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El duro camino de Andrea Sibaja para llegar al Mundial: "Fui empresa por empresa en Córdoba pidiendo ayuda y apoyos para cumplir mi sueño"

La cordobesa es una de las seis representantes españolas del primer Mundial femenino de la historia.

El duro camino de Andrea Sibaja para llegar al Mundial: «Fui empresa por empresa en Córdoba pidiendo ayuda y apoyos para cumplir mi sueño»
Raquel Jiménez

Raquel Jiménez

Cuando dijeron que la temporada 2024 iba a traer de su mano la creación de un nuevo Mundial femenino, Andrea Sibaja (Córdoba, 1992) tenía claro que tenía que formar parte de la primera parrilla únicamente formada por mujeres de la historia. Con su Córdoba natal por bandera, Sibaja llegaba a la primera temporada del WCR con algunos problemas físicos después de una fractura de cadera que le complicó llegar al 100% al inicio de la temporada, pero con un objetivo muy claro en mente: ir carrera a carrera hasta la cima.

"Para mí, es un gran objetivo el solo hecho de salir a pista después de un año y medio de operaciones", nos reconocía, ilusionada con este nuevo paso adelante en el deporte femenino. Y, aunque el inicio y la adaptación a una categoría con las españolas despuntando muy fuertemente no está siendo fácil, si hay algo que caracteriza a Andrea es su capacidad para reponerse y resurgir como el ave Fénix.

¿Cómo nació ese gusanillo por las motos?

Siempre cuento que no tengo antecedentes familiares más allá de un padre que le gusta salir de ruta los domingos con la moto. Pero no se por qué yo tenía esa llama dentro que me hacía engancharme a ver las carreras. Cuando eran en Japón me levantaba a ver cada entrenamiento y siempre tuve ese gusanillo de probar a entrar en la competición.

Así que, con 18 años, que ya estaba trabajando y estudiando a la vez, pude acceder a Luis Castro, que es un manager de la misma ciudad que yo, en Córdoba. Entonces, pude hablar con él, hicimos una prueba y ahí ya sí que sentí esa llama que me hizo llegar hasta aquí.

"En un primer momento fue difícil para mi familia"

Andrea Sibaja Piloto del Mundial femenino de motos

Imagino que no ha sido un camino fácil...

La verdad es que el primer año, el de iniciación, es un poco más accesible. Pero es que, además, yo empecé muy tarde y al ser tan grande tenía que cambiar de categoría, no tenía nada de experiencia, ni el poder económico necesario. Así que, cuando se presentó por primera vez la ocasión, no pude continuar. Pero, en ese momento, Luis fue crucial para continuar. Fui de empresa en empresa por Córdoba pidiendo ayuda y apoyo para alcanzar mi sueño.

En ese momento, entró DEFA, que, sin duda, ha sido más que vital, al igual que Luis Castro, los dos, para que yo, llegado ese momento pudiese continuar y llegar hasta donde hemos llegado. Porque está claro que una familia, en un primer momento, hace un esfuerzo, pero obviamente no pueden llegar al nivel que hay que llegar para ser piloto profesional.

¿Cómo vivieron ese momento en el que les dices que quieres ser piloto?

Fue difícil. Porque, encima, en el primer año tuve la primera caída, ahí la familia se asusta. En un primer momento fue complicado, pero llegó un momento en el que se dieron cuenta que había poco que hacer y que no les quedaba otra que apoyar, estar ahí y llevarlo lo mejor posible.

Porque, además, he tenido bastante mala suerte con las lesiones en mi carrera deportiva y lo han sufrido especialmente. En algún momento he necesitado su ayuda por no poder valerme por mí misma en casa en el tiempo de recuperación. Pero, aun así, están ahí, me apoyan y sobreviven como pueden.

Tú ahora compaginas tu trabajo en el mismo equipo con tu labor como piloto, ¿no?

Sí, en el equipo hago una labor de organización y de coaching deportivo con los pilotos. Tenemos una estructura tanto en el Campeonato de España, como Supersport 300 y en 1000, en el Mundial de Superbike, también estructura en el Campeonato de Andalucía y, además, hago algunos cursos de conducción, tenemos nuestra propia escuela.

¿En algún momento te han llegado a cerrar puertas por el hecho de ser mujer?

A ver, siempre hay comentarios de cromañones y también es cierto que siempre se echan en falta apoyos. Pero, como siempre digo, es algo que le pasa a mucha gente en el motociclismo. Es un deporte muy complicado, no solo para las chicas, pero en nuestro caso encuentras a quien te ayuda más porque le llamas la atención o todo lo contrario. Pero yo es algo que repito mucho, lo importante es transformar lo bueno en mejor y lo malo en bueno.

¿Cómo fueron esos primeros contactos cuando se hizo oficial que habría un Mundial femenino?

Tenemos la estructura ya en el Mundial de Superbike. Eso, digamos, que era el beneficio que teníamos nosotros. Así que al tener la estructura era realmente hacer una categoría más, algo relativamente sencillo. Hay tres carreras en las que no vamos, pero el formato que le han dado hace que, igualmente, sea fácil, porque al final ellos transportan la moto, toda la infraestructura, como quien dice, vamos las personas y la equipación, ya está. Así que es bastante relativamente fácil.

Pero los apoyos sí, de hecho, me ha sorprendido mucho. Aparte, que me consta que la organización intentó hacerlo de la forma más fácil para las chicas, para poder crear esa facilidad y esas oportunidades que tanta falta hacen. Yo esperaba que, con la noticia, los patrocinadores se movieran bastante más, pero, por ejemplo, en mi caso no ha sido así y he llamado a muchísimas puertas. Porque es necesario, además, si queremos darle el nivel que el campeonato merece para que tenga éxito y para que, como decía antes, solo sea el inicio de muchos más proyectos de esta índole. Necesitamos entrenar, prepararnos y tener los medios necesarios.

¿Cuánto cuesta competir en el Mundial femenino?

Tirando por lo más bajo posible, haciendo lo justo aparte de las carreras, entre 10.000 y 50.000 euros anuales. Pero si quieres entrenar o prepararte más…

"Las carreras cuestan entre 10.000 y 50.000 euros anuales"

Andrea Sibaja Piloto del Mundial femenino de motos

¿El campeonato os da alguna ayuda?

La organización te pone allí algunos chicos para todas las motos, pero, bueno, nosotros tenemos que llevar a los mecánicos. La estructura que tenemos nosotros pues... y, al final, como tampoco tenemos una amplia variedad de posibilidades a tocar en la moto. Nuestra categoría, la del femenino, facilita mucho que los chicos del SuperSport 300, el equipo técnico, puedan echar una mano en el campeonato femenino, porque siempre sabes que no vas a tener un nivel de carga excesivamente alto.

Para ir terminando. ¿Cuál es el objetivo realista para Andrea Sibaja en esta primera temporada en el Mundial femenino?

Sé que tengo bastante margen de mejora y tengo la capacidad de ir mucho más rápido, pero mi gran problema con esta moto es que la intento pilotar como la 600, que es la moto con la que yo corría antes. De esta manera, la voy a llevar más lenta todavía. Necesito cambiar el chip, no está siendo fácil y en el tiempo que llevamos me está costando trabajo. Pero creo que tenemos bastante capacidad para ir rápido, pero necesito poder terminar de tener esta confianza y de cambiar el chip para poder sacarlo adelante.