sido un sexto puesto el año pasado en Aragón.

"No sabía en qué momento iba a llegar ni tampoco cómo, y ha sucedido así. Y, además, en un circuito que me encanta", explicaba Ortolá a Relevo. Un trazado que le gusta mucho y para el que sí que su altura resulta una ventaja, después de que normalmente sufra para encajarse en su pequeña KTM. "Me gusta mucho este circuito, es muy divertido, tiene muchas enlazadas. También aquí tengo una pequeña ventaja. Tengo una desventaja siempre, y es que soy bastante alto, pero aquí, aunque haya una recta muy larga, también tengo una ventaja, que siendo grande y alto puedo mover la moto mucho más rápido y con más facilidad, y eso creo que ha sido clave para que este circuito se me dé tan bien".

La de Ortolá no fue una victoria cualquiera. El valenciano, que también ha pasado por la factoría de Jorge Martínez Aspar (como el líder de la categoría Dani Holgado), estuvo a punto de irse al suelo en la primera vuelta, en la curva 2. "En ese momento, antes de caer, estaba pensando 'Otro cero…'. Y viendo a ver cómo caer para hacerme el menos daño posible, porque justo ahí una caída es dura". Porque el highside, ese movimiento violento de su moto que casi le expulsa por arriba, pareció sí o sí una caída, aunque milagrosamente pudo salvarla. Eso sí, el incidente le dejó por detrás del puesto 20º en una prueba a la que llegaba con mucha confianza.

"Antes de la carrera me veía para hacer podio. Cuando casi me caigo he empezado a pensar que no. Pero he puesto la mente en blanco, he tratado de mentalizarme, de tirar para adelante viendo a ver hasta dónde podíamos llegar. Y, de repente, he visto que tenía mucho ritmo y que tenía posibilidades de llegar", aseguró.

Vuelta a vuelta Ortolá fue escalando posiciones, sin volverse loco para tratar de evitar esos errores innecesarios de los que pecó en su año de debut, en 2022. "Cada vez que pasaba por la recta veía la pizarra, veía las vueltas, no quería ni ver la posición, sólo veía las vueltas que quedaban. Me he mentalizado en solo tirar y tirar y en hacer mi ritmo, con tranquilidad y sin hacer ninguna barbaridad. Y al final ha salido todo bien", añadió.

Iván Ortolá celebra su primera victoria en el GP de Las Américas de Moto3 2023.  AFP
Iván Ortolá celebra su primera victoria en el GP de Las Américas de Moto3 2023. AFP

A rueda de los dos primeros, Ayumu Sasaki y Jaume Masiá, y tras rebasar a Diogo Moreira, Ortolá se encontró de repente sólo en cabeza tras una caída de Sasaki que cortó a Masiá (que terminó recuperándose y sacando un muy meritorio segundo puesto).

"Cuando he visto lo de Sasaki me ha dado algo más de tranquilidad. Justo en esa curva yo ya estaba teniendo problemas, en cualquier momento me podría haber pasado lo que a él, porque después de toda la remontada los neumáticos ya iban al límite y no podía tirar más", apuntó.

La historia terminó de la mejor manera posible para un piloto que se suma así a la larga nómina de españoles que han ganado en el Mundial de Motociclismo. Iván Ortolá, de 18 años, se convirtió en el número 55, en un año en el que es el segundo en estrenarse (Holgado fue el primero). 

"Cuando he cruzado la meta he pensado 'por fin'. No me lo podía creer, cómo lo había hecho, me he puesto a llorar y no podía parar", confesó un piloto que sabe que ahora le va a tocar tener los pies en el suelo y seguir construyendo su porvenir en el campeonato.