Jon Jones vuelve después tres años para postularse como el mejor de la historia
Jon Jones regresa a una jaula más de tres años después. Lo hace para debutar en el peso pesado y jugarse el título de la UFC ante Ciryl Gane.
Un error echó por tierra uno de los mayores anuncios que la UFC tenía guardado para el curso en el que celebrará sus 30 años de vida (12 de noviembre). Jon Jones va a debutar en el peso pesado y una filtración en la pantalla exterior del T-Mobile Arena destrozó la sorpresa. No hubo demasiado problema, la noticia ocultó cualquier fallo. El estadounidense, de 35 años, está considerado uno de los mejores luchadores de la historia. Es el campeón que logró su primer título con menos edad (23 años y 8 meses) y ha tenido tres reinados (uno interino) en el peso semipesado. Entre esas tres épocas ha logrado once defensas. Su cabeza ha sido lo único que le ha apartado de lograr más.
Nacido en Rochester (Nueva York), su padre, pastor de una iglesia anglicana, siempre le desanimó a hacer una carrera en deportes de combate. Dos de sus hermanos (la tercera murió debido a un tumor con 18 años) han sido jugadores de NFL. Arthur, mayor que él, ganó la SuperBowl en 2013 con los Baltimore Ravens. Mientras, Chandler, tres años menor, es jugador de Las Vegas Raiders. Jon hizo lucha olímpica en el instituto y como sus hermanos también jugó a football. Debido a su complexión delgada, fue apodado 'Bones' (huesos), un sobrenombre que mantiene. En 2008 decidió debutar como profesional en MMA. En sólo cuatro meses se puso 6-0, finalizando a todos sus rivales. Era un talento en potencia y UFC le firmó con un bagaje de cinco meses como profesional.
En UFC maravilló también de inicio, pero en diciembre de 2009 vivió su primera polémica. La única derrota que tiene como profesional llegó ante Matt Hamill, al que golpeó con codazos ilegales y fue descalificado. Le tomó un año y un mes recuperarse de ese tropiezo. En marzo de 2011 desafió a Mauricio Rua, al que noqueó en tres asaltos para proclamarse campeón. Sumó ocho defensas de su título y limpió la división. Era el mejor de su peso y un filón para las marcas. Fue el primer luchador de MMA que firmó un contrato con Nike y también en tener su propia línea de calzado deportivo. Sus problemas llegaron fuera del octágono. La UFC le quitó su cinturón (2015) debido a que estuvo envuelto en un accidente de tráfico del que huyó. Finalmente se declaró culpable y fue condenado a 18 meses de prisión que no tuvo que cumplir. UFC le castigó, además de la retirada del cinturón, con seis meses sin competir.
En abril de 2016 ganó a Saint Preux para alzar el cinturón interino del semipesado. Debía pelear contra Daniel Cormier, pero DC estaba lesionado. Se vieron las caras en julio de 2017. Jones ganó por KO, pero después esa pelea quedó sin resultado ya que dio positivo por esteroides. Fue sancionado durante un año con carácter retroactivo y se convirtió en el primer luchador en la historia de UFC dos veces desposeído de un título. Amagó con la retirada, pero volvió a centrarse (aunque volvió a tener algún problema con el dopaje, pero no fue sancionado al entenderse que eran trazas de las sustancias por las que ya había sido sancionado) y tras un año y medio fuera de la jaula volvió noqueando a Gustafsson en diciembre de 2018. Se centró y en 2019 tuvo dos defensas exitosas y en febrero de 2020, otra. Parecía que había vuelto a su mejor nivel… pero en pandemia cambió todo.
Jones estaba desmotivado, ya que creía que no tenía rivales de "entidad". Pensando en retos, miró al peso pesado, pero ahí surgió una gran discusión pública con Dana White. El presidente de la empresa desveló la cantidad de dinero que había pedido por pelear y Jones lo negó. Esa disputa provocó que el campeón dejase vacante su cinturón del semipesado y se tomase un tiempo para ascender al pesado. Se esperaba que esa adaptación no fuese más allá de un año… pero han sido tres. Hasta este sábado no estará de regreso.
Jones persigue un nuevo reinado ante Gane en el UFC 285
El combate soñado por UFC desde hace mucho era el que enfrentase a Jones con Ngannou, pero el camerunés no se ha entendido a la hora de renovar con la empresa y ha quedado en libertad. Ngannou quiere boxear y ese será su próximo paso. El cetro del pesado quedó libre y Bones no dudó en apuntar a él. Era su momento. Enfrente tendrá a Ciryl Gane, un peso pesado 'diferente' y que está llamado a marcar una época. Sin duda es un pleito difícil para ambos y muy abierto en cuanto a predicciones.
Jones ha sido claro al explicar en la previa el motivo que le ha llevado a subir de peso: "Quería tener miedo de nuevo". Las dudas sobre él son grandes. Ha crecido mucho físicamente y lleva tres años en el gimnasio, pero sin competir. ¿Habrá perdido velocidad? ¿Contundencia? ¿Aguantará la pegada de un pesado? Son muchas las incógnitas. Mientras, Gane, de 32 años, es un luchador con pegada y con buen wrestling.
Son estilos similares y eso abre todavía más la pelea. Gane llegó a UFC tras tres peleas de profesional (venía de una dilatada carrera en el muay thai) y en nueve pleitos únicamente Ngannou ha podido con él. Es un currículum que intimida, pero del otro lado está uno de los mejores de la historia. Jon Jones, por ser Jon Jones, parte como favorito, pero la pelea está igualada. Es uno de los peleadores más completos que ha pisado el octágono de UFC. Pese a ello, hay muchas incógnitas que resolver. Su envergadura siempre su mayor aliado. Su adaptabilidad ha sido otra de sus grandes virtudes, pero subir de peso genera dudas. Argumentos tiene para ganar, sólo le queda demostrarlo. Bones quiere ser el mejor de la historia. Debe ganar. No tiene otro camino.